Las últimas semanas diversos sectores y algunos contactos de la tierra estadounidense me han ido dejando ver que la población está alarmada y empezando a entender que la administración Bush es el principio del fin del bienestar norteamericano (si cabe llamarlo así). Hoy no me sorprende este tipo de notas, al final agrego un comentario:
Endurece Bush el combate a trabajadores indocumentados
El gobierno del presidente George W. Bush anunció la aplicación de un plan de 23 puntos enfocado a endurecer los mecanismos y leyes para combatir a los trabajadores indocumentados en Estados Unidos.
“Estas reformas representan los pasos que puede tomar mi gobierno dentro de nuestras fronteras para utilizar las leyes existentes y garantizar la seguridad fronteriza, mejorar las leyes laborales y actualizar los programas de empleo temporal; y para ayudar a los nuevos inmigrantes a que se asimilen a la sociedad estadunidense”, indicó Bush en una declaración por escrito en la que dio a conocer los 23 puntos del plan.
Las medidas, algunas ya vigentes, establecen la necesidad de seguir construyendo un muro de concreto y cercos dobles y triples de acero en la frontera con México; contratar a más agentes de la Patrulla Fronteriza; entrenar a las agencias policiales en operaciones para detectar y detener a indocumentados, y la puesta en vigor de un programa electrónico para la verificación de autenticidad de documentos de empleo, entre otros.
“Esto mejorará la agilidad, peso y uso de las medidas de combate a la inmigración indocumentada que ya tiene el gobierno federal”, remató Michael Chertoff, secretario de Seguridad Interior, quien junto con Carlos Gutiérrez, secretario de Comercio, dio una conferencia de prensa para explicar las nuevas acciones.
Varios legisladores que se oponen a seguir recrudeciendo las acciones de combate a la inmigración indocumentada, como el senador demócrata por Massachussets, Ted Kennedy, aseguraron que el plan de Bush es una especie de “herramienta política” para castigar o presionar al Congreso por su reciente fracaso o indecisión en aprobar un proyecto de ley sobre reforma migratoria integral.
“No es una medida para castigar al Congreso”, respondió Chertoff a las críticas de Kennedy, al manifestar, además, que lo que busca Bush es que en el Congreso se apruebe una reforma migratoria integral, que permita regularizar el estatus de residencia de unos 12 millones de indocumentados, crear empleo temporal para trabajadores extranjeros y asegurar la integridad de las fronteras.
Respecto de los puntos más duros del plan, la Casa Blanca anunció que para el 31 de diciembre de 2008 la Patrulla Fronteriza contará con 18 mil 300 agentes que vigilarán la frontera con México, a los que se sumarán otros mil 700 en el 2009.
En el mismo plazo se construirán otros 600 kilómetros de cercos dobles y triples de acero en la zona limítrofe con México, y otros 500 kilómetros de barreras móviles de concreto; además de la instalación de 105 cámaras y torres con radares electrónicos. También se adicionarán tres aviones más de control remoto para la localización y detección de indocumentados.
Dentro de los 50 estados de la Unión Americana, el Departamento de Seguridad Interior continuará realizando redadas esporádicas en lugares de empleo en que se sospeche laboran indocumentados, los que ahora serán fichados y deportados inmediatamente a su país de origen.
Una reincidencia de un indocumentado, podría costarle el ser encerrado varios meses --o hasta tres anos-- en una prisión federal o estatal.
En paralelo, el plan de la Casa Blanca sostiene que “forzará” a gobiernos “recalcitrantes” de naciones que ponen muchos pretextos para la repatriación rápida e inmediata de sus ciudadanos.
En este mismo tenor, se desplegará el programa de verificación laboral, según el cual todo empleador estará obligado a revisar los documentos de sus empleados para detectar a los ilegales.
Al mismo tiempo, este mismo instrumento electrónico se utilizará para detectar a los indocumentados que utilizan documentos laborales de residentes permanentes o ciudadanos estadunidenses.
El gobierno federal estadunidense también echará mano de varias agencias, como la de Aduanas, para perseguir, arrestar y deportar a toda persona que se quede en Estados Unidos más de lo que determina la visa con la que haya ingresado legalmente al país.
Así mismo, se entrenará a las agencias policiales de los estados y a nivel local para que colaboren en la detección, captura y deportación de indocumentados.
Chertoff se comprometió a hacer reportes constantes sobre los avances o estado del nuevo plan para corregir los errores en los que se pueda incurrir en el proyecto.
Comentario: yo no voy a juzgar lo que en el plano internacional EUA ha hecho para ayudar en ciertos momentos a determinadas poblaciones del país, creo que los norteamericanos han tenido ciertos buenos gobiernos y dentro del mismo panorama profético y bíblico han tenido un papel que cumplir muy bien, aunque no siempre ha sido así. Pero ahora sí se está volando la barda el señor Bush, porque pone en manifiesto que el muro sigue, deje del concreto y del muro físico, la intención es como alguna vez Hitler marcar la diferencia entre dos razas. Es algo muy distinto, claro que lo sé, pero Hitler siempre quiso tener la razón, imponerse sobre los inferiores y Bush ya piensa igual o hasta peor, para él un latino y concretamente los mexicanos no pueden ser tratados como los de su país, que lástima porque al final todos somos creación de Dios, seres humanos...
El gobierno del presidente George W. Bush anunció la aplicación de un plan de 23 puntos enfocado a endurecer los mecanismos y leyes para combatir a los trabajadores indocumentados en Estados Unidos.
“Estas reformas representan los pasos que puede tomar mi gobierno dentro de nuestras fronteras para utilizar las leyes existentes y garantizar la seguridad fronteriza, mejorar las leyes laborales y actualizar los programas de empleo temporal; y para ayudar a los nuevos inmigrantes a que se asimilen a la sociedad estadunidense”, indicó Bush en una declaración por escrito en la que dio a conocer los 23 puntos del plan.
Las medidas, algunas ya vigentes, establecen la necesidad de seguir construyendo un muro de concreto y cercos dobles y triples de acero en la frontera con México; contratar a más agentes de la Patrulla Fronteriza; entrenar a las agencias policiales en operaciones para detectar y detener a indocumentados, y la puesta en vigor de un programa electrónico para la verificación de autenticidad de documentos de empleo, entre otros.
“Esto mejorará la agilidad, peso y uso de las medidas de combate a la inmigración indocumentada que ya tiene el gobierno federal”, remató Michael Chertoff, secretario de Seguridad Interior, quien junto con Carlos Gutiérrez, secretario de Comercio, dio una conferencia de prensa para explicar las nuevas acciones.
Varios legisladores que se oponen a seguir recrudeciendo las acciones de combate a la inmigración indocumentada, como el senador demócrata por Massachussets, Ted Kennedy, aseguraron que el plan de Bush es una especie de “herramienta política” para castigar o presionar al Congreso por su reciente fracaso o indecisión en aprobar un proyecto de ley sobre reforma migratoria integral.
“No es una medida para castigar al Congreso”, respondió Chertoff a las críticas de Kennedy, al manifestar, además, que lo que busca Bush es que en el Congreso se apruebe una reforma migratoria integral, que permita regularizar el estatus de residencia de unos 12 millones de indocumentados, crear empleo temporal para trabajadores extranjeros y asegurar la integridad de las fronteras.
Respecto de los puntos más duros del plan, la Casa Blanca anunció que para el 31 de diciembre de 2008 la Patrulla Fronteriza contará con 18 mil 300 agentes que vigilarán la frontera con México, a los que se sumarán otros mil 700 en el 2009.
En el mismo plazo se construirán otros 600 kilómetros de cercos dobles y triples de acero en la zona limítrofe con México, y otros 500 kilómetros de barreras móviles de concreto; además de la instalación de 105 cámaras y torres con radares electrónicos. También se adicionarán tres aviones más de control remoto para la localización y detección de indocumentados.
Dentro de los 50 estados de la Unión Americana, el Departamento de Seguridad Interior continuará realizando redadas esporádicas en lugares de empleo en que se sospeche laboran indocumentados, los que ahora serán fichados y deportados inmediatamente a su país de origen.
Una reincidencia de un indocumentado, podría costarle el ser encerrado varios meses --o hasta tres anos-- en una prisión federal o estatal.
En paralelo, el plan de la Casa Blanca sostiene que “forzará” a gobiernos “recalcitrantes” de naciones que ponen muchos pretextos para la repatriación rápida e inmediata de sus ciudadanos.
En este mismo tenor, se desplegará el programa de verificación laboral, según el cual todo empleador estará obligado a revisar los documentos de sus empleados para detectar a los ilegales.
Al mismo tiempo, este mismo instrumento electrónico se utilizará para detectar a los indocumentados que utilizan documentos laborales de residentes permanentes o ciudadanos estadunidenses.
El gobierno federal estadunidense también echará mano de varias agencias, como la de Aduanas, para perseguir, arrestar y deportar a toda persona que se quede en Estados Unidos más de lo que determina la visa con la que haya ingresado legalmente al país.
Así mismo, se entrenará a las agencias policiales de los estados y a nivel local para que colaboren en la detección, captura y deportación de indocumentados.
Chertoff se comprometió a hacer reportes constantes sobre los avances o estado del nuevo plan para corregir los errores en los que se pueda incurrir en el proyecto.
Comentario: yo no voy a juzgar lo que en el plano internacional EUA ha hecho para ayudar en ciertos momentos a determinadas poblaciones del país, creo que los norteamericanos han tenido ciertos buenos gobiernos y dentro del mismo panorama profético y bíblico han tenido un papel que cumplir muy bien, aunque no siempre ha sido así. Pero ahora sí se está volando la barda el señor Bush, porque pone en manifiesto que el muro sigue, deje del concreto y del muro físico, la intención es como alguna vez Hitler marcar la diferencia entre dos razas. Es algo muy distinto, claro que lo sé, pero Hitler siempre quiso tener la razón, imponerse sobre los inferiores y Bush ya piensa igual o hasta peor, para él un latino y concretamente los mexicanos no pueden ser tratados como los de su país, que lástima porque al final todos somos creación de Dios, seres humanos...
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