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07 mayo 2008

El testigo protegido de la PGR

• Lista de plurinominales
• El calor de mayo…

En una comunidad de intereses, mi estimado, el peligro comienza cuando uno de sus miembros llega a ser demasiado poderoso. Originales las aguas que mecen olas en el gobierno de Oaxaca, donde la columna vertebral de Ulises Ruiz, el hoy presidente local del PRI, Jorge Franco Vargas, se encuentra en el epicentro de un simpático huracán que, evidentemente, se ha salido de control y de seguir en la misma ruta, la crisis interna dentro de la administración oaxaqueña será insalvable para el romántico gobernador que, por asuntos de pasión, descuidó el manejo de las riendas de su propia gente desencadenando un culebrón que comenzó por un perverso ajuste de cuentas de la dupla Ruiz Ortiz y Madrazo contra Gordillo y su magisterio en la entidad, en plena efervescencia electoral de 2006… y culminó con la desaparición de dos miembros del EPR donde sin lugar a dudas con lo publicado en estos días se pretende empatar un inexistente marcador.

Habría que analizar con frialdad y mucha cautela, my friend, los nombres de los personajes involucrados en todo el conflicto oaxaqueño —que comenzó con los usos y costumbres de las secciones magisteriales para presionar al mandatario en turno por billete— dividido en dos etapas indiscutibles para comenzar el cambio de baraja estatal.

Todo en el juego desarrollado por quienes, además, en esa inmensa ambición de poder, entregaron a Pedro Díaz Parada para quedarse con el derecho de piso… y de paso. Boomerang y factura del cártel de traviesos, mi estimado, que será puntualmente cobrada.

Es por demás atractivo que en la etapa después del nacimiento de la APPO —a partir de los irreflexivos madrazos al magisterio, donde la cadena de mando fue impecable— se desarrolló el periodo verdadero de una guerra sucia (para que aprendan a respetar) con las complicidades por parte de funcionarios clave del gobierno de Ruiz Ortiz hasta esta fecha... arropados.

Basta analizar los primeros lugares de la entonces lista de diputados plurinominales (que no llegaron al Congreso porque el PRI arrasó) donde resaltan Jorge Franco, Lizbeth Caña CadezaHeliodoro Díaz Azcárraga y Lino Celaya, todos, mi estimado, extraordinarios protagonistas del guerrillero culebrón donde además el ausente, Aristeo López Martínez —enviado a Colombia después de acogerse al manto federal a un curso de inteligencia whatever— es el testigo protegido de Ardelio Vargas, del que tanto alardean los informes de la PGR en sus recientes filtraciones y sus “indicios”. ¿Me sigue(n), verdad?

El inner circle de Ulises pasó, después de las acciones del EPR que mandaron a medio México (& our neighbours) a la lámpara sideral del uno, dos, tres por mí y todos mis compañeros (divertida grabación de por medio)… al sálvese quien pueda.

Y con esa alterada consigna, the shit is hitting the fan oaxaqueño y federal donde faltan los estupendos datos de quién le puso dedo a los dos eperristas desaparecidos… grupo que tarde o temprano desencadenará su ajuste de cuentas paralelo a sus explosivas tácticas.

En medio del desequilibrio doméstico en la administración de Ulises, quien ayer asistió a una reunión con el tesorito fiestero de Bucareli —y después se confinó con su inner circle sopesando señales, mensajes y estrategia—, por la detonación de la información del misil “protegido” de la PGR, coreado por los mastines mediáticos de siempre, nace la maravillosa duda sobre el timing de las presiones (externas), perdón, razones, para el ajuste de cuentas federales con Ruiz, simpático operador de un capítulo electoral azul en julio de 2006. ¿Estamos?

Sobre todo cuando el contexto de 2006 no será el mismo en 2009, donde el PRI y el PAN estarán en sus respectivas esquinas del cuadrilátero electoral.

Felipe, su tesorito Juan Camilo y el Gymboree federal no quieren otro ocurrente episodio con el EPR, que ha sabido colarse en la agenda política ganando tiempo en estos momentos donde mayo se vuelve de fechas que no deben, digamos, pasar desapercibidas.

Los nombres clave ahí están, las fechas… también, los cargos antes y después del parteaguas del conflicto, del nacimiento de la APPO y de la búsqueda desesperada de la justificación para criminalizar un movimiento social abriéndole la puerta al reventón de la represión con las fuerzas del (des)orden civil federal y así retomar el control de la fiesta.

Con todo, my friend, aún faltan los mejores detalles (incluyendo asesinatos de testigos), a su debido tiempo… mientras tanto saque(n) su lápiz & hook up the fucking dots…

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