Son mis papis los que son izquierda a más no poder, como quiera yo como su única hija han de imaginar el peso que eso tiene en mi vida. Mis gustos si eran los típicos de toda niña bien portada, fresa, de la “alta” -ahora se que soy media, de la media que baja y baja-, enajenada por las telenovelas, etc Pero un político tabasqueño le cambio el ritmo primero a mis padres y por ende a mi. Yo estoy escribiendo aquí por motivación de Sam y por gusto mío también, pero por que ahora mejor que antes se muy bien que esa parte de izquierda familiar es algo grato, mis padres han perdido mucho dinero y muchas energías militando en el PRD; bueno, militaban, ya no más, pero con AMLO se han revitalizado, como vuelto a nacer y yo al ser su hija obviamente soy "su esperanza" para que se vea un cambio de verdad en México.
Con todo el rollo ese quiero decirles que hoy solo unos minutos pude ver a Sam que le fascina estar entre la gente, andar de chismoso escuchando que dicen o sienten las personas en las manifestaciones, es el único chico de la ciudad de México que he visto disfruta todas las marchas más solo que acompañado y sin mentadas de mamá... lo admiro mucho. Pero hoy sí de plano amanecí de malas, con poco ánimo de ver la banderita del prd o escuchar a algún político que no fuera AMLO, y menos para que Sam me contará su historia con las dos viejitas infiltradas, me dio coraje que haya pasado ese feo rato, pero el punto es que él me dijo algo que si ya de por si mucho nos dice por messenger o por phone, vino a complementar sus “terapias” como les llama. Me vio así como fastidiada, tensa, sin ánimo, pero me dijo que mirará a cada uno de los niños que iban con sus padres, y me dijo: “tu y yo tuvimos esa edad y en esas épocas nuestras, de infancia, ya habían agravios varios en nuestra nación... pero la diferencia radica en que tiempo atrás el pueblo se callaba, madres y padres no salían a pelear y vete tú ahora ¿no vienes con tus padres y no te da gusto estar haciendo historia?” Y me cambio el rostro, mi enojo se fue pude soportar el discurso de Dante Delgado, ja, ja, pero también pude entender que muchas cosas que pasan tal vez no son como quisiéramos y yo he querido que la lucha del Peje sea más ruda, pero la lección que me dio Sam es válida: agravios siempre los van a haber pero la diferencia es si nos quedamos callados o salimos aún con nuestros hijos a luchar por la democracia.
Yo no soy gritona, ni por aquí que yo grite algo, pero cuando cantaron el himno y que no cantaba desde la secundaria me llene de emoción porque es incluso algo mágico, esa parte de UN SOLDADO EN CADA HIJO TE DIO... y aunque los soldados convencionales usan armas, nosotros los “soldados” de la libertad tenemos por arma LA RAZÓN.
Ahhh y cuando el Peje hablo de inicio a fin me quede en la “baba” como dicen, no es lo mismo oírlo en casa que oírlo en vivo, ves como la a gente cree en lo que dice y como interactúan. ¡Fascinante! ¡Abajo el Imperio, viva Obrador!
Atte ilsesiux!!!
Con todo el rollo ese quiero decirles que hoy solo unos minutos pude ver a Sam que le fascina estar entre la gente, andar de chismoso escuchando que dicen o sienten las personas en las manifestaciones, es el único chico de la ciudad de México que he visto disfruta todas las marchas más solo que acompañado y sin mentadas de mamá... lo admiro mucho. Pero hoy sí de plano amanecí de malas, con poco ánimo de ver la banderita del prd o escuchar a algún político que no fuera AMLO, y menos para que Sam me contará su historia con las dos viejitas infiltradas, me dio coraje que haya pasado ese feo rato, pero el punto es que él me dijo algo que si ya de por si mucho nos dice por messenger o por phone, vino a complementar sus “terapias” como les llama. Me vio así como fastidiada, tensa, sin ánimo, pero me dijo que mirará a cada uno de los niños que iban con sus padres, y me dijo: “tu y yo tuvimos esa edad y en esas épocas nuestras, de infancia, ya habían agravios varios en nuestra nación... pero la diferencia radica en que tiempo atrás el pueblo se callaba, madres y padres no salían a pelear y vete tú ahora ¿no vienes con tus padres y no te da gusto estar haciendo historia?” Y me cambio el rostro, mi enojo se fue pude soportar el discurso de Dante Delgado, ja, ja, pero también pude entender que muchas cosas que pasan tal vez no son como quisiéramos y yo he querido que la lucha del Peje sea más ruda, pero la lección que me dio Sam es válida: agravios siempre los van a haber pero la diferencia es si nos quedamos callados o salimos aún con nuestros hijos a luchar por la democracia.
Yo no soy gritona, ni por aquí que yo grite algo, pero cuando cantaron el himno y que no cantaba desde la secundaria me llene de emoción porque es incluso algo mágico, esa parte de UN SOLDADO EN CADA HIJO TE DIO... y aunque los soldados convencionales usan armas, nosotros los “soldados” de la libertad tenemos por arma LA RAZÓN.
Ahhh y cuando el Peje hablo de inicio a fin me quede en la “baba” como dicen, no es lo mismo oírlo en casa que oírlo en vivo, ves como la a gente cree en lo que dice y como interactúan. ¡Fascinante! ¡Abajo el Imperio, viva Obrador!
Atte ilsesiux!!!
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