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31 julio 2008

A Mitad del Año y Todo Parece de Bajada

Taller de Economía Social y de Políticas Públicas*

Estamos en la segunda mitad del 2008 y la información acerca de la situación actual, así como de las expectativas de la economía, se tornan negativas cotidianamente. Los temas que siguen estando presentes son: el debate por los cambios a PEMEX, con el alto precio del petróleo, pero con una producción que disminuye fuertemente; la crisis alimentaría, que ha desembocado en fuerte inflación; la profunda crisis en Estados Unidos, que se refleja en su baja producción, menor consumo, elevado desempleo, rescates a enormes empresas hipotecarias; etcétera.

En este marco general quisiéramos enfocar 3 particularidades:

1. En octubre pasado la CFE y el gobierno de Tabasco, con la presencia del presidente ilegítimo Felipe Calderón, lograron un Acuerdo Solidario de Cooperación (ASC) que significaba que la paraestatal iba a cobrar menores tarifas eléctricas a empresas y a viviendas en el estado; en parte se concedía este apoyo para compensar las altas temperaturas, a lo largo de todo el año, en la entidad y, segundo, para reconocer que Tabasco forma parte de la generación eléctrica nacional al ubicarse en los márgenes del Río Grijalva. Desde luego que la noticia de menores tarifas eléctricas se recibió con gran júbilo.

Días posteriores al acuerdo con la CFE vinieron las tormentas tropicales y el desastre que acompaño la apertura de la Presa Peñitas del Río Grijalva y las inundaciones que cubrieron gran parte de Tabasco, incluyendo a su capital Villahermosa, en aquellas jornadas la CFE anunció que no enviaría los recibos de energía eléctrica, lo que se entendió fue que la CFE estaba condonando los adeudos; un mes o mes y medio después de las inundaciones empezaron a llegar a las familias los recibos de la paraestatal y en una sola exhibición se solicitaba pagar los adeudos y el consumo eléctrico vigente. Este agravio es el extremo opuesto al acuerdo solidario de octubre. A la fecha no ha habido ninguna disminución de las tarifas eléctricas sino incrementos, y además se están haciendo cobros indebidos a tal grado que desde el gobierno del Estado se convoca a no pagar, a una resistencia civil contra la paraestatal, entre tanto no se ha logrado una audiencia del gobernador con la CFE, para revisar donde quedó el Acuerdo Solidario de Cooperación con Tabasco. Y de lo demás ni hablar, que se puede esperar de la derecha.

2. En otro orden. Este mismo año, hace un par de meses se publicó en la Secretaría de Hacienda un documento de planeación de mediano plazo, el programa de financiamiento para el desarrollo, 2008-2012, es un análisis amplio con mucha información y con las tendencias hacia el futuro cercano. En esta ocasión sólo comentaremos los escenarios que se consideran: escenarios conservador, favorable y desfavorable, esta división es usual dentro de los economistas que se encargan de realizar proyecciones.

El documento establece que el escenario desfavorable en México “incorpora la incertidumbre frente al entorno externo, dada la posibilidad de observar un crecimiento por debajo del potencial en los Estados Unidos durante los próximos años a raíz de la reciente crisis en los sectores hipotecario y financiero que está observándose en ese país” y utilizan pronósticos del Fondo Monetario Internacional y de la oficina de presupuestos del Congreso Estadounidense. La realidad a pocas semanas de haberse elaborado este documento ha demostrado que nos encontramos tanto en México como en Estados Unidos ante una economía más estancada. En México se han creado algunos empleos, que son pocos incluso comparados con las promesas de los políticos y muy distantes de las necesidades demográficas. Se ha subido la tasa de interés hasta el 8% en la TIE, restringiendo más el crecimiento económico y dificultando el financiamiento de las familias y de los proyectos productivos.

Aquellas diez medidas anunciadas para evitar “el contagio” de la crisis Estadounidense no evitaron que hoy estemos por debajo del escenario desfavorable ¿Hará una revisión pública la Secretaría de Hacienda de su estrategia de crecimiento de mediano plazo? Seguramente no, y de seguir así podrían irse de aquí al fin del sexenio.

3. El Centro de Investigación y Docencia Económicas y la Secretaría de Economía publican un análisis de la competitividad de las ciudades en México, tomando como referencia 225 municipios de los cerca de tres mil que tiene el país y consolidan 60 ciudades o áreas metropolitanas. La competitividad urbana que definen para estas ciudades se basa en cuatro aspectos: 1) indicadores económicos: producción, salarios, inversión, etc.; 2) indicadores institucionales: ingresos y deuda pública, catastro actualizado, reglamentos, transparencia, etc.; 3) indicadores socio demográficos: población en edad de trabajar, marginación, nivel de desarrollo económico, delincuencia, etc.; y 4) indicadores urbanos: bancos, tiendas de autoservicio, estudiantes universitarios, Internet, científicos, parques industriales, etc.

Con este gran conjunto de información se realiza un procesamiento de datos para tratar de identificar que ciudades son más competitivas, desde luego salen mejor calificadas las que ya sabemos, las ciudades del centro y norte del país, en tanto que las ciudades del sur sureste de México quedan en los últimos lugares. En estos listados siempre debe aparecer alguna ciudad, el problema no es éste, sino la distancia abismal entre los primeros lugares y los últimos. A través de este estudio de competitividad podemos volver a mirar la amplia desigualdad regional entre el norte y el sur del país.

Estos análisis de competitividad comparativa entre ciudades tienen una ventaja: sintetizar muchas variables en una sola cifra, que es la calificación de competitividad. Sin embargo, se distorsionan los fines con los medios. El propósito de la economía debe ser el incremento permanente del nivel de vida de la población y como consecuencia la competitividad se incrementará. Pero lo anterior, no es la manera en que proceden los gobiernos para tomar decisiones, se hace un manejo político para mejorar la calificación de competitividad y si con eso se mejora el nivel de vida, pues que bien; claramente entrar a compararse con estos listados genera un comportamiento perverso en los círculos políticos, pero no redunda en bienestar para la población.

*Taller de economía Social y Políticas Públicas, Facultad de Economía de la UNAM.

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