27 de Julio de 2007
ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
LA TORRE BICENTENARIO, un rascacielos de 300 metros de altura cuya construcción se anunció esta semana en la capital nacional, es ahora la manzana de la discordia que muestra a los políticos del PAN reacios a la modernización del país.
Su oposición a la erección del inmueble es ñoña. Se trata, a final de cuentas, de que Marcelo Ebrard, su gobierno, no se cuelguen la medalla de una inversión de 600 millones de dólares –15 mil fuentes de empleo permanentes-- que ningún gobierno estatal panista ha sido capaz de atraer.
Y en tal virtud, los panistas mueven a las "buenas conciencias", amantes del statuo quo y el inmovilismo para que, por razones más personales, individuales, se opongan a dicha construcción.
Nada significativo han hecho los panistas desde que están en el poder federal. Los seis años de Fox no fueron de estancamiento, sino de retroceso. En el 2006 dejó al país como estaba en 1994. Y en lo que su sucesor lleva ocupando Los Pinos, pareciera que también vamos para atrás.
Si en el DF se construyó el segundo piso al anillo (casi) periférico, el señor Fox y ahora el señor Calderón dicen que mejor se hubieran (sic) construido más líneas del Metro o mejorado el drenaje profundo.
En su oportunidad, Fox nada hizo. Ni siquiera el nuevo aeropuerto para la Ciudad de México, porque él no iba en la polla del negocio que beneficiaría única y exclusivamente al grupo político-económico mexiquense. De ahí que pagando precios ridículos, él, Creel y Cerisola alentaran la rebelión de los atenquenses a quienes iban a expropiar sus terrenos.
Recordaba en ese tenor hace un par de días el colega Julio Hernández, que las cacayacas lanzadas al jefe de gobierno Ebrard por el señor Calderón so pretexto de catastrofistas y hasta hoy imaginarias inundaciones en la capital federal, deberían tener mejor como destinatarios a los sucesivos gobiernos del PAN en la capital y el estado de Jalisco, cuya corrupción –no puede atribuirse a otra cosa el que las nuevas obras viales se hayan convertido en piscinas-- provocó esta misma semana el anegamiento de no pocas zonas de la Perla Tapatía y cobró la vida de varias personas.
No hacen ni dejan hacer los panistas.
Y cuando lo hacen, lo hacen mal.
Azuzando a los vecinos, ya se han opuesto a la construcción de estacionamientos subterráneos en la comercial zona de Polanco, arguyendo destrucción de zonas históricas y bla, bla, bla, como si las principales capitales europeas no tuvieran decenas y decenas de esos aparcamientos, debajo de construcciones centenarias y hasta milenarias.
Azuzando a los vecinos, también, se han opuesto a la construcción de edificios de departamentos en Lomas de Chapultepec y el mismo Polanco.
Azuzando a los vecinos, a las buenas conciencias, a los amantes del inmovilismo, es que no permiten que la ciudad crezca, porque saben que el proyecto va a redundar electoralmente a favor del gobierno del Distrito Federal.
Sí, tiene razón Marcelo Ebrard. Hay mezquindad en las ñoñas argucias de los panistas que, repito, ni hacen ni dejan hacer.
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