Por Enrique Cisneros
Feli-Pillo Calderón intentó hacer un dragón chino y se le hizo bolas el engrudo. Ahora anda causando lastimas tratando de arreglar el batidillo pero no sabe ni por donde entrarle.
Cuando el Chino Ye Gon (mejor conocido por el populacho como Chin-Gon) apareció en Estados Unidos, haciendo declaraciones a lo panista (como aquellas de otros panistas junto con “ la Paca ”), Felipe Calderón se subió al ring, olvidando su investidura de seudo presidente, defendiendo a su partido.
Sin embargo, nunca explicó dónde estaba el dinero que se le confiscó al chino, quién se quedaría con la billetiza y si fue llevado a Estados Unidos para lavarlo, independientemente de quién se quedara con él.
Inmediatamente mandó a su “uña y carne”, Javier Lozano Alarcón, Secretario del Trabajo, para que negociara el silencio del Chin-gón. Pero se les adelantaron los gringos, que andan sobre dos jugosos negocios: quedarse con los más de 200 millones de dólares y hacerle “manita de puerco” a Calderón para que siga aflojando…… lo que le quede por aflojar.
Más allá de lo que negoció Javier Lozano con los abogados del chino (que ya dijeron los chinos que no es chino sino mexicano) y que se reflejó en que el día 18 los leguleyos, se vieron lentos con las pruebas contundentes que dicen tener y que involucran al PAN y al gobierno de Calderón en lavado de dinero, contrabando y otros detallitos, Calderón anda hecho bolas.
Al no presentar las pruebas que habían anunciado, todo parecía que se enderezaba para Feli-Pillo y envalentonado afirmó que Chin gon iba a estar tras las rejas (nueva pifia que no corresponde a un presidente sino a un juez).
En todo este relajo se preguntaba en México por qué el gobierno de Calderón no hacía el pedido de extradición. Y que se le adelantan los gringos al espurio, deteniendo al chino-mexicano, ante lo que Calderón declaró que eso respondía a una petición del gobierno mexicano.
Pero que se le hace bolas el engrudo con el que pensaba pegar el dragón pues los gringos demostraron que no había tal pedido de extradición sino que ellos lo detuvieron por cargos que la “justicia” norteamericana le adjudicó. Con ello Calderón está embarrado hasta las manitas, pues a pesar de las negociaciones se quedó atorado en el camino.
No pedía la extradición pues no tenía como explicarles a los gringos como Chin Gon operaba sin dificultades en México, con agentes aduanales y funcionaros que tienen complicidades con Vicente Fox, sus hijastros, los Bribiesca y la Martita Sahagún. De eso se aprovecharon los gringos y que le dan el ramalazo a un supuesto presidente que se rebaja a acusador de barandilla.
Un supuesto presidente que no tiene ninguna capacidad para defender los intereses de un país que ha entregado a los gringos a cambio de que lo reconozcan como manda más.
Ahora los Calderonistas están reculando en el asunto de la extradición del chino y ya pregonan que lo importante es que se haga justicia, pero no explican porque Chin Gón recibió de manos de Vicente Fox, como un empresario distinguido, su carta de naturalización, en un acto público donde había muchos más ciudadanos que estaban en la misma condición.
Calderón tendrá que investigar todos los contactos que permitieron que Chin Gon pudiera contrabandear substancias prohibidas por toneladas y quienes más se beneficiaban del negocio…… desde luego tendrá que responder de manera fehaciente a las acusaciones públicas vertidas por el chino-mexicano. De no hacerlo quedará nuevamente la duda de su honorabilidad.
Aunque la verdad, es tan cínico que sigilosamente se bajará del ring y tratará que Hugo Sánchez o algún otro pelele, le dé la posibilidad de que los reflectores apunten a otro lado, mientras hace mutis.
Si no fue capaz de responder a la demanda popular de que se contaran los votos, casilla por casilla, para que tuviera credibilidad, poco le importará quedar como un deshonesto que salió por cuerdas, perseguido por el Chin Gon.
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