La duda. La clandestinidad. La CIA ( Agencia Central de Inteligencia, de Estados Unidos) . El miedo que cobija. El terror que acompañó a la preparatoria popular. El arte que le hizo ser grande. El teatro como alma de muchos de los protagonistas, alumnos, profesores, de la educación popular en la prepa popular. “El teatro (es) una arma de lucha”, dice Rubén Dac Pérez, autor del libro colectivo Voces de la preparatoria popular (Plaza Valdés, 2007). Ah, y el amor. Y la duda transformada en sospecha de los infiltrados mandados por la secretaria de Gobernación, entre los colectivos estudiantiles y de maestros. Y la CIA , siempre la CIA entre las protestas sociales contra el Estado o el gobierno.
Pero sobre todo, la muerte. La muerte como señal de vigilancia, de aterrorizar. De intimidar, como lo hacen los gobiernos autoritarios. Como lo hace el poder que destruye, que aniquila, que detesta las artes como forma de manifestación de las organizaciones sociales populares. “Lo único que quiere el grupo en el poder es borrar la historia de todos los acontecimientos recientes”, se lee en el libro que nos ocupa.
La muerte de un amigo, de un camarada con una postura cultural e ideológica de alteridad . La muerte injusta. La muerte dolorosa. La muerte inesperada. La muerte y la tristeza que provocó (y que provoca) el gobierno cuando creo a los paramilitares mejor conocidos como los Halcones.
Este es el mundo de las contradicciones que se registra en el libro Voces… . Pero el ambiente de la prepa popular también fue festivo en la búsqueda de alternativas educativas fuera del orden establecido, fuera del poder, del gran poder.
El siguiente entrecomillado es de Rubén Dac Pérez. Sirva este trozo de narrativa como elemento reflexivo de la historia que ya muchos no recuerdan, una historia de violencia que nos permite hacer lectura de los acontecimientos que se suscitan en estos días en Oaxaca, en Atenco, y en diferentes organizaciones populares en México.
“10 de junio (1971.Ciudad de México). 16:00 hrs. La masacre.
“Cuando llegamos al Casco de Santo Tomas, vemos por todos los lados grupos de estudiantes que platican… conforme avanza el tiempo se van formando las columnas de las diferentes escuelas y facultades… caminamos por el camellón del instituto Nacional Industrial, cuando pasamos por la calle de Amado Nervo, vemos que llegan unos camiones grises. Se estacionan sobre el camellón por el que caminamos y por la calzada México-Tacuba; se abren las puertas, bajan rápidamente una gran cantidad de jóvenes… de pronto gritan ¡HALCONES! Junto con el grito empiezan a dispararnos. Nos paramos en seco, desconcertados corremos por donde veníamos. Las balas zumban por nuestras cabezas… ignoro cuantas calles corremos, pero sentimos que los Halcones nos alcanzan, de pronto veo un posible refugio: un lote baldío… entramos… en cuestión de segundo llegamos al fondo, pero nuestro miedo crece al sentir la muerte...”.
Dac Pérez, protagonista directo de esta aventura, vivió para narrar lo despiadado del comando paramilitar que mando el gobierno a esa manifestación estudiantil. El libro lo vale por el referente narrativo histórico y para el análisis del acontecer sociopolítico actual.
Nota de Melchor López Hernández.
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