Avanza Rebelión Magisterial
Por Enrique Cisneros Luján
Elba Esther Gordillo, operadora política de Carlos Salinas de Gortari supone que el pueblo de México y en particular los maestros son piezas de ajedrez que puede mover a su antojo para seguir acumulando poder y en su momento lanzarse por la presidencia de México, vía su partido el PANAL. Ella, pragmática como siempre ha sido, ahora trata de quedar bien con los grandes capitalistas neoliberales demostrándoles que en el terreno que controla mejor, puede implementar las órdenes que los neoliberales han dado en el campo educativo.
Por ello se despachó con la cuchara grande impulsando lo que llama Alianza para la Educación , declarando entre otras sandeces que el normalismo se debe de convertir en escuelas técnicas. Además aplica un examen para decidir a quien se les otorga las plazas de maestros, desechando a más de 50 % del magisterio, ya titulados.
Esto responde a los planes neoliberales de convertir la educación de los países no desarrollados, en formadores de técnicos; en mano de obra barata para que las grandes compañías puedan seguir expoliando a dichos países. Todo esto va acompañado de recortes presupuestales a la educación beneficiando a los comerciantes privados.
A esto hay que aumentar el impulso de la privatización del ISSSTE que afecta a más de 4 millones de burócratas donde casi el 50 % son maestros.
Pero Elba Esther se ha equivocado al pensar que tiene el control del movimiento magisterial, por el contrario una gran sublevación se está dando en diversas entidades del país incluyendo algunas como Morelos, Quinta Roo o Baja California donde hasta hace poco no había protestas ni movilización.
Desde luego que ahora que se han reactivado las clases, los contingentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) están listos para jalar junto a esos nuevos destacamentos. Tan sólo en la reciente reunión representativa de ese organismo participaron delegados de 20 delegaciones: Guerrero, Oaxaca, Valle de Toluca, DF, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Durango, entre otras.
Acordaron que son vigentes los principios, las estrategias y tácticas de lucha de la CNTE y se mantiene la unidad de sus contingentes buscando las relaciones con los diferentes referentes en los ejes aglutinadores de lucha en el país.
Convocaron a participar en la movilización nacional del 1 de septiembre del Ángel de la Independencia al Zócalo, esto en el marco del paro cívico nacional, contra “la privatización de PEMEX, por la abrogación de la nefasta nueva ley del ISSSTE, contra el pacto de la Alianza por la Calidad en la Educación y por un aumento salarial emergente”
También decidieron seguir impulsando la consulta en todo el país contra la privatización de Pemex e hicieron un llamado a toda la ciudadanía a concentrarse en las diferentes plazas públicas el 31 de agosto para rechazar la reforma de Pemex.
El 28 y 29 de agosto realizarán una Convención Nacional sobre la seguridad social un foro nacional contra el pacto denominado Alianza por la Calidad en la Educación y una movilización nacional conjunta en septiembre de 2008. También reinstalarán el PLANTONISSTE.
Estas medidas se suman a las que ya se están realizando en varias entidades de la república como en Morelos donde desde el lunes pasado hay paro magisterial que derivará en cierres de carreteras y otras acciones. En Quintana Roo, Baja California Sur y Zacatecas, entre otras entidades, ya se iniciaron los paros y movilizaciones.
En el DF la Sección IX democrática tiene tomado el local sindical en contra de la imposición elbista y en Oaxaca se están movilizado por la realización de su próximo congreso que se deberá de realizar en septiembre. También en Chiapas crece el rechazo al charrazo sindical en la sección 7.
Por su parte los normalistas rurales tienen tomadas instalaciones y están movilizados en otros sectores educativos, como el de los llamados rechazados donde también hay organización y acciones.
En fin, van 72 horas del inicio de clases escolares y se perfila la rebelión en el sector educativo, lo cual se generalizará en la medida que pasen los días y que por otro lado crezca el rechazo a la privatización petrolera.
Que no se extrañe nadie si de este sector nacen contingentes que confronten con firmeza las medidas neoliberales del estado, ya lo han demostrado en otras etapas históricas.
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