* El catedrático de la FE de la UNAM, Arturo Huerta, aseguró que el principal problema es que la paraestatal ha sido asfixiada por el régimen tributario al que ha estado sujeta
* Si bien hay un periodo de precios elevados, no se destinan recursos suficientes a exploración, localización de reservas y desarrollo de campos: Jorge Eduardo Navarrete, del CEIICH
* Los especialistas participaron, junto con Alberto Altamirano y Benjamín García, en el debate Qué destino debemos dar a la renta petrolera
Petróleos Mexicanos (PEMEX) genera los recursos financieros suficientes para impulsar su desarrollo y producir una renta en beneficio de la sociedad mexicana, reconocieron los participantes en la conferencia Qué destino debemos dar a la renta petrolera, organizado por la Facultad de Economía (FE) y el Programa Universitario de Energía de la UNAM, y el Senado de la República.
El catedrático de la División de Estudios de Posgrado de la FE, Arturo Huerta González, aseguró que PEMEX tiene ingresos que le permiten solventar su crecimiento, pero el principal problema es que ha sido asfixiado por el régimen tributario al que ha estado sujeto.
De esa forma, afirmó, en México los ingresos recaudados que recibe el gobierno del propio sector público, son los más bajos de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y ocupa el segundo sitio entre los más exiguos de América Latina y el Caribe.
Desde el momento en que el Estado se ha financiado a partir de la paraestatal y la ha llevado a la descapitalización y el sobreendeudamiento, subrayó Huerta González, ha permitido que el sector privado que opera en el territorio, nacional y extranjero, tenga altas ganancias.
Todo ello evidencia que no hay voluntad política por parte de quienes gobiernan, para instrumentar una reforma tributaria que grave al que más tiene y, con ello, liberar a PEMEX de recursos para su propio crecimiento. Si la empresa está rezagada tecnológicamente y no ha edificado refinerías desde 1979, es por el régimen de impuestos al que ha sido sujeta, recalcó.
En el Aula Magna Jesús Silva Herzog de la FE, el economista recordó que algo similar a lo que se quiere hacer con el petróleo sucedió con la minería. Antes, los minerales eran de la nación, pero se modificó la Constitución para concesionarlos a particulares, y hoy día sus precios internacionales son estratosféricos y generan una gran renta para esos inversionistas.
En esa perspectiva se ubica la reforma energética. El argumento es fortalecer a PEMEX, pero optan por robustecerlo con la participación del capital privado, lo que implica compartir la renta o los excedentes de operación del recurso, añadió.
Al respecto, el integrante del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) y ex embajador, Jorge Eduardo Navarrete López, explicó que la renta petrolera es la diferencia entre el valor de los hidrocarburos que se extraen del subsuelo, medidos por los precios internacionales, menos el costo de producción. En la actualidad, cada barril cuesta alrededor de 100 dólares, menos unos 15 dólares por costos del proceso; la renta la constituyen los 85 dólares restantes.
Las reservas totales del país, es decir, la suma de las probadas, probables y posibles, ascendieron al primero de enero de 2007, oficialmente, a 15 mil 514 millones de barriles de crudo, 83 por ciento de petróleo y el resto de otros hidrocarburos, sobre todo gas, añadió.
Éstas cubren menos de 10 años del actual nivel de extracción; asimismo, se estima que cuatro quintas partes de las probadas están en campos en franca declinación o cerca de alcanzar el punto inicial de declive, indicó.
Lo preocupante para México, acotó, es que si bien se está en un periodo de precios elevados, las reservas siguen cayendo, pues a pesar de los ingresos extraordinarios, no se encuentra la manera de destinar los recursos suficientes a exploración, localización de reservas y desarrollo de campos.
En materia financiera, esta industria dispone, con amplitud por el momento, de medios suficientes para sus finalidades propias, pero no para solventar la mitad de las necesidades de financiamiento del gasto del gobierno, advirtió.
A su vez, el miembro del Grupo de Ingenieros PEMEX Constitución de 1917, Alberto Altamirano Guzmán, refirió que en 1975 México era la novena economía del mundo y en la actualidad, a más de 30 años de exportar crudo, es la decimocuarta. Aún con la enorme riqueza petrolera, se constituye una sociedad más pobre que antes.
Empero, enfatizó, aunque se localizaran diez yacimientos similares al de Cantarell, si continúa la política irracional de exportar crudo e importar petrolíferos y petroquímicos, continuará el subdesarrollo, en la ignorancia y en la miseria.
Por ello, propuso implementar un programa de conservación y ahorro de energía, diseñar estrategias eficientes para incorporar reservas, y utilizar al máximo la capacidad de las refinerías para reducir al mínimo la importación de gasolinas y otros petrolíferos, entre otras.
Finalmente, el catedrático de la División de Estudios de Posgrado de la FE, Benjamín García Paez, comentó que si México tuviese una política petrolera basada en principios, se valoraría a esta industria “no sólo por sus divisas e ingresos fiscales, que bajo cualquier circunstancia tienen que entrar al país”, sino por todo lo que ello representa.
* Si bien hay un periodo de precios elevados, no se destinan recursos suficientes a exploración, localización de reservas y desarrollo de campos: Jorge Eduardo Navarrete, del CEIICH
* Los especialistas participaron, junto con Alberto Altamirano y Benjamín García, en el debate Qué destino debemos dar a la renta petrolera
Petróleos Mexicanos (PEMEX) genera los recursos financieros suficientes para impulsar su desarrollo y producir una renta en beneficio de la sociedad mexicana, reconocieron los participantes en la conferencia Qué destino debemos dar a la renta petrolera, organizado por la Facultad de Economía (FE) y el Programa Universitario de Energía de la UNAM, y el Senado de la República.
El catedrático de la División de Estudios de Posgrado de la FE, Arturo Huerta González, aseguró que PEMEX tiene ingresos que le permiten solventar su crecimiento, pero el principal problema es que ha sido asfixiado por el régimen tributario al que ha estado sujeto.
De esa forma, afirmó, en México los ingresos recaudados que recibe el gobierno del propio sector público, son los más bajos de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y ocupa el segundo sitio entre los más exiguos de América Latina y el Caribe.
Desde el momento en que el Estado se ha financiado a partir de la paraestatal y la ha llevado a la descapitalización y el sobreendeudamiento, subrayó Huerta González, ha permitido que el sector privado que opera en el territorio, nacional y extranjero, tenga altas ganancias.
Todo ello evidencia que no hay voluntad política por parte de quienes gobiernan, para instrumentar una reforma tributaria que grave al que más tiene y, con ello, liberar a PEMEX de recursos para su propio crecimiento. Si la empresa está rezagada tecnológicamente y no ha edificado refinerías desde 1979, es por el régimen de impuestos al que ha sido sujeta, recalcó.
En el Aula Magna Jesús Silva Herzog de la FE, el economista recordó que algo similar a lo que se quiere hacer con el petróleo sucedió con la minería. Antes, los minerales eran de la nación, pero se modificó la Constitución para concesionarlos a particulares, y hoy día sus precios internacionales son estratosféricos y generan una gran renta para esos inversionistas.
En esa perspectiva se ubica la reforma energética. El argumento es fortalecer a PEMEX, pero optan por robustecerlo con la participación del capital privado, lo que implica compartir la renta o los excedentes de operación del recurso, añadió.
Al respecto, el integrante del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) y ex embajador, Jorge Eduardo Navarrete López, explicó que la renta petrolera es la diferencia entre el valor de los hidrocarburos que se extraen del subsuelo, medidos por los precios internacionales, menos el costo de producción. En la actualidad, cada barril cuesta alrededor de 100 dólares, menos unos 15 dólares por costos del proceso; la renta la constituyen los 85 dólares restantes.
Las reservas totales del país, es decir, la suma de las probadas, probables y posibles, ascendieron al primero de enero de 2007, oficialmente, a 15 mil 514 millones de barriles de crudo, 83 por ciento de petróleo y el resto de otros hidrocarburos, sobre todo gas, añadió.
Éstas cubren menos de 10 años del actual nivel de extracción; asimismo, se estima que cuatro quintas partes de las probadas están en campos en franca declinación o cerca de alcanzar el punto inicial de declive, indicó.
Lo preocupante para México, acotó, es que si bien se está en un periodo de precios elevados, las reservas siguen cayendo, pues a pesar de los ingresos extraordinarios, no se encuentra la manera de destinar los recursos suficientes a exploración, localización de reservas y desarrollo de campos.
En materia financiera, esta industria dispone, con amplitud por el momento, de medios suficientes para sus finalidades propias, pero no para solventar la mitad de las necesidades de financiamiento del gasto del gobierno, advirtió.
A su vez, el miembro del Grupo de Ingenieros PEMEX Constitución de 1917, Alberto Altamirano Guzmán, refirió que en 1975 México era la novena economía del mundo y en la actualidad, a más de 30 años de exportar crudo, es la decimocuarta. Aún con la enorme riqueza petrolera, se constituye una sociedad más pobre que antes.
Empero, enfatizó, aunque se localizaran diez yacimientos similares al de Cantarell, si continúa la política irracional de exportar crudo e importar petrolíferos y petroquímicos, continuará el subdesarrollo, en la ignorancia y en la miseria.
Por ello, propuso implementar un programa de conservación y ahorro de energía, diseñar estrategias eficientes para incorporar reservas, y utilizar al máximo la capacidad de las refinerías para reducir al mínimo la importación de gasolinas y otros petrolíferos, entre otras.
Finalmente, el catedrático de la División de Estudios de Posgrado de la FE, Benjamín García Paez, comentó que si México tuviese una política petrolera basada en principios, se valoraría a esta industria “no sólo por sus divisas e ingresos fiscales, que bajo cualquier circunstancia tienen que entrar al país”, sino por todo lo que ello representa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario