El banco belga holandés Fortis espera un colapso del mercado financiero norteamericano en las próximas semanas por las turbulencias que han asolado el panorama de los bancos de inversión de Estados Unidos. Los salvavidas de los bancos centrales surten efecto y, como consecuencia, la Reserva Federal, podría verse obligada a aprobar nuevos rescates financieros, tal y como avanzó Libertad Digital. Bernanke acaba de anunciar la extensión de sus créditos de emergencia a Wall Street.
LD (L. Ramírez y M. Llamas) Según informa el diario holandés De Telegraaf, el presidente de Fortis Bank, Maurice Lippens asegura que la situación del sistema financiero en el continente americano “es mucho peor de lo esperado”, tal y como avanzó LD, y avanza bancarrotas que podrían afectar a unos 6.000 bancos estadounidenses que no tienen suficiente músculo de liquidez para capear un temporal que ya tiene prácticamente un año de vida.
Según la información del rotativo europeo, no solo las entidades financieras tendrán serias dificultades en el corto plazo. El directivo de Fortis alerta, incluso, sobre la posibilidad de que el colapso pueda afectar también a compañías de la talla de General Motors.
Estas advertencias, recogidas también, aunque sólo en parte, por Reuters y la cadena estadounidense CNBC, están en consonancia con la visión de Barclays Capital, que el pasado 27 de junio expresó su “temor al desastre” porque, a su juicio, la Reserva Federal de Estados Unidos “ha perdido toda su credibilidad” por no haber sido capaz de controlar los métodos de valoración del riesgo de las carteras crediticias de las entidades financieras (lo que ha provocado la crisis de las hipotecas basura), ni el valor del dólar en comparación con el euro.
LD (L. Ramírez y M. Llamas) Según informa el diario holandés De Telegraaf, el presidente de Fortis Bank, Maurice Lippens asegura que la situación del sistema financiero en el continente americano “es mucho peor de lo esperado”, tal y como avanzó LD, y avanza bancarrotas que podrían afectar a unos 6.000 bancos estadounidenses que no tienen suficiente músculo de liquidez para capear un temporal que ya tiene prácticamente un año de vida.
Según la información del rotativo europeo, no solo las entidades financieras tendrán serias dificultades en el corto plazo. El directivo de Fortis alerta, incluso, sobre la posibilidad de que el colapso pueda afectar también a compañías de la talla de General Motors.
Estas advertencias, recogidas también, aunque sólo en parte, por Reuters y la cadena estadounidense CNBC, están en consonancia con la visión de Barclays Capital, que el pasado 27 de junio expresó su “temor al desastre” porque, a su juicio, la Reserva Federal de Estados Unidos “ha perdido toda su credibilidad” por no haber sido capaz de controlar los métodos de valoración del riesgo de las carteras crediticias de las entidades financieras (lo que ha provocado la crisis de las hipotecas basura), ni el valor del dólar en comparación con el euro.
Debacle bursátil
Y es que las noticias negativas sobre los grandes bancos de inversión americanos y europeos se siguen sucediendo. La semana pasada Fortis anunciaba el recorte de su dividendo, lo que provocó una caída inmediata del 20 por ciento de su valor en bolsa. En un informe Goldman Sachs, estima que tanto Citibank como Merril Lynch tendrán que provisionar cantidades millonarias adicionales a las ya contabilizadas.
Además, Barclays ha anunciado una ampliación de capital de 4.500 millones de libras (unos 5.700 millones de euros), mientras Citibank estima que la entidad británica podría tener que realizar una ampliación adicional del doble de dicho importe.
Y es que las noticias negativas sobre los grandes bancos de inversión americanos y europeos se siguen sucediendo. La semana pasada Fortis anunciaba el recorte de su dividendo, lo que provocó una caída inmediata del 20 por ciento de su valor en bolsa. En un informe Goldman Sachs, estima que tanto Citibank como Merril Lynch tendrán que provisionar cantidades millonarias adicionales a las ya contabilizadas.
Además, Barclays ha anunciado una ampliación de capital de 4.500 millones de libras (unos 5.700 millones de euros), mientras Citibank estima que la entidad británica podría tener que realizar una ampliación adicional del doble de dicho importe.
En este escenario, el comportamiento de las acciones del sector financiero ha sido realmente negativo, tanto en EEUU como en Europa. Los anuncios de pérdidas suelen ir acompañados de operaciones de ampliación de capital, las cuales se están colocando entre fondos soberanos e inversores institucionales.
Grandes pérdidas
No obstante, frente al comportamiento tan negativo de las acciones de las entidades financieras, el valor de los bonos de dichas entidades no se están viendo afectados en la misma magnitud. Desde que la Reserva Federal evitara el colapso de Bear Sterns, y pese a la previsión de caída de los beneficios de dichas entidades, los inversores no ven previsible ni probable la caída de ninguna entidad de tamaño significativo. Antes del rescate del citado banco de inversión, los bonos eran los primeros en reflejar en sus cotizaciones los problemas de las entidades financieras.
Ampliaciones de capital para salvar los muebles
Ahora, pese al mal comportamiento de las acciones de los bancos, los bonos no reflejan un mayor riesgo en este tipo de instituciones. Más del 80 por ciento de las provisiones y pérdidas reconocidas por la banca estadounidense han sido repuestas con ampliaciones de capital, aunque habrá que esperar para corroborar si estas inyecciones de fondos servirán para remontar el vuelo y que los inversores recuperen la confianza en el sector financiero.
El jueves pasado las acciones de Fortis se desplomaron a media sesión en las Bolsas de Bruselas y Amsterdam, con caídas superiores al 13 por ciento en ambos casos, tras anunciar que acometerá una ampliación de capital de 1.500 millones de euros y que no abonará este año dividendo intermedio. En total, el plan pretende mejorar la solvencia del grupo en 8.000 millones de euros a corto y medio plazo.
Ahora, pese al mal comportamiento de las acciones de los bancos, los bonos no reflejan un mayor riesgo en este tipo de instituciones. Más del 80 por ciento de las provisiones y pérdidas reconocidas por la banca estadounidense han sido repuestas con ampliaciones de capital, aunque habrá que esperar para corroborar si estas inyecciones de fondos servirán para remontar el vuelo y que los inversores recuperen la confianza en el sector financiero.
El jueves pasado las acciones de Fortis se desplomaron a media sesión en las Bolsas de Bruselas y Amsterdam, con caídas superiores al 13 por ciento en ambos casos, tras anunciar que acometerá una ampliación de capital de 1.500 millones de euros y que no abonará este año dividendo intermedio. En total, el plan pretende mejorar la solvencia del grupo en 8.000 millones de euros a corto y medio plazo.
La incertidumbre financiera ha envuelto también las cuentas de los principales bancos hipotecarios de la economía norteamericana durante las últimas semanas. A este panorama nada halagüeño se están sumando progresivamante algunos de los bancos de inversión más importantes de la primera potencia económica mundial. Las pérdidas que ha registrado Lehman Brothers durante el segundo trimestre del 2008 constituyen buena prueba de ello.
De este modo, las tensiones que vive el mercado financiero están lejos de remitir, pese a las recientes previsiones de los grandes gurús económicos, tal y como avanzó LD. Freddie Mac y Fannie Mae se desplomaron el pasado lunes un 17,86 por ciento y un 16,19 por ciento, respectivamente, después de que el banco de inversión Lehman Brothers asegurase que ambas compañías necesitarían ampliar capital.
Las acciones de las firmas bajaron por la preocupación de que podrían tener que recaudar hasta 75.000 millones de dólares en capital adicional como resultado de un cambio contable pendiente. Un analista de Lehman Brothers estimó que Fannie Mae y Freddie Mac podrían encarar nuevos cargos contables por 46.000 millones y 29.000 millones de dólares, respectivamente. Aunque el experto señaló que era “probable”" que las compañías reciban una exención a la norma contable.
Los gigantes hipotecarios en problemas
Los cambios pendientes en la contabilidad de las compañías tienen que ver con el traslado de las operaciones de titularización que permanecen fuera de las hojas de balance a los libros de Freddie y Fannie, lo que obligaría a las compañías a mantener mayores reservas para cubrir posibles pérdidas, y a recaudar más capital para ese fin.
Así, tal y como avanzó LD en mayo, la solvencia de las principales entidades hipotecarias de EEUU siguen en tela de juicio. Algo similar ocurre con las principales aseguradoras estadounidenses, Ambac y MBA, cuyos rating fueron rebajados recientemente por Standard & Poor´s. Una degradación que afecta a cerca de 1 billón de dólares de deuda que estaba asegurada por ambas entidades monolines a finales del pasado mes de marzo. Una hipotética quiebra de ambas compañías arrastraría consigo a un elevado número de entidades.
Por otro lado, la prestamista estadounidense IndyMac Bancorp planea eliminar 3.800 empleos y dejará de ofrecer la mayoría de sus créditos para la vivienda. IndyMac espera que la pérdida de su segundo trimestre sea mayor a los 184,2 millones de dólares, o 2,27 dólares por acción, del primer trimestre. El consejo de los analistas auguraban una pérdida trimestral de 96 centavos por acción.
Con todo, algunos analistas norteamericanos estiman que en EEUU se podrían producir entre 150 y 300 quiebras bancarias en los próximos dos años. Fortis, sin embargo, eleva ahora esta cifra a casi 6.000 entidades de crédito de distinta naturaleza.
Las acciones de las firmas bajaron por la preocupación de que podrían tener que recaudar hasta 75.000 millones de dólares en capital adicional como resultado de un cambio contable pendiente. Un analista de Lehman Brothers estimó que Fannie Mae y Freddie Mac podrían encarar nuevos cargos contables por 46.000 millones y 29.000 millones de dólares, respectivamente. Aunque el experto señaló que era “probable”" que las compañías reciban una exención a la norma contable.
Los gigantes hipotecarios en problemas
Los cambios pendientes en la contabilidad de las compañías tienen que ver con el traslado de las operaciones de titularización que permanecen fuera de las hojas de balance a los libros de Freddie y Fannie, lo que obligaría a las compañías a mantener mayores reservas para cubrir posibles pérdidas, y a recaudar más capital para ese fin.
Así, tal y como avanzó LD en mayo, la solvencia de las principales entidades hipotecarias de EEUU siguen en tela de juicio. Algo similar ocurre con las principales aseguradoras estadounidenses, Ambac y MBA, cuyos rating fueron rebajados recientemente por Standard & Poor´s. Una degradación que afecta a cerca de 1 billón de dólares de deuda que estaba asegurada por ambas entidades monolines a finales del pasado mes de marzo. Una hipotética quiebra de ambas compañías arrastraría consigo a un elevado número de entidades.
Por otro lado, la prestamista estadounidense IndyMac Bancorp planea eliminar 3.800 empleos y dejará de ofrecer la mayoría de sus créditos para la vivienda. IndyMac espera que la pérdida de su segundo trimestre sea mayor a los 184,2 millones de dólares, o 2,27 dólares por acción, del primer trimestre. El consejo de los analistas auguraban una pérdida trimestral de 96 centavos por acción.
Con todo, algunos analistas norteamericanos estiman que en EEUU se podrían producir entre 150 y 300 quiebras bancarias en los próximos dos años. Fortis, sin embargo, eleva ahora esta cifra a casi 6.000 entidades de crédito de distinta naturaleza.
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