Los dolores de parto son ¡MUY CLAROS!, más como los días de Noé muchos NO ENTENDIERON, hasta que vino el diluvio y se los llevo a todos, Así hoy, a pesar de tantas señales proféticas cumpliéndose, ¡MUCHOS NO ENTIENDEN! Mateo 24:37-39
La cuestión es clara: si las emisiones de gases a la atmósfera no comienzan a disminuir progresivamente, su concentración aumentará la temperatura ambiente unos 2-2,4 grados, con lo que la previsión en los próximos años de que se producirá un calentamiento del sistema climático es inequívoco, con la consiguiente amenaza al desarrollo mundial que incidirá directamente en la actividad humana, incrementándose la temperatura de la atmósfera y los mares, aumentando el nivel de estos y reduciéndose la nieve y el hielo.
Son algunas de las conclusiones de la recién celebrada XXVII Reunión del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU, que advierte además de la repercusión del cambio climático sobre la salud humana, también de la animal. Respecto a las personas, las más vulnerables serán las que poseen una baja capacidad de adaptación, como la población pobre de las zonas urbanas, los niños y ancianos, los agricultores tradicionales y las poblaciones que viven en las costas. Todo ello debido a que aumentará la malnutrición y por lo tanto afectará al desarrollo y crecimiento de los niños. Pero también aumentarán las muertes debidas a enfermedades y lesiones por olas de calor, incendios, inundaciones, tormentas y sequías. La contaminación de las aguas en las poblaciones de países pobres, al compartirlas con el agua para el ganado, hará que aumenten las enfermedades diarreícas y la disentería, y la mayor concentración de ozono a nivel del suelo producirá un incremento de las enfermedades cardiorrespiratorias. Y aumentarán aquellas enfermedades de transmisión como la malaria, el dengue y la salmonelosis, cuya frecuencia se incremente con el calor.
Los científicos han hablado y ahora corresponde a los poderes públicos pasar a la acción, no sólo a los que gobiernan los países más industrializados, sino también a los países en desarrollo, como por ejemplo China, con una economía emergente en el primer país del mundo emisor de CO2, no incluido en el protocolo de Kyoto, que obliga a los países desarrollados a que se reduzcan sus emisiones de CO2 un 5,2% en 2012 respecto al nivel de 1990.
Por otro lado, el cambio climático está provocando nuevas enfermedades infecciosas contra la salud humana, las que producen los microbios que existen en el planeta antes que el hombre, pero claro, es cierto que muchos de ellos producen patologías infecciosas que es necesario combatir, pero otros son necesarios para que exista vida, un equilibrio biológico alterado por los millones de toneladas de antibióticos consumidos por la humanidad, de ahí la conveniencia urgente de que las autoridades sanitarias controlen y aconsejen el uso estricto de los antibióticos sólo cuando son absolutamente imprescindibles.
Afortunadamente, España está comprometida en la lucha contra las consecuencias del cambio climático, y por ello apoyará a la Organización Mundial de la Salud (OMS) destinando 3 millones de euros al desarrollo de la "Estrategia Global de la Salud y el Cambio Climático", que va a centrar el Día Mundial de la Salud de 2008 en la protección de la salud frente al cambio climático, una iniciativa afortunada que ayudará a concienciarnos en la necesidad de colaborar todos en la lucha contra el cambio climático. Nos va en ello la salud, nos va la vida.
*Senador por Tenerife. PSC-PSOE
La cuestión es clara: si las emisiones de gases a la atmósfera no comienzan a disminuir progresivamente, su concentración aumentará la temperatura ambiente unos 2-2,4 grados, con lo que la previsión en los próximos años de que se producirá un calentamiento del sistema climático es inequívoco, con la consiguiente amenaza al desarrollo mundial que incidirá directamente en la actividad humana, incrementándose la temperatura de la atmósfera y los mares, aumentando el nivel de estos y reduciéndose la nieve y el hielo.
Son algunas de las conclusiones de la recién celebrada XXVII Reunión del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU, que advierte además de la repercusión del cambio climático sobre la salud humana, también de la animal. Respecto a las personas, las más vulnerables serán las que poseen una baja capacidad de adaptación, como la población pobre de las zonas urbanas, los niños y ancianos, los agricultores tradicionales y las poblaciones que viven en las costas. Todo ello debido a que aumentará la malnutrición y por lo tanto afectará al desarrollo y crecimiento de los niños. Pero también aumentarán las muertes debidas a enfermedades y lesiones por olas de calor, incendios, inundaciones, tormentas y sequías. La contaminación de las aguas en las poblaciones de países pobres, al compartirlas con el agua para el ganado, hará que aumenten las enfermedades diarreícas y la disentería, y la mayor concentración de ozono a nivel del suelo producirá un incremento de las enfermedades cardiorrespiratorias. Y aumentarán aquellas enfermedades de transmisión como la malaria, el dengue y la salmonelosis, cuya frecuencia se incremente con el calor.
Los científicos han hablado y ahora corresponde a los poderes públicos pasar a la acción, no sólo a los que gobiernan los países más industrializados, sino también a los países en desarrollo, como por ejemplo China, con una economía emergente en el primer país del mundo emisor de CO2, no incluido en el protocolo de Kyoto, que obliga a los países desarrollados a que se reduzcan sus emisiones de CO2 un 5,2% en 2012 respecto al nivel de 1990.
Por otro lado, el cambio climático está provocando nuevas enfermedades infecciosas contra la salud humana, las que producen los microbios que existen en el planeta antes que el hombre, pero claro, es cierto que muchos de ellos producen patologías infecciosas que es necesario combatir, pero otros son necesarios para que exista vida, un equilibrio biológico alterado por los millones de toneladas de antibióticos consumidos por la humanidad, de ahí la conveniencia urgente de que las autoridades sanitarias controlen y aconsejen el uso estricto de los antibióticos sólo cuando son absolutamente imprescindibles.
Afortunadamente, España está comprometida en la lucha contra las consecuencias del cambio climático, y por ello apoyará a la Organización Mundial de la Salud (OMS) destinando 3 millones de euros al desarrollo de la "Estrategia Global de la Salud y el Cambio Climático", que va a centrar el Día Mundial de la Salud de 2008 en la protección de la salud frente al cambio climático, una iniciativa afortunada que ayudará a concienciarnos en la necesidad de colaborar todos en la lucha contra el cambio climático. Nos va en ello la salud, nos va la vida.
*Senador por Tenerife. PSC-PSOE
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