Las autoridades israelíes hicieron efectivo su compromiso de liberar a 198 presos palestinos y, con él, pretenden dar un impulso al aparentemente estancado proceso de paz en Oriente Próximo. Desde el Ejecutivo hebreo se reiteró que "no es fácil" tomar decisiones tan dolorosas para su orgullo, pero defienden una acción no compartida por todos los israelíes porque "puede ayudar a las negociaciones y generar buena voluntad". El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, alias Abu Mazen, cuyo liderazgo también pretende reforzar esta amnistía masiva, agradeció el gesto, pero aclaró que "no habrá paz sin la liberación de todos los presos", aproximadamente 11.000.
La lista original de los presos liberados perdonaba a 199 personas, pero en ella se incluía un reo pendiente aún de una una investigación criminal, por lo que a Ramala, tan sólo llegaron 198. Allí los palestinos los recibieron con una ceremonia presidida por Abbas y otros altos dirigentes.
El júbilo de una parte contrasta con la sensación confusa de la otra, que no ceja de justificar su acción en la medida que supone un refuerzo a Al Fatah y al proceso de paz resurgido en Annapolis. Como reconoció el portavoz del Ejecutivo de Tel Aviv, Mark Regev, "no es fácil para Israel liberar prisioneros", más aún cuando "algunos de los individuos que han sido puestos en libertad han sido declarados culpables por su implicación directa en el asesinato de civiles inocentes". "Sin embargo", añadió, "entendemos la importancia de la cuestión de los prisioneros para la sociedad palestina" y "creemos que esta acción pueda ayudar a las negociaciones y generar buena voluntad".
Festejos. Durante su discurso de bienvenida, el presidente de la Autoridad Palestina aplaudió el gesto, pero lo vio insuficiente, reclamando una amnistía general para todos los prisioneros: "no hay duda de que buscamos la paz y estamos intentando alcanzar nuestros objetivos, y no habrá paz sin liberar a todos los presos", refiriéndose así a los casi 11.000 reos que "han quedado atrás", especialmente para el "hermano mayor" Marwan Barguthi, secretario general de Al Fatah y condenado a cinco cadenas perpetuas y el "hermano líder" Ahmad Saadat, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina y castigado por su implicación en el único político israelí asesinado durante la Segunda Intifada, el ministro Rehavam Zeevi.
Rice se reunirá com Olmert y Abbas
La liberación de los presos coincide precisamente con la llegada de la secretaria de Estado norteamericano a Israel en una visita de 25 horas con la que pretende dar nuevos bríos al proceso de paz entre israelíes y palestinos. Sin embargo, son pocos los analistas que creen que la visita pueda conseguir algún logro importante.
Nada más bajar del avión la responsable de la diplomacia estadounidense mostró su satisfacción por la liberación de los palestinos, "un asunto tan sensible para los palestinos".
Rice se entrevistará el martes con Olmert en Jerusalén y con Abbas en Ramala.
Rice reiteró que espera que se logre un acuerdo de paz antes de enero, cuando termina su mandato Bush, pero rebajó las expectativas de que se haga público un acuerdo parcial antes de la celebración de la Asamblea General de la ONU de septiembre. "Es extremadamente importante seguir haciendo avances y no tanto llegar de forma prematura a una serie de conclusiones", afirmó desde Tel Aviv.
"Seguimos teniendo el mismo objetivo, que es alcanzar un acuerdo para finales de año", dijo. Al respecto, Rice indicó que Washington no está presionando a las partes para "superar los desencuentros" y reconoció que las negociaciones que aún restan son difíciles.
La lista original de los presos liberados perdonaba a 199 personas, pero en ella se incluía un reo pendiente aún de una una investigación criminal, por lo que a Ramala, tan sólo llegaron 198. Allí los palestinos los recibieron con una ceremonia presidida por Abbas y otros altos dirigentes.
El júbilo de una parte contrasta con la sensación confusa de la otra, que no ceja de justificar su acción en la medida que supone un refuerzo a Al Fatah y al proceso de paz resurgido en Annapolis. Como reconoció el portavoz del Ejecutivo de Tel Aviv, Mark Regev, "no es fácil para Israel liberar prisioneros", más aún cuando "algunos de los individuos que han sido puestos en libertad han sido declarados culpables por su implicación directa en el asesinato de civiles inocentes". "Sin embargo", añadió, "entendemos la importancia de la cuestión de los prisioneros para la sociedad palestina" y "creemos que esta acción pueda ayudar a las negociaciones y generar buena voluntad".
Festejos. Durante su discurso de bienvenida, el presidente de la Autoridad Palestina aplaudió el gesto, pero lo vio insuficiente, reclamando una amnistía general para todos los prisioneros: "no hay duda de que buscamos la paz y estamos intentando alcanzar nuestros objetivos, y no habrá paz sin liberar a todos los presos", refiriéndose así a los casi 11.000 reos que "han quedado atrás", especialmente para el "hermano mayor" Marwan Barguthi, secretario general de Al Fatah y condenado a cinco cadenas perpetuas y el "hermano líder" Ahmad Saadat, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina y castigado por su implicación en el único político israelí asesinado durante la Segunda Intifada, el ministro Rehavam Zeevi.
Rice se reunirá com Olmert y Abbas
La liberación de los presos coincide precisamente con la llegada de la secretaria de Estado norteamericano a Israel en una visita de 25 horas con la que pretende dar nuevos bríos al proceso de paz entre israelíes y palestinos. Sin embargo, son pocos los analistas que creen que la visita pueda conseguir algún logro importante.
Nada más bajar del avión la responsable de la diplomacia estadounidense mostró su satisfacción por la liberación de los palestinos, "un asunto tan sensible para los palestinos".
Rice se entrevistará el martes con Olmert en Jerusalén y con Abbas en Ramala.
Rice reiteró que espera que se logre un acuerdo de paz antes de enero, cuando termina su mandato Bush, pero rebajó las expectativas de que se haga público un acuerdo parcial antes de la celebración de la Asamblea General de la ONU de septiembre. "Es extremadamente importante seguir haciendo avances y no tanto llegar de forma prematura a una serie de conclusiones", afirmó desde Tel Aviv.
"Seguimos teniendo el mismo objetivo, que es alcanzar un acuerdo para finales de año", dijo. Al respecto, Rice indicó que Washington no está presionando a las partes para "superar los desencuentros" y reconoció que las negociaciones que aún restan son difíciles.
Fuente: OTR Press
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