• Encerrona azul
Las actitudes, mi estimado, son más importantes que las aptitudes. Grotesco cierre el de esta semana aunque falta el desenlace del explosivo cochinero en Veracruz, donde Fidel Herrera muestra las conocidas prácticas vetustas del putrefacto tianguis político electoral demostrando, sin lugar a dudas, que la volátil hormona ya rebasó a la neurona.
El panorama general my friend, origina entre el irreverente respetable una oleada de lágrimas... pero de risa ante las piruetas mediáticas (bunch of pathetic clowns) en la tarde de ayer por parte del Gymboree y su jefe Felipe Calderón.
Qué curiosito espectáculo –que comenzó hace algunas lunas con la estrategia de vender un debate entre el inquilino de Los Pinos y los legisladores emplazado para el 1 de septiembre– el recule presidencial sobre el reventón después del... entregas y te vas.
Sobre todo cuando desde días antes la Presidencia de la República solicitó, como parte del Plan B, al PAN y los legisladores azules ayudar a armar la fiestecita del 2 de septiembre en el Auditorio Nacional para que Felipe estuviera arropado y muy cómodo.
De las invitaciones y su formato tenían pleno conocimiento así (que no jueguen al Tío Lolo) como de la lista de más de 4000 invitados que entre alcaldes, cuadros estatales, dirigentes nacionales, consejeros, legisladores e invitados especiales ya estaban confirmados.
Pero como el PRI, verdadero dueño de la agenda mi estimado, envió simpáticas señales de que ni madres escucharían su (des)informe en una plaza pintada de azul, le pidió respetuosamente, no, no, perdón... le exigió a Calderón básicamente la cantaleta chantajista de que si quieres la foto (que dará la vuelta al mundo) de pluralidad y democracia (que tanto te urge) y de que todo va viento en popa, le vas metiendo reversa a tu estupidez socialité del Auditorio Nacional.
¿Vamos bien?
Y claro, como Felipe hace lo que el PRI (de Beltrones, Paredes y algunos gobernadores) ordena, pues mi César (Nava, of course) y demás Gymboree, se me ponen las pilas y vámonos al Plan whatever en (mi) Palacio Nacional para darle un tinte de más formalidad a mi hueco, deslucido y mediocre anuncio de logros en estos nueve meses que ha sido rebasado —por la izquierda y la derecha– por mis estupideces oficiales vertidas alrededor de la ceremonia en San Lázaro. ¿Estamos?
No importa que no haya invitaciones (¿para que sirve la Blackberry u morons?), lo urgente es que estas lacritas tricolores sientan que son Su Alteza serenísima y me vale madre si en el PAN hay malestar o malas caras (que se jodan, pues). No importan las formas si en el fondo sabemos de la percepción sobre mi gobierno que corre, vuela, se acelera y tropieza para terminar de rehén del PRI... que le interesa, por ahora, su reforma electoral.
Sus términos. Sus reglas. Sus criterios. Sus intereses.
Ahí está la original probadita de su contraloría en el ife (con minúsculas)
Pero, ok my friend, hay que entender. Les debe, y mucho.
Sin el PRI en la foto parecen como chiquillos perdidos pintados de azul... con Elba Esther al lado.
Y esto lo saben los tricolores que se pitorrean de Los Pinos. Utilizan su enorme vulnerabilidad y sacan raja... de todo.
Y como estos ensoberbecidos en el poder no (entienden) son preventivos sino reactivos en todas sus crisis (y algunas están, literalmente, en chino), la del 1 de septiembre no podía ser la excepción.
Y como su jefe, cual chispita trastabilla hasta en su vacilación, el resultado no puede ser sino el de un gobierno desde Los Pinos... exento de visión integral y atiborrado de (ambiciosos) improvisados.
Así que el mensaje más importante de Felipe Calderón Hinojosa con este cariñoso gesto (donde hay delicados compromisos), atrabancado y de última hora para el PRI en Palacio Nacional my friend, es de una descomunal debilidad.
¿El precio...? Altísimo.
Por la Mirilla
Uno.- Hoy hay encerrona en el búnker del PAN con miembros del gabinete y legisladores de ambas bancadas. ¿Asuntos? Sobran.
Agenda previa a los trabajos del Congreso, atención al cúmulo de inquietudes ante tantas señales cruzadas, las elecciones en Veracruz del próximo domingo... entre otras estupendas cosas más.
Y dos.- La marcha de ayer de varios sindicatos, mi estimado, debería ser una importante alerta aunque... En fin. ¡Adiós!