· Aseguró Francisco de Andrea Sánchez, del IIJ de la UNAM, al participar en la mesa redonda La conformación y desempeño del Consejo General del IFE
· Muchos personajes aprovechan el prestigio de consejero para, eventualmente, fincar carreras políticas en puestos de elección popular, mencionó
· Ello en el marco del Seminario El Futuro del Derecho Electoral: los retos de la Reforma, inaugurado por el titular del IIJ, Héctor Fix-Fierro
Para evitar que el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), sea utilizado como plataforma política, habría que cortar de tajo las ambiciones posteriores de sus integrantes, al establecer prohibiciones para que en un lapso de más de diez años no ocupen un cargo de elección popular, afirmó el especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Francisco de Andrea Sánchez.
En su participación en la mesa redonda La conformación y desempeño del Consejo General del IFE –en el marco del Seminario El Futuro del Derecho Electoral: los retos de la Reforma, inaugurado por el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), Héctor Fix-Fierro–, mencionó que los candidatos a este órgano deben dejar de verlo como un botín político y plataforma, en la que pueden expresar particulares puntos de vista y exponer proyectos de nación.
Incluso, añadió, muchos personajes aprovechan el prestigio de consejero para, eventualmente, fincar carreras políticas en puestos de elección popular. En este sentido, dijo que carece de lógica y de inteligencia seleccionar consejeros con un perfil de políticos profesionales, porque se crea un divisionismo al interior del IFE.
En el auditorio Héctor Fix-Zamudio, John Mill Ackerman Rose, miembro del IIJ y coordinador del Seminario, recalcó que aún están pendientes algunas leyes y reformas al Código Penal en torno al Instituto Federal Electoral.
Por su parte, el académico de la UAM Xochimilco, Rubén Lara León, dijo que no existe en el mundo democrático una institución como el IFE, en donde a diario se ponga en juego y en crisis el principio de legalidad.
La norma, agregó, es la regla del juego en la que se basa el procedimiento electoral, éste no se discute ni se debate, sólo se cumple.
En declive constante aunque gradual, el IFE fue hasta 2003 un órgano indispensable para México, su estabilidad interna se reflejó en la del país y propició la paz social. Cuando los ciudadanos lo percibieron respetable, lo calificaron sólo por debajo de la Iglesia y del Ejército, alcanzando gran aceptación, apuntó.
A su vez, Javier Patiño Camarena, del IIJ, sostuvo que el propósito de mejoramiento del sistema político electoral requiere, como condición indispensable, un sólido conocimiento del origen, la evolución y del estado actual de todas y cada una de las instituciones que lo conforman, porque sólo así se tendrán las condiciones para discernir entre lo que se debe preservar y lo que se tiene que abandonar.
Finalmente, el ex embajador Ricardo Valero Recio, también de ese Instituto, dijo que la reforma electoral abarca distintos temas, se refiere tanto al sistema de partidos políticos, en especial a su financiamiento, y a algunos aspectos que podrían estimarse como la colaboración federalista.
· Muchos personajes aprovechan el prestigio de consejero para, eventualmente, fincar carreras políticas en puestos de elección popular, mencionó
· Ello en el marco del Seminario El Futuro del Derecho Electoral: los retos de la Reforma, inaugurado por el titular del IIJ, Héctor Fix-Fierro
Para evitar que el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), sea utilizado como plataforma política, habría que cortar de tajo las ambiciones posteriores de sus integrantes, al establecer prohibiciones para que en un lapso de más de diez años no ocupen un cargo de elección popular, afirmó el especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Francisco de Andrea Sánchez.
En su participación en la mesa redonda La conformación y desempeño del Consejo General del IFE –en el marco del Seminario El Futuro del Derecho Electoral: los retos de la Reforma, inaugurado por el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), Héctor Fix-Fierro–, mencionó que los candidatos a este órgano deben dejar de verlo como un botín político y plataforma, en la que pueden expresar particulares puntos de vista y exponer proyectos de nación.
Incluso, añadió, muchos personajes aprovechan el prestigio de consejero para, eventualmente, fincar carreras políticas en puestos de elección popular. En este sentido, dijo que carece de lógica y de inteligencia seleccionar consejeros con un perfil de políticos profesionales, porque se crea un divisionismo al interior del IFE.
En el auditorio Héctor Fix-Zamudio, John Mill Ackerman Rose, miembro del IIJ y coordinador del Seminario, recalcó que aún están pendientes algunas leyes y reformas al Código Penal en torno al Instituto Federal Electoral.
Por su parte, el académico de la UAM Xochimilco, Rubén Lara León, dijo que no existe en el mundo democrático una institución como el IFE, en donde a diario se ponga en juego y en crisis el principio de legalidad.
La norma, agregó, es la regla del juego en la que se basa el procedimiento electoral, éste no se discute ni se debate, sólo se cumple.
En declive constante aunque gradual, el IFE fue hasta 2003 un órgano indispensable para México, su estabilidad interna se reflejó en la del país y propició la paz social. Cuando los ciudadanos lo percibieron respetable, lo calificaron sólo por debajo de la Iglesia y del Ejército, alcanzando gran aceptación, apuntó.
A su vez, Javier Patiño Camarena, del IIJ, sostuvo que el propósito de mejoramiento del sistema político electoral requiere, como condición indispensable, un sólido conocimiento del origen, la evolución y del estado actual de todas y cada una de las instituciones que lo conforman, porque sólo así se tendrán las condiciones para discernir entre lo que se debe preservar y lo que se tiene que abandonar.
Finalmente, el ex embajador Ricardo Valero Recio, también de ese Instituto, dijo que la reforma electoral abarca distintos temas, se refiere tanto al sistema de partidos políticos, en especial a su financiamiento, y a algunos aspectos que podrían estimarse como la colaboración federalista.
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