Sam García
31 de julio de 2007, Si no hay solución (Revoluciones).- Cierto día una pareja se dirigía a un “supermercado” a comprar la despensa de cada semana, su auto recién salido de la agencia a penas les duró una semana, pues en el trayecto hacia el dichoso “supermercado” en la luz roja del semáforo fueron víctimas de un asalto y con pistola en mano obligaron al varón que conducía a bajarse del vehículo y de igual manera a su esposa. Hubieron algunos testigos pero nadie hizo algo para socorrer a los victimarios y el resto de la historia ya muchos lo saben. Levantaron la denuncia correspondiente, pero han pasado 3 largos años y su auto no lo han recuperado y que decir del seguro, al ver tan ocupados a los afectados en las denuncias y todo eso, se hizo el difícil para cubrir la parte correspondiente por el robo a la pareja que ya ni al “supermercado” pudo ir en aquella ocasión.
¿Cuántos casos como ese habrán diariamente en México?, tal vez no todos sobre autos pero los hay de otras maneras. Muchos pierden un hijo o familiar por un secuestro, las tienditas o papelerías sufren robos u otros comercios, cuando vas cómodamente en un micro o hasta en el metro no falta quien se agandalle de tus cosas. Por denuncias no podríamos parar ¿pero realmente tenemos la cobertura legal que una ciudadanía agraviada requiere para reordenar su sociedad? Considero que no, realmente estamos viéndonos muy lentos puesto que sí somos muy buenos para protestar, para quejarnos, denunciar y señalar; pero no nos ocupamos de conocer nuestra Constitución sus virtudes y sus defectos y por ello es muy fácil que una bola de gandallas lleguen y se roben todo lo que quieran sin que les incomode hacerlo (sea robos en la calle desde los fraguados por las cúpulas del poder).
Nada gano yo con regañarlos o dármelas de muy catedrático en materia legislativa, mi propósito no es ese. Lo que pretendo es que usted y yo comprendamos que tenemos que hacer equipo para derrotar (así literalmente) a los que por décadas han estado devorando al país. Esto lo ha escuchado o leído cientos de veces pero parece que lo lee e inmediatamente se le olvida, pues hoy no y va en serio. Tome una Constitución, compre una comentada o ingrese a Internet y búsquele (no importa que sacrifique el tiempo que dedica a leer Revoluciones, todo sea porque lea las leyes, dele a esto la prioridad), articulos, garantías, derechos, etc. y se dará cuenta que aunque van 100 años y no se ha profundizado un cambio en la Carta Magna ella sí tiene muchos elementos que otras en el mundo no tienen para proteger a la sociedad. Aquí el problema no es tanto la ley sino la aplicación de la ley y en su defecto las leyes que no estén al día con el ritmo de vida de los mexicanos, creo yo que con la mano en la cintura deberíamos apresurarnos a reformar lo que requiere realmente reformas.
¿Pero porque nada de eso sucede?, ¿por qué solo la gente sale con cartulinas a vitorear a un señor o dos señores, o un señor y una señora?, ¿a que se debe que los mexicanos se limitan a mentarle la mamá a los malos gobiernos y a quejarse de su situación pero nunca a renovar de lleno su medio? Mis estimados lectores marchar no es malo, quejarse no es malo, digo, todos al pincharse un dedo al instante dejan ir un ¡ay! Y cuando somos agraviados tenemos el derecho a decir ¡ay! Pero ¡ay! Solo una vez, no vivir como ¡ayeyeros! Toda la vida sin hacer algo por cambiar nuestra patria. Muchos dicen “es que protestamos para que la gente vea”, sí, una vez es bueno dar a conocer la inconformidad y eso saber a quien va dirigida, pero el poder no nos escucha, hace la de ni te veo y ni te escucho ¿cree usted que todos los discursos del Peje los toma en cuenta el mal gobierno? ¡No! ¿tenemos entonces que seguir dándole credibilidad protestando ante él y no organizándonos como sociedad para nosotros ser el gobierno genuino que no roba y que no engaña?
Es la historia de siempre mis queridos amigos y amigas, los problemas de tu casa no los va a resolver la Constitución, ni la juez de por tu casa, ni el señor senador, ninguno de ellos va estar bajo tu techo toda la vida para ver como te comportas, como cuidas tu salud o que tanto ves en la tv. Pero si lo que eres y como te defines en casa, define a la sociedad, cuando ya todos nos ponemos de acuerdo para ser una gran familia llamada nación. Eso es lo que hemos descuidado, vemos payasada y media en la televisión, nos nutrimos del circo noticioso de los medios convencionales y hasta nos congraciamos con medios alternativos que solo escupen pero no proponen nada para renovar las cosas. ¿A que estamos jugando, haber quien aguanta más robos en la vida o de que se trata?, ¿qué estamos esperando para rescatar la poca dignidad que le queda a este pueblo?, ¿por qué no empezar en casa y nos seguimos de corrido para soñar luego con ser héroes nacionales y entonces sí marchar todo lo que queramos presumiendo la victoria sobre el tirano?
Dice la Biblia que hay tiempo para todo, lectores de Revoluciones el tiempo para hacerle coro al sistema dominante deshumanizador se ha terminado, ahora vamos a dar ejemplo de cómo su hace más y se habla menos. Puede ser que muchos no agarren la onda y sigan preocupándose por el FAP, por el espurio, por el PRIAN, por la virgencita, por el TRI del fút, por la marcha “multitudinaria” que viene del Peje, en fin muchas cosas, pero yo confío que sí habrán personas que admitan que aquí hablamos la neta y que “hay que empezar el cambio en casa”, es esa gente la que desde el anonimato está construyendo la base de lo que debe ser una nación prospera, que sea cabeza y no cola. Solo hay dos opciones para usted y para mi: vivir, vivir nosotros, uno mismo ó ver como viven los demás mientras uno se pudre por dentro. Saludos.
31 de julio de 2007, Si no hay solución (Revoluciones).- Cierto día una pareja se dirigía a un “supermercado” a comprar la despensa de cada semana, su auto recién salido de la agencia a penas les duró una semana, pues en el trayecto hacia el dichoso “supermercado” en la luz roja del semáforo fueron víctimas de un asalto y con pistola en mano obligaron al varón que conducía a bajarse del vehículo y de igual manera a su esposa. Hubieron algunos testigos pero nadie hizo algo para socorrer a los victimarios y el resto de la historia ya muchos lo saben. Levantaron la denuncia correspondiente, pero han pasado 3 largos años y su auto no lo han recuperado y que decir del seguro, al ver tan ocupados a los afectados en las denuncias y todo eso, se hizo el difícil para cubrir la parte correspondiente por el robo a la pareja que ya ni al “supermercado” pudo ir en aquella ocasión.
¿Cuántos casos como ese habrán diariamente en México?, tal vez no todos sobre autos pero los hay de otras maneras. Muchos pierden un hijo o familiar por un secuestro, las tienditas o papelerías sufren robos u otros comercios, cuando vas cómodamente en un micro o hasta en el metro no falta quien se agandalle de tus cosas. Por denuncias no podríamos parar ¿pero realmente tenemos la cobertura legal que una ciudadanía agraviada requiere para reordenar su sociedad? Considero que no, realmente estamos viéndonos muy lentos puesto que sí somos muy buenos para protestar, para quejarnos, denunciar y señalar; pero no nos ocupamos de conocer nuestra Constitución sus virtudes y sus defectos y por ello es muy fácil que una bola de gandallas lleguen y se roben todo lo que quieran sin que les incomode hacerlo (sea robos en la calle desde los fraguados por las cúpulas del poder).
Nada gano yo con regañarlos o dármelas de muy catedrático en materia legislativa, mi propósito no es ese. Lo que pretendo es que usted y yo comprendamos que tenemos que hacer equipo para derrotar (así literalmente) a los que por décadas han estado devorando al país. Esto lo ha escuchado o leído cientos de veces pero parece que lo lee e inmediatamente se le olvida, pues hoy no y va en serio. Tome una Constitución, compre una comentada o ingrese a Internet y búsquele (no importa que sacrifique el tiempo que dedica a leer Revoluciones, todo sea porque lea las leyes, dele a esto la prioridad), articulos, garantías, derechos, etc. y se dará cuenta que aunque van 100 años y no se ha profundizado un cambio en la Carta Magna ella sí tiene muchos elementos que otras en el mundo no tienen para proteger a la sociedad. Aquí el problema no es tanto la ley sino la aplicación de la ley y en su defecto las leyes que no estén al día con el ritmo de vida de los mexicanos, creo yo que con la mano en la cintura deberíamos apresurarnos a reformar lo que requiere realmente reformas.
¿Pero porque nada de eso sucede?, ¿por qué solo la gente sale con cartulinas a vitorear a un señor o dos señores, o un señor y una señora?, ¿a que se debe que los mexicanos se limitan a mentarle la mamá a los malos gobiernos y a quejarse de su situación pero nunca a renovar de lleno su medio? Mis estimados lectores marchar no es malo, quejarse no es malo, digo, todos al pincharse un dedo al instante dejan ir un ¡ay! Y cuando somos agraviados tenemos el derecho a decir ¡ay! Pero ¡ay! Solo una vez, no vivir como ¡ayeyeros! Toda la vida sin hacer algo por cambiar nuestra patria. Muchos dicen “es que protestamos para que la gente vea”, sí, una vez es bueno dar a conocer la inconformidad y eso saber a quien va dirigida, pero el poder no nos escucha, hace la de ni te veo y ni te escucho ¿cree usted que todos los discursos del Peje los toma en cuenta el mal gobierno? ¡No! ¿tenemos entonces que seguir dándole credibilidad protestando ante él y no organizándonos como sociedad para nosotros ser el gobierno genuino que no roba y que no engaña?
Es la historia de siempre mis queridos amigos y amigas, los problemas de tu casa no los va a resolver la Constitución, ni la juez de por tu casa, ni el señor senador, ninguno de ellos va estar bajo tu techo toda la vida para ver como te comportas, como cuidas tu salud o que tanto ves en la tv. Pero si lo que eres y como te defines en casa, define a la sociedad, cuando ya todos nos ponemos de acuerdo para ser una gran familia llamada nación. Eso es lo que hemos descuidado, vemos payasada y media en la televisión, nos nutrimos del circo noticioso de los medios convencionales y hasta nos congraciamos con medios alternativos que solo escupen pero no proponen nada para renovar las cosas. ¿A que estamos jugando, haber quien aguanta más robos en la vida o de que se trata?, ¿qué estamos esperando para rescatar la poca dignidad que le queda a este pueblo?, ¿por qué no empezar en casa y nos seguimos de corrido para soñar luego con ser héroes nacionales y entonces sí marchar todo lo que queramos presumiendo la victoria sobre el tirano?
Dice la Biblia que hay tiempo para todo, lectores de Revoluciones el tiempo para hacerle coro al sistema dominante deshumanizador se ha terminado, ahora vamos a dar ejemplo de cómo su hace más y se habla menos. Puede ser que muchos no agarren la onda y sigan preocupándose por el FAP, por el espurio, por el PRIAN, por la virgencita, por el TRI del fút, por la marcha “multitudinaria” que viene del Peje, en fin muchas cosas, pero yo confío que sí habrán personas que admitan que aquí hablamos la neta y que “hay que empezar el cambio en casa”, es esa gente la que desde el anonimato está construyendo la base de lo que debe ser una nación prospera, que sea cabeza y no cola. Solo hay dos opciones para usted y para mi: vivir, vivir nosotros, uno mismo ó ver como viven los demás mientras uno se pudre por dentro. Saludos.
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