Gracias a esa lucha los estudiantes de la ESIME lograron revertir una serie de ataques impulsados en complicidad con las máximas autoridades del IPN, por el entonces director de dicha escuela, el ingeniero Arturo Cepeda Salinas. Ante la solidez del paro, la autoridades del IPN tomaron diferentes medidas contra los paristas, entre ellas denunciar penalmente a los estudiantes que estaban al frente del movimiento, acto que fue correspondido inmediatamente por las autoridades judiciales dictando las respectivas órdenes de aprehensión.
Sin embargo, a pesar de la persecución y la represión contra los estudiantes, el movimiento y el paro siguieron adelante hasta, incluso, lograr que las autoridades del IPN retirarán todos los cargos penales contra los estudiantes, hecho que derivó en la cancelación de las órdenes de aprehensión.
De este último y los demás logros del paro estudiantil de octubre-noviembre de 1992 en ESIME hay constancia en la minuta firmada en aquellos días por el entonces Secretario General del IPN, ingeniero Alfredo López Hernández, por Arturo Cepeda Salinas, director de ESIME, además de los representantes de la Comisión negociadora Estudiantil. Y, hecho a resaltar, la minuta también fue firmada por el Licenciado Marcelo Ebrard Casaubon, entonces Secretario General del Gobierno del Departamento del Distrito Federal, dependencia que en aquellos años estaba bajo la dirección de Manuel Camacho Solís.
Dicha minuta la ponemos a disposición para nuestros lectores de forma desplegada al final de la presente nota. Sobre la lucha de 1992 en ESIME son muchas las lecciones que se pueden extraer para compartirlas con las jóvenes generaciones del movimiento estudiantil. Militante se compromete con estas nuevas generaciones para recuperar esa experiencia y ponerla por escrito en sus páginas sabiendo que será de mucha utilidad ante las luchas que se avecinan por una educación de calidad y a disposición de los hijos de los trabajadores de la ciudad y el campo.
Dicho ello, lo que ahora nos interesa destacar es el papel que jugó Marcelo Ebrard Casaubon como mediador y negociador para alcanzar una solución en esa lucha de 1992 en el IPN. Ello entonces como Secretario General del DDF. Sin embargo ahora, ya como titular del Gobierno del Distrito Federal por parte del PRD y frente a la lucha del Movimiento de Estudiantes No Aceptados (MENA) del año en curso, el papel de Marcelo Ebrard Casaubon ha sido radicalmente contrario aceptando que el Cuerpo de Granaderos bajo la conducción de Joel Ortega, titular de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, entrarán a las instalaciones del IPN para aplastar durante la madrugada del pasado 7 de agosto un planto pacifico que desarrollaban los integrantes del MENA frente a la Dirección General de esa institución educativa y de paso, bajo las ordenes de la Procuraduría General de la República (PGR) y de las autoridades de esa dependencia educativa, arrestar a 9 jóvenes, uno de ellos menor de edad, para ponerlos a disposición de las autoridades federales y encarcelarlos.
Además de esa atrocidad, la responsabilidad de Marcelo Ebrard Casaubon se extiende también hacia el hecho de que desde 1968 jamás se había registrado un acto represivo de esa magnitud dentro de las instalaciones del IPN como el desarrollado el pasado 7 de agosto contra el MENA.
La actitud de Marcelo Ebrard Casaubon es totalmente contradictoria, máxime ante el hecho de que el se encuentra al frente del gobierno del DF gracias a los millones de trabajadores, jóvenes, estudiantes, amas de casa, que votaron por él aspirando, entre otras cosas, que el mantenimiento del PRD al frente del gobierno del DF se trasformaría en una palanca mas al servicio de los sectores oprimidos de la sociedad y su derechos a la educación pública, gratuita y de calidad. Por razones como estas fue por la que millones de personas en el DF le dieron su voto a Marcelo Ebrard Casaubon.
Lamentablemente con la forma en que participó el gobierno del DF por medio de su Secretaria de Seguridad Pública, reprimiendo al MENA y encarcelando a nueve jóvenes que en él participaban, Marcelo Ebrard Casaubon contradice las expectativas que en él depositaron los millones de trabajadores que lo llevaron a su cargo.
Dicha actitud tiene que ser corregida inmediatamente por el titular del Gobierno del DF comprometiéndose públicamente a no volver a ocupar jamás a los cuerpos policíacos contra los estudiantes y los trabajadores en lucha. La clase trabajadora no es tonta y no olvida, si Marcelo Ebrard Casaubon continúa por ese camino verá como todo ello se le trasforma en su contrario pagando un alta cuota por hacerse cómplice de la política represiva de Calderón.
Los jóvenes y los trabajadores exigimos congruencia y Marcelo Ebrard Casaubon debe enmendar, por ejemplo, así como lo hizo en 1992, el actual titular del gobierno del DF está obligado a interceder ante las autoridades del IPN para que cancelen todas las acusaciones penales contra nuestros compañeros del MENA y del CLEP-CEDEP, lo cual aseguraría que nuestros camaradas que fueron liberados recientemente, bajo fianza, del Reclusorio Norte, queden libres de los cargos que aun pesan sobre ellos y que, por otro lado, nuestro compañero menor de edad Cesar Francisco Jay Aguilar salga del Consejo Tutelar de Menores, lugar en cual se mantiene preso hasta el día de hoy debido a las argucias legaloides del autoridades judiciales y del IPN.
Al parecer tanto la PGR como las autoridades del IPN pretenden descargar todo su odio y su frustración contra Cesar Francisco el cual es acusado de retención ilegal de la libertad, razón por la que corre el riesgo de que sea condenado a una pena de entre 20 y 40 años. De este peligro que pende sobre nuestro compañero menor de edad también es responsable Marcelo Ebrard Casaubon al permitir que el Cuerpo de Granaderos del DF haya sido ultimado para reprimir al MENA y mandar a la cárcel a nuestros camaradas. Por consecuencia le exigimos al titulad del gobierno del DF actuar en lo inmediato y tomar cartas en el asunto para que Cesar Francisco Jay Aguilar sea liberado de manera inmediata e incondicional y para que los cargos sobre los compañeros excarcelados del Reclusorio Norte sean retirados.
Si Marcelo Ebrard Casaubon no actúa de manera consecuente la clase trabajadora se encargará de llamarlo a cuentas.
¡Presos Políticos Libertad!
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