PARA ENTENDER LA NOTICIA
Por Benjamín Castro
La izquierda fabiana.
En el mundo real no existen los agentes al estilo de James Bond. Es decir, aquellos agentes que sirven al gobierno británico con una pistola oculta y un sistema de comunicaciones satelital en sus zapatos. Eso no existe y ni la misma CIA los utiliza. En realidad las operaciones políticas se hacen a través de las ideas, a través de corrientes que difunden una cierta concepción o una cierta propuesta política. Desde siempre, los partidos socialdemócratas han servido para inocular dentro de las filas del movimiento obrero o de los movimientos sociales las ideas y los lineamientos de la oligarquía financiera. O sea su concepción librecambista de la economía, principalmente. Eso ha sido así desde la II Internacional y el "renegado Kautsky". En los 1920s fueron ampliamente denunciados por el propio Vladimir Lenin y por Rosa Luxemburgo que tuvo que deslindarse de ellos para poder operar desde la Liga Espartaco y defender lo que ella veía como los "intereses de la clase obrera internacional". Luxemburgo, además de Lenin, enfrentaban a socialdemócratas que tenían una ideología similar a la creada por los socialistas fabianos de Inglaterra, los hermanos Webb que diseñaron un tipo de socialismo inofensivo para los intereses financieros de la City de Londres porque solo buscaba la "democratización de las decisiones" en las fabricas y algunas prestaciones económicas mínimas. Los socialdemócratas se mantuvieron con esas propuestas durante décadas.
Sin embargo ya llovió mucho sobre esos "socialistas". Desde los años 80s, la Socialdemocracia ha "modernizado" sus propuestas y se ha vuelto abiertamente fascista: Francois Mitterrand distinguido presidente socialista de Francia quien orquestó junto con Margaret Thatcher la destrucción de la Europa Oriental y el sometimiento de Europa a los dictados de las casas financieras, así como a los dictados del Banco de Pagos Internacionales, con sede en Suiza. Mitterrand lanzó la campaña "anti fascista" contra Alemania y la guerra de los Balcanes para evitar la reunificación de Europa Oriental y Occidental y el surgimiento de un poder económico que pudiera desafiar a Londres. Desde entonces los socialistas" son, literalmente "la nalga izquierda del FMI" como los bautizó Lyndon H Larouche.
Con su ideología "modernizante" y "democratizadora" buscan la supuesta "equidad" y los "consensos" en un mundo dominado por la dictadura financiera del FMI. El modelo a seguir es la "transición española", en donde supuestamente se avanza hacia la democracia, a la permisividad sexual, a la liberalización de las drogas, a la equidad de género etc. mientras el país se somete a la dictadura de los bancos centrales y la economía regresa al feudalismo en manos de las mismas familias de la aristocracia que antes controlaba los latifundios y ahora controla los bancos, las cadenas comerciales, los cárteles energéticos etc.
El socialista mexicano al estilo de los "chuchos", piensa que todo eso es "modernización" y que México debe avanzar inevitablemente hacia la globalización, que es inevitable y que la izquierda debe "modernizarse" acabando con sus prejuicios en contra de las privatizaciones etc. es decir, piensan igual que Felipe Calderón solo que desde el "lado izquierdo". Donde Calderón ve "complejos", los chuchos ven "dogmatismo marxista", y lo ven en todo aquellos que se opone a las "reformas estructurales" del FMI que ellos ven, repito, como una forma de "modernización" pero que en realidad es un regreso al feudalismo de peonaje, tiendas de raya y destrucción del estado nacional al servicio de el bienestar general."
El autor es miembro del Movimiento Internacional del economista Lyndon H. LaRouche.
Por Benjamín Castro
La izquierda fabiana.
En el mundo real no existen los agentes al estilo de James Bond. Es decir, aquellos agentes que sirven al gobierno británico con una pistola oculta y un sistema de comunicaciones satelital en sus zapatos. Eso no existe y ni la misma CIA los utiliza. En realidad las operaciones políticas se hacen a través de las ideas, a través de corrientes que difunden una cierta concepción o una cierta propuesta política. Desde siempre, los partidos socialdemócratas han servido para inocular dentro de las filas del movimiento obrero o de los movimientos sociales las ideas y los lineamientos de la oligarquía financiera. O sea su concepción librecambista de la economía, principalmente. Eso ha sido así desde la II Internacional y el "renegado Kautsky". En los 1920s fueron ampliamente denunciados por el propio Vladimir Lenin y por Rosa Luxemburgo que tuvo que deslindarse de ellos para poder operar desde la Liga Espartaco y defender lo que ella veía como los "intereses de la clase obrera internacional". Luxemburgo, además de Lenin, enfrentaban a socialdemócratas que tenían una ideología similar a la creada por los socialistas fabianos de Inglaterra, los hermanos Webb que diseñaron un tipo de socialismo inofensivo para los intereses financieros de la City de Londres porque solo buscaba la "democratización de las decisiones" en las fabricas y algunas prestaciones económicas mínimas. Los socialdemócratas se mantuvieron con esas propuestas durante décadas.
Sin embargo ya llovió mucho sobre esos "socialistas". Desde los años 80s, la Socialdemocracia ha "modernizado" sus propuestas y se ha vuelto abiertamente fascista: Francois Mitterrand distinguido presidente socialista de Francia quien orquestó junto con Margaret Thatcher la destrucción de la Europa Oriental y el sometimiento de Europa a los dictados de las casas financieras, así como a los dictados del Banco de Pagos Internacionales, con sede en Suiza. Mitterrand lanzó la campaña "anti fascista" contra Alemania y la guerra de los Balcanes para evitar la reunificación de Europa Oriental y Occidental y el surgimiento de un poder económico que pudiera desafiar a Londres. Desde entonces los socialistas" son, literalmente "la nalga izquierda del FMI" como los bautizó Lyndon H Larouche.
Con su ideología "modernizante" y "democratizadora" buscan la supuesta "equidad" y los "consensos" en un mundo dominado por la dictadura financiera del FMI. El modelo a seguir es la "transición española", en donde supuestamente se avanza hacia la democracia, a la permisividad sexual, a la liberalización de las drogas, a la equidad de género etc. mientras el país se somete a la dictadura de los bancos centrales y la economía regresa al feudalismo en manos de las mismas familias de la aristocracia que antes controlaba los latifundios y ahora controla los bancos, las cadenas comerciales, los cárteles energéticos etc.
El socialista mexicano al estilo de los "chuchos", piensa que todo eso es "modernización" y que México debe avanzar inevitablemente hacia la globalización, que es inevitable y que la izquierda debe "modernizarse" acabando con sus prejuicios en contra de las privatizaciones etc. es decir, piensan igual que Felipe Calderón solo que desde el "lado izquierdo". Donde Calderón ve "complejos", los chuchos ven "dogmatismo marxista", y lo ven en todo aquellos que se opone a las "reformas estructurales" del FMI que ellos ven, repito, como una forma de "modernización" pero que en realidad es un regreso al feudalismo de peonaje, tiendas de raya y destrucción del estado nacional al servicio de el bienestar general."
El autor es miembro del Movimiento Internacional del economista Lyndon H. LaRouche.
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