Cree el gobierno que Ulises Ruiz busca desatar la represión federal
El conflicto en Oaxaca es tema de Estado, y el PRI debe analizar cuál es la salida sobre su gobernador
El gobierno federal no enviará soldados ni policías a Oaxaca, ni convocará a una mesa de diálogo para resolver el conflicto en aquella entidad.
Fuentes oficiales consultadas por este diario explicaron que una intervención de esa naturaleza "sería dar al gobernador (Ulises Ruiz Ortiz) una fuerza que no tiene" y, además, representaría una provocación a grupos armados como el Ejército Popular Revolucionario (EPR).
"El problema de Oaxaca es del Estado mexicano en su conjunto, no sólo del gobierno federal y, en esa medida, corresponde hacer su parte a los legisladores y a la dirigencia del PRI, partido (del mandatario estatal) que debe analizar cuál es la salida a todo esto: la permanencia o no de Ruiz", señalaron.
En la mesa de análisis del gobierno calderonista existe un amplio abanico de razones para justificar su magra participación (oficialmente a la zaga) en el conflicto oaxaqueño, aun cuando admite que existe comunicación constante con Ruiz Ortiz y con dirigentes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
En particular, los funcionarios federales aseguran que el mandatario estatal priísta pretende alentar el fortalecimiento del EPR, como alternativa para desencadenar la entrada del Ejército Mexicano y de la Policía Federal Preventiva, como ocurrió en octubre de 2006.
Lo cierto es que documentos a los que tuvo acceso La Jornada dan cuenta de una solicitud formal del senador priísta Adolfo Toledo Infanzón (identificado con Ulises Ruiz) a la Secretaría de Gobernación (SG) para la liberación de 12 presuntos eperristas presos en Ixcotel, Oaxaca, quienes compurgan penas de 13 a 31 años de prisión, acusados de homicidio, terrorismo simple y portación de armas de uso exclusivo del Ejército, entre otros delitos, por los hechos del 28 de agosto de 1996, cuando un comando del EPR atacó en Bahías de Huatulco.
De acuerdo con información oficial, un grupo de tres ex reclusos, una abogada y cinco parientes de los presos, encabezados por el senador Toledo, acudieron a la SG después de los recientes ataques a depósitos de Pemex.
Los hechos, reivindicados por el EPR por medio de comunicados, ocurrieron el 5 y el 10 de julio, y la reunión, de acuerdo con funcionarios federales, se realizó después de los sucesos. El parte informativo del citado encuentro fue redactado con fecha del pasado 21 de julio.
La intención del legislador oaxaqueño, ex director de la Comisión de Planeación y Desarrollo del gobierno estatal, fue solicitar, además de la liberación de presos, la obtención de apoyos para proyectos productivos en las comunidades de los presuntos eperristas.
También fue entregada una relación con la situación jurídica de éstos -escrita con máquina mecánica- con fecha 2 de julio, aunque las fuentes consultadas revelaron que el senador Toledo tiene especial interés en que salgan de prisión los sentenciados por los hechos del 28 de agosto de 1996, en los que murieron 12 personas, entre policías, marinos, civiles y "guerrilleros".
En el contexto anterior, las fuentes advirtieron que el conflicto en Oaxaca "no deja de ser grave, pero llama la atención que personajes tan cercanos al gobernador Ruiz realicen esas gestiones, cuando está demostrado que se trata de eperristas".
Llama Calderón a las fuerzas armadas a "combatir amenazas"
Alvarado, Ver., 27 de julio. El presidente Felipe Calderón convocó a las fuerzas armadas a combatir las amenazas de quienes pretenden afectar la seguridad del país con acciones criminales, con la certeza de que serán "valientemente enfrentados y derrotados".
En la ceremonia de graduación de 108 cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar, el Ejecutivo advirtió a los elementos de la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea que el enemigo podrá presentarse de formas distintas a las del pasado, pero busca dañar con actos violentos lo que los mexicanos han construido con tanto esfuerzo.
Y volvió a referirse de manera indirecta a las explosiones en gasoductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) -cuya autoría se adjudicó el Ejército Popular Revolucionario (EPR)-, al asegurar que se han tomado medidas para velar por la seguridad, la integridad territorial y las instalaciones estratégicas del país.
Calderón regresó así a la retórica del inicio de su gobierno, cuando insistió en que los mexicanos rechazan cualquier forma de violencia y, por tanto, su administración actuará de manera firme y con la fuerza de la ley.
A su lado estaban los integrantes del gabinete de seguridad en pleno: los secretarios de la Defensa, Guillermo Galván; de Marina, Mariano Francisco Saynez; de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña; de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora.
La sombra del caso Zhenli Ye Gon siguió al Presidente hasta Veracruz, ya que tuvo como anfitrión al gobernador Fidel Herrera Beltrán, cuya firma aparece en una credencial que poseía el empresario mexicano de origen chino, y que lo acreditaba como Enlace Legislativo. El priísta rechaza conocer a Ye Gon.
En medio de este escándalo, Calderón no ocultó que tenía muchos pendientes con el procurador y con el titular de la SSP federal, porque a su regreso a la ciudad de México todavía conversó con ellos por separado en la pista del hangar presidencial. Medina Mora declinó hacer comentarios al respecto.
Así, el michoacano concluyó sus actividades públicas después de una semana complicada, que tuvo como ejes la detención de Zhenli Ye Gon en Estados Unidos y las reiteradas críticas a su propuesta de reforma fiscal, que lo llevaron a reconocer que ya la está corrigiendo.
Acompañado por su esposa, Margarita Zavala, acudió a la ceremonia de graduación en el municipio de Alvarado. Ahí entregó premios académicos a cadetes distinguidos y sables a los guardiamarinas de la generación 2001-2007.
En su discurso, Saynez garantizó al michoacano que estos nuevos oficiales se incorporan con plena conciencia de la difícil tarea que deben confrontar en la lucha por garantizar a la nación un clima de tranquilidad y seguridad.
Tenga la certeza -dijo- de que toda la Armada está preparada y lista para lograr mantener y defender los más altos intereses de la nación, y que bajo su mandato y liderazgo lucharán para alcanzar el desarrollo y bienestar del país. "No defraudaremos la confianza" de los ciudadanos, expresó.
Con esta introducción, Calderón Hinojosa llamó a los nuevos elementos de la Armada de México a salvaguardar la seguridad de los mexicanos, a garantizar el estado de derecho, tanto en el mar como en la franja terrestre, y a velar por las instalaciones estratégicas ante cualquier enemigo de la nación.
Les pidió servir a México "sin reservas", porque hoy los enemigos que enfrenta el país podrán ser otros, pero implican amenazas a la seguridad, a la vida y al patrimonio de los mexicanos.
El país -explicó- nos llama una y otra vez, todos los días, en todas las páginas que diariamente se escriben, a defenderlo, a proteger a nuestra sociedad de la inseguridad, del crimen y la violencia, y por ello hemos emprendido acciones para fortalecer las instituciones encargadas de velar por la integridad de los mexicanos.
Y como los elementos de las fuerzas armadas están "en la primera línea de defensa", refrendó su compromiso de velar por ellos. Les recordó así que al inicio de 2007 aumentó los sueldos de la tropa y la marinería, que además serán beneficiados con un programa de créditos para vivienda por un monto de 400 millones de pesos.
Con un llamado a que los marinos mantengan la lealtad a la Constitución y a las instituciones concluyó su estancia en este puerto. La próxima semana recibirá al presidente de Argentina, Néstor Kirchner; a la delegación de atletas que participó en los Juegos Panamericanos y tomará cinco días de vacaciones.
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