1. Presentación de los dictámenes por los que se rechazan las iniciativas de Felipe Calderón y del PRI en materia petrolera, porque van en contra de la letra y el espíritu de la Constitución y no son sino dos modalidades del mismo proyecto desnacionalizador y privatizador que alteran las funciones y el objeto de Pemex. Honrar, en consecuencia, el resultado de las consultas populares celebradas el 27 de julio, el 11 y 24 de agosto.
2. Iniciar un juicio de responsabilidades a quienes han propiciado la corrupción y el desastre petrolero del país. Demandar la presentación ante el Congreso de todos los contratos que las empresas privadas hayan signado con el sector energético y suprimir todos aquellos que sean anticonstitucionales.
3. Solicitar a la Auditoría Superior de la Federación que proponga las medidas correctivas al grave deterioro de la industria petrolera y de las finanzas públicas, según expuso su titular en el debate del Senado. Proscribir las actividades ilícitas del sindicato petrolero e impedir la transferencia de recursos a partidos y campañas electorales.
4. Proponer la creación de una Comisión Plural que elabore una política energética de Estado de largo plazo y definir los términos y objetivos de la seguridad energética nacional que determine el pleno aprovechamiento de nuestros recursos para el desarrollo del país, limite la plataforma de exportación y prepare el advenimiento de nuevas fuentes de energía. Crear asimismo un Consejo Nacional de Energía que incluya a la sociedad en la planeación del sector.
5. Reanudar las exploraciones, recuperar la petroquímica, iniciar la construcción de refinerías e incrementar la capacidad de las existentes, reconstituir al Instituto Mexicano del Petróleo como institución rectora en investigación, desarrollo e innovación de la industria petrolera, así como incorporar a las universidades públicas y centros académicos en este proceso.
6. Dotar a Pemex de los recursos que no está ejerciendo actualmente, al modificar los múltiples controles que le impone el Ejecutivo. Crear un Programa y un Fondo de Apoyo Inmediato a Petróleos Mexicanos.
7. Efectuar una reforma hacendaria profunda que termine con el actual régimen de derechos que es abiertamente confiscatorio y libere el presupuesto de Pemex para la inversión, el desarrollo y la industrialización.
8. Instar al Ejecutivo para redefinir a favor del interés nacional los términos de la explotación en aguas profundas y yacimientos transfronterizos en negociaciones internacionales. No ceder a la presión de las empresas transnacionales para acaparar la riqueza en dichas áreas ni permitir la intervención de tribunales foráneos en su favor.
9. Prohibir la adjudicación directa y la invitación restringida a los contratos de obras y prestación de servicios a empresas privadas en todas las actividades con hidrocarburos, ya que son estratégicas. Impedir que los particulares se apropien de la renta petrolera en las actividades del sector, incluyendo el gas.
10. Cancelar la celebración de contratos de riesgo o equivalentes bajo cualquier otra forma, ya que violan la Constitución y las leyes.
11. Devolver a Pemex su carácter de organismo de Estado plenamente integrado cuyo principal objetivo es el desarrollo nacional. En consecuencia, eliminar las subsidiarias y filiales.
12. Ampliar y reforzar los mecanismos de auditoria de PEMEX para vigilar los contratos públicos, el conflicto de intereses y el tráfico de influencias. Para tal efecto, crear un Comité Anti-Corrupción formado por ciudadanos.
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