REVOLUCIONES, Samuel García.
LA LUCHA POR transformar México no inicia en las calles, no comienza con un Paro Nacional, ni siquiera con tener una mayoría de votos o simpatizantes y sacarlos al Zócalo o a otra plaza del país. No es a base de discursos, de postear y postear en un blog, no lanzando mentadas o repudio sin sentido racional, ni siquiera haciendo gala de buena argumentación pero que solo se quede en teoría. Para mi y respetando el esfuerzo de todos hasta hoy emprendido, la lucha genuina se origina en casa, en lo particular, como individuos buscando un cambio en nuestra vida y de ahí pal’real.
Aunque lo anterior es parte de esa transformación los “primeros pasos”, la misma “base”, debe ser construida a partir de nuestra misma concepción como seres humanos, como mexicanos y traducir desde casa ese ardiente deseo por ver una nueva República en México. Yo no imagino un exitoso gobierno de AMLO, no veo un contundente resultado del Paro Nacional, sin que estos sucesos vayan respaldados por un giro de 180 grados en muchos de los hogares de los mexicanos. Este sistema imperante, que domina y devora lo que queda del país lo que menos quiere es que usted y yo concibamos este momento histórico como algo propio, nuestro, que lo construimos quienes hemos sido marginados, olvidados y pisoteados una y otra vez. Mientras demos golpes sin sentido, manotazos al viento y escupamos para arriba, todo para el sistema está muy bien.
¿Qué sucedería si por barrio, colonia y municipio se empiezan a dar casos de ciudadanos ejemplares que han mudado su manera de pensar y de actuar?, ¿cómo liberamos las conciencias realmente?, ¿lo hacemos con 700,000 frases buenas de repudio al espurio y dejamos la vida diaria a un lado? No. Soy de los que apuestan porque nosotros, como el Presidente Legítimo lo ha citado, vamos a ser los que llevemos las riendas de la lucha. ¿Qué autoridad vamos a demostrar tener ante los potentados si evadimos impuestos como ellos? Ninguna. ¿Qué caso nos harán si somos de los que no podemos despegarnos de la tv, si seguimos siendo consumidores en exceso? Ninguno. ¿Cómo poder inquietar a un sistema que ha secuestrado a todo el aparato del Estado y mientras nosotros tenemos secuestrado el amor, la esperanza y la fe, no las usamos sino solo cuando nos conviene?
Es cierto, no hay manual para la vida más que la vida misma, no hay manual para la lucha más que la lucha misma; pero ahí tenemos a la maestra de la vida, a la historia. En otras épocas por dejar a un lado el sentido humano de la sociedad vicios menores pudieron filtrarse entre personajes del movimiento de Independencia en 1810 y de la Revolución de 1910. Se dieron muchas muertes, varios tratados, acuerdos y traiciones, pero nunca se propuso en serio llevar un cambio a los hogares y de raíz modificar la manera de vivir del mexicano. Puedo escuchar argumentos en contra de muchos ¿cómo puedes creer eso Sam es imposible?, ¿cambiar nuestra manera de vivir, por favor, olvídalo? Suena a locura pero es la locura que en efecto necesitamos volver realidad.
Los mexicanos no solo requerimos un buen gobierno, también necesitamos saber apoyarle desde nuestro hogar y sin descuidar nuestras tareas básicas, dejar lideres y gobernantes al frente pero mostrando el constante apoyo/supervisión y juntos ir sembrando para cosechar un gran país. Con mucha tristeza he visto que en la UACM hay poca, por no decir nula, respuesta a la convocatoria a participar en diversas problemáticas al interior de nuestra casa de estudios, siendo que tenemos un modelo educativo de lujo, un presupuesto de 705, 173, 946 millones de pesos, buenos profesores (no todos, pero si la mayoría), buenas aulas, pero no tenemos BUENOS MEXICANOS. Muchos son indiferentes a los problemas de hoy, muchos quieren entrarle al rollo “política” por interés o de plano avalan las acciones de los potentados sin conocerlas a fondo. Muchos son los que tiran basura en donde no se debe, que miran al compañero de otro salón mal por si viste o habla de cierta forma. Es solo un ejemplo pero escalado desemboca en esa falta de compromiso desde nuestra persona para volvernos LOS MEXICANOS QUE MÉXICO REQUIERE, mexicanos que actuemos con objetividad, que aprendamos a cuidar lo más insignificante, a no descuidar lo que tenemos y no conformarnos con ello para ir por más.
Para mi la Universidad es un México en chiquito, porque los vicios sembrados por el sistema se repiten y en mi caso me he preguntado ¿dónde comienzo a combatir esto?, hay veces que le juego al héroe desde el ciberpesacio, pero ¿realmente con eso me alcanza? Claro que no, primero voy a darle una arregladita a mi casa, con mi familia, luego en mi casa de estudios y chance así pueda entonces pensar en cambiar el país, solo así. Y claro, sí apoyar todo lo que se de en las calles, en manifestaciones y protestas, pero siendo luz en todo momento y en toda ocasión sin repetir la doble moral de los adversarios.
Este es el primer desafío: cambiar yo.
revolucionesmx@gmail.com
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