Florence Toussaint, Proceso 1587
La relación entre el cine y la televisión siempre ha sido estrecha. En Estados Unidos, la cinematografía tiene preeminencia en la industria cultural, mientras que en México son los negocios de pantalla chica los que ocupan dicho lugar. En ese tenor, hay canales de cable dedicados exclusivamente a transmitir películas y uno de ellos, el Entertainment Televisión, estructura sus programas alrededor de los actores, productores, directores y también muestra cómo operan los dobles, se realizan los efectos especiales, la digitalización y el armado de los filmes.
En nuestro país, Televisa difunde en un canal de cable películas mexicanas, y recurre a los clásicos del cine para obtener rating en sus señales gratuitas. Todas las televisoras públicas tienen un espacio destinado a las obras que destacan, la mayoría provienen de Europa, Estados Unidos, Canadá y México. Escasamente se difunde el cine de América Latina, Asia o Australia. Han existido series que hablan acerca de los autores mexicanos y del desarrollo de la industria, por épocas, géneros y contenidos.
En este momento, Canal Once tiene al aire un programa titulado Cuadro a cuadro. Se transmite todos los jueves a las 8.30 de la noche. Trata del ejercicio fílmico. En cada episodio se aborda una de las etapas que conforma la ardua, costosa y larga manera de elaborar un filme.
Inició con el guión, cómo se elabora y se elige. Sigue con el papel del director, sus dificultades, la necesidad de ajustarse a lo programado por el productor sin descuidar la parte artística. A la vez, el equipo de producción tiene que dotar a la película de los elementos que el director ha pedido. Se analizan las participaciones de los actores y su relación tanto con el script como con su director y compañeros, las escenas difíciles, el stress al que están sometidos durante toda la filmación.
En otro capítulo, “La sala de parto”, se muestra el proceso mediante el cual se edita lo filmado, la minuciosidad que se requiere para no confundir los trozos que han sido capturados por la cámara en desorden y que aquí adquieren su lugar. Por fin, el sonido en sus distintos aspectos: música, ruido ambiental, palabras y la posproducción. Un último segmento será destinado al público. Es evidente que ninguna película se encuentra completa hasta que no cumple con su destino final: ponerse en contacto con la audiencia.
Cuadro a cuadro adoptó el género documental. Sus protagonistas conforman el elenco de la cinematografía mexicana actual. Entrevistas con realizadores, escritores de libretos, actrices y actores. También participa en la conformación de esta serie el equipo técnico, aquellos que nunca veremos en la pantalla pero cuya labor es indispensable para montar una escena y terminar un filme. Vemos los entretelones, la tramoya y el uso de la tecnología.
En el canal del Politécnico Nacional se transmiten otros programas nuevos dedicados al cine. Tal es el caso de Los géneros del cine, donde se incluyen películas de la cinematografía estadunidense. Fragmentos y trailers ejemplifican el género tratado y recuerdan algunos de los mejores momentos de este arte. Durante el sexenio pasado se le dio espacio también al cine denominado cortometraje en el programa Abrelatas. Dio a conocer “cortos”, que en general no habían podido difundirse ni en salas ni en televisión, es decir, inéditos. De ahí también el título. En el estudio, la conductora entrevistaba a los realizadores. Los programas relativos al audiovisual tienen un lugar en la programación televisiva. No así las propias obras televisivas. Ningún canal ha llevado a sus pantallas el quehacer de la televisión, propia y ajena. Las emisiones de chismes de Canal 13 no aportan nada al mejoramiento de este medio. En cambio, programas de crítica fundamentada y de buena fe podrían contribuir al desarrollo del lenguaje y del medio.
La relación entre el cine y la televisión siempre ha sido estrecha. En Estados Unidos, la cinematografía tiene preeminencia en la industria cultural, mientras que en México son los negocios de pantalla chica los que ocupan dicho lugar. En ese tenor, hay canales de cable dedicados exclusivamente a transmitir películas y uno de ellos, el Entertainment Televisión, estructura sus programas alrededor de los actores, productores, directores y también muestra cómo operan los dobles, se realizan los efectos especiales, la digitalización y el armado de los filmes.
En nuestro país, Televisa difunde en un canal de cable películas mexicanas, y recurre a los clásicos del cine para obtener rating en sus señales gratuitas. Todas las televisoras públicas tienen un espacio destinado a las obras que destacan, la mayoría provienen de Europa, Estados Unidos, Canadá y México. Escasamente se difunde el cine de América Latina, Asia o Australia. Han existido series que hablan acerca de los autores mexicanos y del desarrollo de la industria, por épocas, géneros y contenidos.
En este momento, Canal Once tiene al aire un programa titulado Cuadro a cuadro. Se transmite todos los jueves a las 8.30 de la noche. Trata del ejercicio fílmico. En cada episodio se aborda una de las etapas que conforma la ardua, costosa y larga manera de elaborar un filme.
Inició con el guión, cómo se elabora y se elige. Sigue con el papel del director, sus dificultades, la necesidad de ajustarse a lo programado por el productor sin descuidar la parte artística. A la vez, el equipo de producción tiene que dotar a la película de los elementos que el director ha pedido. Se analizan las participaciones de los actores y su relación tanto con el script como con su director y compañeros, las escenas difíciles, el stress al que están sometidos durante toda la filmación.
En otro capítulo, “La sala de parto”, se muestra el proceso mediante el cual se edita lo filmado, la minuciosidad que se requiere para no confundir los trozos que han sido capturados por la cámara en desorden y que aquí adquieren su lugar. Por fin, el sonido en sus distintos aspectos: música, ruido ambiental, palabras y la posproducción. Un último segmento será destinado al público. Es evidente que ninguna película se encuentra completa hasta que no cumple con su destino final: ponerse en contacto con la audiencia.
Cuadro a cuadro adoptó el género documental. Sus protagonistas conforman el elenco de la cinematografía mexicana actual. Entrevistas con realizadores, escritores de libretos, actrices y actores. También participa en la conformación de esta serie el equipo técnico, aquellos que nunca veremos en la pantalla pero cuya labor es indispensable para montar una escena y terminar un filme. Vemos los entretelones, la tramoya y el uso de la tecnología.
En el canal del Politécnico Nacional se transmiten otros programas nuevos dedicados al cine. Tal es el caso de Los géneros del cine, donde se incluyen películas de la cinematografía estadunidense. Fragmentos y trailers ejemplifican el género tratado y recuerdan algunos de los mejores momentos de este arte. Durante el sexenio pasado se le dio espacio también al cine denominado cortometraje en el programa Abrelatas. Dio a conocer “cortos”, que en general no habían podido difundirse ni en salas ni en televisión, es decir, inéditos. De ahí también el título. En el estudio, la conductora entrevistaba a los realizadores. Los programas relativos al audiovisual tienen un lugar en la programación televisiva. No así las propias obras televisivas. Ningún canal ha llevado a sus pantallas el quehacer de la televisión, propia y ajena. Las emisiones de chismes de Canal 13 no aportan nada al mejoramiento de este medio. En cambio, programas de crítica fundamentada y de buena fe podrían contribuir al desarrollo del lenguaje y del medio.
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