La secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice, y el ministro del Exterior polaco, Radek Sikorski, rubricaron la avenencia por la cual el Pentágono instalará, antes de 2012, los misiles a sólo 180 kilómetros de la frontera occidental con Rusia.
El arreglo se firma seis días después del anuncio de Washington y Varsovia de la conclusión de 18 meses de difíciles negociaciones sobre exigencias polacas para que Washington desplegara baterías de misiles Patriot norteamericanos y financiara la reforma del ejército nacional.
Moscú advirtió en su momento que al instalar Polonia los cohetes interceptores en su territorio, este país se convierte en posible blanco de ataques futuros, incluso nucleares.
Los misiles en Polonia y un radar de localización lejana y pronto aviso que se instalará en la República Checa forman los elementos del escudo antimisil norteamericano, junto a otros desplegados en Estados Unidos, Groenlandia y Gran Bretaña.
Desde Moscú, donde realiza una visita de trabajo, el presidente sirio, Bashar al Assad, declaró la disposición de su nación a cooperar con Rusia para reforzar su seguridad.
El dirigente sirio mencionó la posibilidad de acoger en su territorio cohetes interceptores rusos del tipo Iskander.
No obstante, no existe ningún acuerdo concreto ni ha habido negociaciones al respecto, aclaró en declaraciones al diario ruso Kommersant.
Tales proyectos primero tienen que ser examinados por expertos militares, consideró Al Assad, quien se reúne este miércoles con el presidente ruso, Dmitri Medvedev.
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