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21 enero 2008

México SA: Operación a fondo para privatizar el petróleo

Carlos Fernández-Vega
cfvmx@yahoo.com.mxcfv@prodigy.net.mx

Pemex captó 410 mil millones de dólares en un sexenio

Dineros desaparecidos

Al panismo instalado en Los Pinos le ha tocado gozar una segunda bonanza petrolera, mucho más jugosa que la acontecida en el sexenio lópezportillista, pero al igual que en éste la “administración de la abundancia” por parte de los genios blanquiazules ha resultado trágicamente fallida.

Como nunca antes el erario había recibido tantos ingresos petroleros (internos y externos) como en la etapa Fox-Calderón, pero también como nunca antes éstos han dilapidado de forma por demás vergonzosa la generosidad del subsuelo mexicano y la extracción y comercialización de sus bienes. Y ese despilfarro ahora es utilizado para “justificar” la “urgente necesidad” de privatizar el petróleo mexicano, con un gallego a la cabeza de los operadores, porque “no hay dinero para invertir en Pemex”.

Queda claro que si no fuera por el ingreso petrolero (más la incondicional contribución de los casi 120 mil millones de dólares en remesas entre 2001 y 2007, y una que otra inyección de narco divisas) el “cambio” y la “continuidad” se hubieran hundido con todo y su “maravillosa” estabilidad macroeconómica, algo que no tendría la menor importancia si entre las patas no se llevaran al país.

Que “no hay dinero”, gritan a coro gobierno y jilgueros para “justificar” la privatización, pero resulta que del primer año de Fox al primero de Calderón el ingreso petrolero acumulado representó alrededor de 45 por ciento del producto interno bruto (a precios de 2007), o lo que es lo mismo cerca de 410 mil millones de dólares (casi cuatro Fobaproas, para dar una idea de la magnitud), con un incremento de 182 por ciento de 2001 a 2007 (hasta septiembre). Y este monto podría rebasar los 500 mil millones de billetes verdes al cierre de 2008, con lo que se rebasaría el 50 por ciento del PIB.

De ese tamaño ha sido la bonanza petrolera despilfarrada por los dos panistas instalados en Los Pinos y su grupo de neocientíficos, que ahora pregonan la “urgencia” de privatizar el petróleo porque “como no hay dinero requerimos de la inversión privada”, un humor verdaderamente negro cuando es sabido que a lo largo de esos años una gruesa rebanada de recursos públicos se destinó a “rescatar” al capital privado que ahora invertiría en Pemex porque el erario no tiene con qué responder.

Por lo que toca al mercado foráneo, salvo en 2001, cuando la diferencia apenas fue 3.4 por ciento mayor al pronóstico gubernamental, en todo el sexenio foxista y el primer año de Calderón el precio de la mezcla mexicana de exportación fue mucho mayor al originalmente estimado en los Criterios Generales de Política Económica, con diferencias favorables al erario que fluctuaron de 35 a 58 por ciento en el periodo, de acuerdo con un análisis que sobre el tema elaboró el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, con base en información de la Secretaría de Hacienda y Petróleos Mexicanos.

Para el primer año de Fox en Los Pinos, el gobierno estimó captar ingresos petroleros por un total de 289 mil millones de pesos, pero en los hechos se embolsó más de 386 mil millones. En el primero de Calderón el cálculo original fue de 815 mil millones, pero en realidad superó los 863 mil millones. Y esa fue la constante en el periodo 2001-2007. Para 2008 se espera obtener más de 865 mil millones, pero el precio internacional de la mezcla mexicana no deja de subir, por lo que es de esperarse un monto mucho mayor.

De acuerdo con el reparto del jugoso pastel en el periodo 2001-2007, de los 410 mil millones de dólares por ingresos petroleros alrededor de 70 por ciento fueron a parar al gobierno federal, por medio de la Secretaría de Hacienda, y el 30 por ciento restante a la chequera de Petróleos Mexicanos. En ese lapso, los dineros destinados al primero crecieron 182 por ciento y 235 por ciento a Pemex, y ambos aseguran que “no hay recursos” para invertir en la modernización de la industria petrolera (aún) nacional, por lo que “se hace necesario” recurrir al capital privado (extranjero y nacional, en ese orden).

En esta nueva bonanza petrolera, ¿dónde quedó el equivalente al 45 por ciento del producto interno bruto proveniente del petróleo?, porque obvio es que no se invirtió para generar más riqueza y cuidar a la gallina de los huevos de oro negro.

En el sexenio foxista fueron tales los reclamos por el despilfarro de los ingresos petroleros, que hasta los beneficiarios de los contratos, concesiones y franquicias de Pemex reclamaban su paradero y no precisamente por una preocupación soberana, sino porque exigían su parte. Ha transcurrido el primer año de la “continuidad” y tales dineros se mantienen “desaparecidos”, cuando menos para efectos de bienestar social, crecimiento económico y reparto de la riqueza.

Lo cierto es que si el inquilino de Los Pinos y sus neo científicos mantienen el estilo foxista para “administrar la abundancia” petrolera y juegan a las “escondidas” con los recursos, el erario terminará por “rescatar” a los desinteresados inversionistas que, según la versión oficial, vienen a “rescatar” la industria petrolera nacional, con el fin de “mantenerla orgullosamente mexicana y exclusivamente de mexicanos” (Calderón dixit).

Las rebanadas del pastel

Si de hambre de trata, ayer un duende descaradamente se engulló las rebanadas del día, que a la letra apuntaban: el que dice encabezar “un gobierno de manos limpias” se manchó al afirmar que ante la tormenta que se avecina “México se encuentra en un navío de gran calado, gracias a que hemos hecho la tarea”. Cincuenta millones de pobres coinciden plenamente con él… Un apretado abrazo a León Bendesky por la pérdida de su señor padre.

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