Por Enrique Cisneros
En octubre se va a revisar el Contrato Colectivo de Trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social y si los trabajadores se descuidan, las autoridades, con la aprobación de algunos de sus dirigentes sindicales, les obsequiarán un “segundo apretón de turcas” para avanzar en la reducción de sus derechos.
Y que no se enojen los que están acostumbrados a hablar del sindicato como si fueran los dirigentes, los que todavía no entienden que el sindicato son los trabajadores. Que no se enojen porque se critica a algunos de sus dirigentes sindicales, mejor que recuerden como le gritaban ¡vivas! al secretario general anterior, Vega Galina, mientras éste mediatizaba la lucha que nació de las bases. Que recuerden que si bien los trabajadores no permitieron que se impusieran todas las medidas que la patronal tenía planeada, las reformas a la Ley del IMSS finalmente pasaron porque Vega Galina llamó a desmovilizarse a cambio de amparos y medidas legaloides.
Ahora el nuevo patrón, Juan Molinar Horcaditas declaró cínicamente que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) trabaja con el “sindicato” para resolver la relación con sus empleados, implementa acciones para reducir el costo administrativo y revisa los seguros del instituto para hacerlos financiables a largo plazo.
Y cuando se refiere al sindicato ¿acaso le han preguntado a los trabajadores? No. Para ellos el sindicato son los dirigentes, quienes solícitos ya planean las formas de imponer las medidas neoliberales que la patronal necesita.
¿Por qué lo que llaman sindicato, o sea los dirigentes, no le exigen a la patronal que acabe con tanta corrupción interna, o que les apliquen la ley a los miles de patrones que evaden las cuotas del IMSS, sobre todo a los de las grandes trasnacionales?
Muchos de esos dirigentes que se autonombran “el sindicato” ya se preparan para mostrar a los patrones su capacidad de desmovilización de las bases, para en lo futuro ganarse…. digamos, una diputación.
Lo real es que detrás de las declaraciones de Horcasitas está lo que ya se preveía cuando hicieron los primeros cambios a la Ley del IMSS: como no pudieron en primera instancia, conseguir todo lo que querían, dejaron pasar un tiempo para después aplicarl las mismas medidas, no sólo a los nuevos, sino a los trabajadores en activo.
Si los trabajadores del IMSS se descuidan, si siguen creyendo en la autoridades y no toman conciencia de que “el sindicato” son todos y cada uno de ellos, pronto se estarán lamentando de no haberse organizado y movilizado.
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