Por: Teodoro Rentería Arróyave
El desprestigio del Instituto Federal Electoral ya tocó piso, su descomposición es de tal naturaleza que cuando llegue la renovación gradual de seis de los consejeros, de tres en tres, como en el Tenorio, tendremos que decir: “imposible lo hais dejado para vos y para mí”.
Ya que estamos en el recuerdo de la inmortal obra de José Zorrilla, tendremos que aceptar que el revés que le propinó el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, TEPJF, al Instituto Federal Electoral, IFE, al invalidarle por “ilegal e inconstitucional” su Acuerdo denominado “Compromisos”, que absurdamente creaba el “Grupo de los 8”, para los cuates el “G-8”, no fue tanto para el organismo, si no para al propio fantasma del ex consejero presidente, Luís Carlos Ugalde.
Para nadie era un secreto, que además de todas las arbitrariedades y aberraciones que cometió el renunciante Luís Carlos Ugalde, que estuvo a punto de dar al traste con las elecciones presidenciales del 2006, y cuyas heridas tardarán todavía mucho para sanar, dividió al Consejo del IFE, por lo que casi siempre era necesario el voto de calidad, que le correspondía, para sacar los asuntos.
De él fue precisamente la idea de crear “G-8”, es decir un instrumento alterno al Consejo con todo y un catálogo de buenas intenciones, con la idea de superar las controversias que pudieran suscitarse en vista de que al quedar dicho cuerpo con sólo ocho miembros por su renuncia, calificada de berrinche, se empatara el organismo. Esto desde luego fue resultado de imponer a Andrés Albo como su sustituto provisional. Es más el documento fue firmado previamente a la elección formal del mismo Albo
La decisión del TEPJF, es un significado éxito del Partido de la Revolución Democrática. PRD, ya que fue el que impugnó la legalidad de dicho acuerdo durante reciente sesión pública.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, dio a conocer que invalida por “ilegal e inconstitucional”, el acuerdo denominado Compromisos, asumido por los 8 consejeros electorales para respetar, según aclaraban, las reglas básicas de trabajo, dirección y toma de decisiones en el IFE y porque el mismo está al margen de la regulación constitucional y legal en materia electoral, máxime que, en la práctica, resultaría paralelo al Consejo General del IFE. Esta maniobra fue la base política que abrió la puerta a la elección de Andrés Albo como consejero presidente provisional.
“Además -abunda la resolución-, es obvio que los consejeros electorales no tienen atribuciones para constituir un órgano de la naturaleza del mencionado Grupo de los ocho, por lo que resulta absurdo que tal órgano tenga definidas atribuciones a partir de un acuerdo de voluntades de quienes no tienen facultades para ello”.
A albo no le quedo de otra, al expresar que el IFE acatará los términos de la resolución arbitral y que por convicción, no habrán de expresar ningún disenso respecto de lo que dispongan los magistrados.
En conclusión, el revés que le propinó el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal al IFE al invalidarle por “ilegal e inconstitucional” el Acuerdo denominado “Compromisos”, que absurdamente creaba el “Grupo de los 8”, para los cuates el “G-8”, no fue tanto para Insitito, si no para al propio fantasma del ex consejero presidente, Luís Carlos Ugalde.
El desprestigio del Instituto Federal Electoral ya tocó piso, su descomposición es de tal naturaleza que cuando llegue la renovación gradual de seis de los consejeros, de tres en tres, como en el Tenorio, tendremos que decir: “imposible lo hais dejado para vos y para mí”.
Ya que estamos en el recuerdo de la inmortal obra de José Zorrilla, tendremos que aceptar que el revés que le propinó el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, TEPJF, al Instituto Federal Electoral, IFE, al invalidarle por “ilegal e inconstitucional” su Acuerdo denominado “Compromisos”, que absurdamente creaba el “Grupo de los 8”, para los cuates el “G-8”, no fue tanto para el organismo, si no para al propio fantasma del ex consejero presidente, Luís Carlos Ugalde.
Para nadie era un secreto, que además de todas las arbitrariedades y aberraciones que cometió el renunciante Luís Carlos Ugalde, que estuvo a punto de dar al traste con las elecciones presidenciales del 2006, y cuyas heridas tardarán todavía mucho para sanar, dividió al Consejo del IFE, por lo que casi siempre era necesario el voto de calidad, que le correspondía, para sacar los asuntos.
De él fue precisamente la idea de crear “G-8”, es decir un instrumento alterno al Consejo con todo y un catálogo de buenas intenciones, con la idea de superar las controversias que pudieran suscitarse en vista de que al quedar dicho cuerpo con sólo ocho miembros por su renuncia, calificada de berrinche, se empatara el organismo. Esto desde luego fue resultado de imponer a Andrés Albo como su sustituto provisional. Es más el documento fue firmado previamente a la elección formal del mismo Albo
La decisión del TEPJF, es un significado éxito del Partido de la Revolución Democrática. PRD, ya que fue el que impugnó la legalidad de dicho acuerdo durante reciente sesión pública.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, dio a conocer que invalida por “ilegal e inconstitucional”, el acuerdo denominado Compromisos, asumido por los 8 consejeros electorales para respetar, según aclaraban, las reglas básicas de trabajo, dirección y toma de decisiones en el IFE y porque el mismo está al margen de la regulación constitucional y legal en materia electoral, máxime que, en la práctica, resultaría paralelo al Consejo General del IFE. Esta maniobra fue la base política que abrió la puerta a la elección de Andrés Albo como consejero presidente provisional.
“Además -abunda la resolución-, es obvio que los consejeros electorales no tienen atribuciones para constituir un órgano de la naturaleza del mencionado Grupo de los ocho, por lo que resulta absurdo que tal órgano tenga definidas atribuciones a partir de un acuerdo de voluntades de quienes no tienen facultades para ello”.
A albo no le quedo de otra, al expresar que el IFE acatará los términos de la resolución arbitral y que por convicción, no habrán de expresar ningún disenso respecto de lo que dispongan los magistrados.
En conclusión, el revés que le propinó el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal al IFE al invalidarle por “ilegal e inconstitucional” el Acuerdo denominado “Compromisos”, que absurdamente creaba el “Grupo de los 8”, para los cuates el “G-8”, no fue tanto para Insitito, si no para al propio fantasma del ex consejero presidente, Luís Carlos Ugalde.
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