· El integrante del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Fernando Vizcaíno Guerra, dijo que en los últimos 15 años este discurso nacionalista se ha transformado
· Esos grupos le han restado importancia a los hechos relevantes de la historia y han puesto mayor interés en la democracia y los derechos humanos, expresó
· Existen otro tipo de agrupaciones, que más allá del dominio, buscan beneficios económicos
El discurso nacionalista se ha transformado en los últimos 15 años y hoy las elites que detentan el poder en México, recurren menos a referentes como la Independencia, la Reforma, la Revolución, el Cardenismo y la Expropiación Petrolera, afirmó el integrante del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Fernando Vizcaíno Guerra.
Se podría establecer una correlación entre la vinculación de la economía nacional con la internacional y el cambio de esta corriente de pensamiento, comentó.
Según Vizcaíno Guerra, esos grupos le han restado importancia a los hechos relevantes de la historia y han puesto mayor interés en la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, éstos últimos tienen menos efectos para propósitos patrióticos que para los contenidos.
Por otra parte, sostuvo que la imagen de la democracia en el nacionalismo ha incorporado una intención demagógica y no una alocución de legitimidad; se usa más bien como una ideología.
Fernando Vizcaíno, quien es doctor en Ciencia Política por la UNAM y cuya línea de investigación es la historia y la sociedad, dijo que para que esta corriente funcione como discurso de las elites, debe ser creíble entre la mayoría de la sociedad; de lo contrario, es hueco y termina por volverse en contra de quien lo emplea.
En este sentido, indicó que los grupos con ambiciones incluyen estos términos para conseguir sus objetivos.
Así, el nacionalismo –entendido como la exaltación de la nación–, se vuelve significativo cuando lo ejercen los tomadores de decisiones, refirió el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Asimismo, señaló que existen otro tipo de elites, que más allá del dominio, buscan beneficios económicos y, para ellas, también son importantes estos postulados. Tal es el caso de las grandes empresas mexicanas, que se disputan el mercado con grupos internacionales.
El nacionalismo histórico se ha perdido, ha decrecido de manera considerable y, al mismo tiempo, se han incorporado nuevos contenidos aún cuando no son tan relevantes como los referentes al pasado, concluyó.
· Esos grupos le han restado importancia a los hechos relevantes de la historia y han puesto mayor interés en la democracia y los derechos humanos, expresó
· Existen otro tipo de agrupaciones, que más allá del dominio, buscan beneficios económicos
El discurso nacionalista se ha transformado en los últimos 15 años y hoy las elites que detentan el poder en México, recurren menos a referentes como la Independencia, la Reforma, la Revolución, el Cardenismo y la Expropiación Petrolera, afirmó el integrante del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Fernando Vizcaíno Guerra.
Se podría establecer una correlación entre la vinculación de la economía nacional con la internacional y el cambio de esta corriente de pensamiento, comentó.
Según Vizcaíno Guerra, esos grupos le han restado importancia a los hechos relevantes de la historia y han puesto mayor interés en la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, éstos últimos tienen menos efectos para propósitos patrióticos que para los contenidos.
Por otra parte, sostuvo que la imagen de la democracia en el nacionalismo ha incorporado una intención demagógica y no una alocución de legitimidad; se usa más bien como una ideología.
Fernando Vizcaíno, quien es doctor en Ciencia Política por la UNAM y cuya línea de investigación es la historia y la sociedad, dijo que para que esta corriente funcione como discurso de las elites, debe ser creíble entre la mayoría de la sociedad; de lo contrario, es hueco y termina por volverse en contra de quien lo emplea.
En este sentido, indicó que los grupos con ambiciones incluyen estos términos para conseguir sus objetivos.
Así, el nacionalismo –entendido como la exaltación de la nación–, se vuelve significativo cuando lo ejercen los tomadores de decisiones, refirió el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Asimismo, señaló que existen otro tipo de elites, que más allá del dominio, buscan beneficios económicos y, para ellas, también son importantes estos postulados. Tal es el caso de las grandes empresas mexicanas, que se disputan el mercado con grupos internacionales.
El nacionalismo histórico se ha perdido, ha decrecido de manera considerable y, al mismo tiempo, se han incorporado nuevos contenidos aún cuando no son tan relevantes como los referentes al pasado, concluyó.
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