• El quid de la reforma electoral
• ¿Entregas y te vas...?
Lo que más promueve la ambición, mi estimado, es el estrépito de la fama ajena. Al mismo tiempo que Dean demuestra la peligrosa fuerza de la naturaleza que cada vez con más frecuencia enseña el daño irremediable causado por el ser humano, en la arena política asoman ya los vientos huracanados previos al (des)informe presidencial que, con el paso de los días, se contamina con la simpática mezcla de negociación priista que origina confusión y risa histérica.
A raíz del útil cierre de filas de la bautizada “izquierda moderada”, con el indiscutible liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, la mentada reforma fiscal de Carstens y Calderón ha sido manoseada, acariciada y modificada hasta el cansancio y ahora resulta que ese PRI, cuya cabeza visible es el célebre Estefan Chidiac, sale a insultar la inteligencia del respetable y de millones de mexicanos al afirmar que el autor de la propuesta sobre el incremento de la gasolina fue... Felipe Calderón y que el PRI avalando este nuevo impuesto –que desencadenaría una irreversible ola de aumentos de precios— no carga con la loza de haber sido su creador (jajajaja... perdón) sino sólo su aval (¿?).
Lo que en castellano significa, señor Estefan Chidiac: garantizar, responder, asegurar, ratificar y/o apoyar.
Es decir, además de que estas lacritas tricolores enseñan (su acostumbrado cinismo) una copia burda del ¿Y, yo por qué? foxista, tienen cuatro neuronas (todas motoras) al pretender salir airosos de la maniobra que (huele a mierda) sin lugar a dudas levanta sospechosismos sobre el verdadero arreglón —que nada tiene que ver con el interés de las mayorías– para sacar al par de bueyes de la barranca de Los Pinos y su mentada reforma fiscal que, con la pena, ya... hizo... agua, y no hallan cómo salir airosos de su propio enredo donde el fracaso político es monumental.
Sobre todo porque contaron con valiosos meses, después del accidentado 1 de diciembre y ante una minúscula y polémica ventaja, para encontrar puntos de consenso entre las fuerzas políticas pero decidieron, como de costumbre, fajarse con ese PRI relegando al PRD.
Pero ¿cuál es el asunto de fondo que los obligó a sacar la cara fiscal por Felipe Calderón que más interesa a este grupito de pasados de lanza tricolor...? Hay varios, pero destaca la reforma electoral... en ese inciso sobre la creación de la figura de un Jefe de Gabinete (chief of staff)... para así acotar al inquilino de Los Pinos y entonces sí, my friend, tener y tripular los detonadores sobre los nombramientos y decisiones más importantes que terminarían de pasar a la báscula del Senado... donde es de sobra conocido el poder y peso de Manlio Fabio Beltrones... protagonista indiscutible de la simpática propuesta (y de los tiempos) sobre la reforma electoral. ¿Vamos entendiendo el divertido circulito priista que nada tiene de vicioso... y sí de virtuoso?
Por supuesto que la travesura debe estar lista y con su listón antes de las elecciones intermedias. Lo delicado es la evidente debilidad presidencial y la bola de intereses que lo tienen (y mantienen) de rehén pensando que entre el PRI y el PAN (de Calderón) se repartirán el entretenido botín electoral de 2012 siguiendo la popular ruta... del chino. Ya sabe, money talks, bullshit walks. Qué democracia, votos ni qué nada. Nada como un buen arreglón con la patente de Ye Gon.
Y como las hábiles manos priistas se dan el lujo hasta de cooptar a la, ¿cómo dicen que se llama...? “izquierda moderada”, nada mejor como organizarles (tras bambalinas) encerronas con la cúpula empresarial regiomontana para que vean qué bonito es lo bonito, ¿no?
Y para que no sientan presión ni (el chantaje) mucho menos, Santiago Creel se encargó de mostrar esa faceta (que se creía superada) de hombrecito al reforzar ayer eso de que la reforma electoral puede estar en riesgo si la ceremonia del 1 de septiembre no se realiza como la ley vigente lo establece, endosando el ocurrente interés sobre el asunto a las lacritas amarillas. O habrá sido ¿te lo digo PRD para que me entiendas PRI?
Que no se preocupen en Los Pinos, el PAN y que el PRI no salga a vender esa estupidez popular de que son el fiel de la balanza de civilidad política cuando la han inclinado a favor de Calderón, quien seguramente irá a San Lázaro y –como lo establece la ley– entregará su (des)informe y tan tan.
Ahora, si como Vicente Fox se empeñan en continuar con la delicada polarización, estos chicuelos, my friend, no han aprendido nada en estos primeros y muy agitados meses. Next!
• ¿Entregas y te vas...?
Lo que más promueve la ambición, mi estimado, es el estrépito de la fama ajena. Al mismo tiempo que Dean demuestra la peligrosa fuerza de la naturaleza que cada vez con más frecuencia enseña el daño irremediable causado por el ser humano, en la arena política asoman ya los vientos huracanados previos al (des)informe presidencial que, con el paso de los días, se contamina con la simpática mezcla de negociación priista que origina confusión y risa histérica.
A raíz del útil cierre de filas de la bautizada “izquierda moderada”, con el indiscutible liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, la mentada reforma fiscal de Carstens y Calderón ha sido manoseada, acariciada y modificada hasta el cansancio y ahora resulta que ese PRI, cuya cabeza visible es el célebre Estefan Chidiac, sale a insultar la inteligencia del respetable y de millones de mexicanos al afirmar que el autor de la propuesta sobre el incremento de la gasolina fue... Felipe Calderón y que el PRI avalando este nuevo impuesto –que desencadenaría una irreversible ola de aumentos de precios— no carga con la loza de haber sido su creador (jajajaja... perdón) sino sólo su aval (¿?).
Lo que en castellano significa, señor Estefan Chidiac: garantizar, responder, asegurar, ratificar y/o apoyar.
Es decir, además de que estas lacritas tricolores enseñan (su acostumbrado cinismo) una copia burda del ¿Y, yo por qué? foxista, tienen cuatro neuronas (todas motoras) al pretender salir airosos de la maniobra que (huele a mierda) sin lugar a dudas levanta sospechosismos sobre el verdadero arreglón —que nada tiene que ver con el interés de las mayorías– para sacar al par de bueyes de la barranca de Los Pinos y su mentada reforma fiscal que, con la pena, ya... hizo... agua, y no hallan cómo salir airosos de su propio enredo donde el fracaso político es monumental.
Sobre todo porque contaron con valiosos meses, después del accidentado 1 de diciembre y ante una minúscula y polémica ventaja, para encontrar puntos de consenso entre las fuerzas políticas pero decidieron, como de costumbre, fajarse con ese PRI relegando al PRD.
Pero ¿cuál es el asunto de fondo que los obligó a sacar la cara fiscal por Felipe Calderón que más interesa a este grupito de pasados de lanza tricolor...? Hay varios, pero destaca la reforma electoral... en ese inciso sobre la creación de la figura de un Jefe de Gabinete (chief of staff)... para así acotar al inquilino de Los Pinos y entonces sí, my friend, tener y tripular los detonadores sobre los nombramientos y decisiones más importantes que terminarían de pasar a la báscula del Senado... donde es de sobra conocido el poder y peso de Manlio Fabio Beltrones... protagonista indiscutible de la simpática propuesta (y de los tiempos) sobre la reforma electoral. ¿Vamos entendiendo el divertido circulito priista que nada tiene de vicioso... y sí de virtuoso?
Por supuesto que la travesura debe estar lista y con su listón antes de las elecciones intermedias. Lo delicado es la evidente debilidad presidencial y la bola de intereses que lo tienen (y mantienen) de rehén pensando que entre el PRI y el PAN (de Calderón) se repartirán el entretenido botín electoral de 2012 siguiendo la popular ruta... del chino. Ya sabe, money talks, bullshit walks. Qué democracia, votos ni qué nada. Nada como un buen arreglón con la patente de Ye Gon.
Y como las hábiles manos priistas se dan el lujo hasta de cooptar a la, ¿cómo dicen que se llama...? “izquierda moderada”, nada mejor como organizarles (tras bambalinas) encerronas con la cúpula empresarial regiomontana para que vean qué bonito es lo bonito, ¿no?
Y para que no sientan presión ni (el chantaje) mucho menos, Santiago Creel se encargó de mostrar esa faceta (que se creía superada) de hombrecito al reforzar ayer eso de que la reforma electoral puede estar en riesgo si la ceremonia del 1 de septiembre no se realiza como la ley vigente lo establece, endosando el ocurrente interés sobre el asunto a las lacritas amarillas. O habrá sido ¿te lo digo PRD para que me entiendas PRI?
Que no se preocupen en Los Pinos, el PAN y que el PRI no salga a vender esa estupidez popular de que son el fiel de la balanza de civilidad política cuando la han inclinado a favor de Calderón, quien seguramente irá a San Lázaro y –como lo establece la ley– entregará su (des)informe y tan tan.
Ahora, si como Vicente Fox se empeñan en continuar con la delicada polarización, estos chicuelos, my friend, no han aprendido nada en estos primeros y muy agitados meses. Next!
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