Desesperadas son las acciones (infructuosas) de la Secretaría de Educación Pública y las metidas de mano del sindicato magisterial encabezado por Elba Esther Gordillo para permanecer expandiendo su política de “estancamiento” en la educación mexicana.
No hace muchos días se aplicó una supuesta prueba que buscaría erradicar la corrupción materializada en el tráfico de plazas magisteriales, misma prueba que presentó irregularidades desde una hora de atraso en su aplicación hasta la venta de resultados para allegados a Gordillo.
La educación es cosa seria. Forja parte importante del futuro de una nación y ésta se encuentra en manos de quien no tiene ni la más remota idea de lo que es formar seres humanos integrales que en un futuro trabajen por el crecimiento de nuestro país.
Dejando atrás el funesto proceso de selección, ahora también anuncia sus propósitos por cerrar las escuelas normales. Es decir, cerrar el lugar donde se forman a los futuros profesores, a los que van a tener en sus manos a los futuros alumnos.
Elba Esther Gordillo plantea convertir las escuelas normales públicas en lugares donde se formen técnicos en turismo. Es decir, mano de obra certificada.
Pues quien iba a pensar que quien debiera ser la principal defensora del gremio magisterial es la primera entreguista y servil a los deseos de la derecha exterminante de cualquier intento de autonomía de la población.
Pese a los ciertos rezagos con los que cuentan las escuelas normalistas, cabe reconocer que desde hace muchos años han sido vitales para la creación de personas dedicadas a la labor pedagógica.
Tampoco se niega la disparidad que hay entre los planes con los que se forman los maestros normalistas y los que actualmente está aplicando la SEP , motivo por el cual, señalan, se ha dado ese abismo de posibilidades en las pruebas pasadas.
Sin embargo, ¿Qué se busca con la aplicación de un examen para la adquisición de plazas si se supone que todo aquel egresado de la normal está capacitado para dicha actividad y por consiguiente, debería tener una plaza asegurada para el ejercicio de su profesión?
¿Es un examen de opción múltiple lo que determinará las habilidades de instrucción docente en una persona?
¿No será que es necesaria una reforma integral de la educación mexicana pensando en quienes instruyen y quienes son instruidos?
¿Y qué tal si empezamos por eliminar las cabecillas corruptas y entreguistas?
¿Y si empezamos por la “ maestra ” Gordillo?
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