emilio godoy
(apro).- La mafia china –mejor conocida como las Tríadas– está en el seno de la historia del gigante asiático. Sus orígenes, que se remontan al siglo XVIII en el monasterio de los Shaolín, están rodeados de una aureola casi mítica. Hoy, tres siglos más tarde, sus actividades están envueltas en el hermetismo, lo que parece venirles de maravilla ante el despertar económico de China.
“Las Tríadas en Hong Kong y Taiwán han estado siempre inmersas en la economía capitalista”, afirma, en entrevista con Apro, Jean-François Gayraud, autor del libro El G9 de las mafias en el mundo (Editorial Tendencias, 2007), obra que realiza un amplio análisis de las agrupaciones mafiosas en el mundo.
La base de las Tríadas se localiza en el sureste de China, en la región de Fujian –llamada “la Sicilia china” –, Hong Kong y Taiwán. Estas organizaciones se dedican al tráfico de drogas, de armas y de personas, la prostitución, el juego legal e ilegal, la piratería de películas y música, la extorsión, la usura y el secuestro, actividades cuyo equivalente financiero se desconoce.
“Se concentran en la costa este (de China), porque es su base histórica y natural y porque éste es el lugar donde se hace dinero como resultado del boom económico. Repentinamente, los miembros de las Tríadas que fueron obstruidos en Taiwán, Macao y Hong Kong han tenido la oportunidad de viajar e invertir en la China continental. Entonces, su crecimiento en el continente sólo ha seguido y a veces precedido la expansión económica. Han sido grandes inversores en la costa este de China y han ayudado tanto como se han beneficiado de esa expansión”, explica, vía correo electrónico, Gayraud, comisario de policía de Francia y doctor en Derecho, considerado uno de los mayores especialistas del fenómeno mafioso.
Actualmente, los principales clanes de las Tríadas son Sun Yee On (Nueva virtud y paz), surgida en Cantón en 1919 y cuya base se encuentra en Hong Kong. Cuenta con unos 50 mil miembros y, según Gayraud, sería el clan más poderoso del mundo. Le sigue Sap Sze Wui (14 Kilates), que debe su nombre a su cuartel general en Cantón –la calle 14 Po Wah Road. Su sede está en Hong Kong y tendría también unos 50 mil miembros.
Luego está Wo Chi Tau (el cártel-confederación de la Armonía o el cártel-federación Wo), con base en Hong Kong, y cuenta con unos 30 mil integrantes.
Muerto el rey…
La historia de esta mafia no está exenta de los intensos vaivenes de China, como lo relata en su obra el experto galo. Las primeras rebeliones de estas agrupaciones en contra de los emperadores datan de 1708 en Zhejiang y 1787 en Formosa (hoy Taiwán).
También participaron en las revueltas de los Taipings y los Boxers (boxeadores que formaron una sociedad secreta para promover un movimiento antioccidental en China desde 1895, que culminó cinco años después con un levantamiento en contra de las representaciones diplomáticas en Beijing). Una fuerza internacional, comandada por los alemanes, sofocó la revuelta. Su última rebelión se habría producido hacia 1892.
Los ingleses llamaron “tríadas” en el siglo XIX a los grupos mafiosos. Su símbolo es un triángulo que representa las relaciones entre el cielo, la tierra y el hombre. Los chinos las denominan “sociedades negras” o hei seguí o la Asociación-Sociedad del Cielo y la Tierra (Tian-dihui).
Hacia mediados del siglo XIX, poco después de que Hong Kong obtuvo la soberanía, los ingleses se percataron de la magnitud del fenómeno y emitieron una ordenanza para su supresión que resultó infructuosa.
Los ingleses emplearon sus servicios en las dos guerras del Opio, a mediados del siglo XIX y cuyo objetivo era abrir el mercado chino al alcaloide procedente de India.
Además, las Tríadas participaron activamente en la caída del emperador a manos de Sun Yat-sen en 1911, lo que dio paso al surgimiento de la República. Aportaban armas y dinero, eran un canal para difundir las ideas revolucionarias entre el campesinado y eliminaban e intimidaban a opositores políticos.
Yat-sen dirigía la Tríada de las Tres Armonías, una de las más grandes del país.
Así como el triunfo del comunismo en 1949 obligó a la mafia a replegarse fuera de las fronteras chinas –se concentró en Hong Kong, Taiwán, Macao, Singapur y Tailandia–, los cambios acelerados y la liberalización económica de China que inició a partir de 1978 la han traído de regreso al continente. Su retorno se redondeó con el traspaso a manos chinas de Hong Kong en 1997 y Macao en 1999.
Si a inicios del siglo pasado las Tríadas aglutinaban a unos 35 millones de personas, hoy esa cantidad es desconocida. Datos extraoficiales indican que sólo en Hong Kong hay unos 50 grupos, con aproximadamente 300 mil miembros. La Tríada 14 Kilates, cuyo cuartel general está en la península de Kowloon, es la más peligrosa.
La conexión fantasma
México se ha convertido en puente para el paso ilegal de miles de inmigrantes en ruta hacia Estados Unidos, incluyendo ciudadanos chinos. Llegan por avión desde Europa o vía Panamá, cuyo canal atrae a cientos de embarcaciones de todo el mundo.
En 1994, las autoridades estadounidenses informaron que aproximadamente 100 mil chinos ingresaban al año de forma clandestina a ese territorio. Los traficantes, presumiblemente vinculados a las Tríadas, cobraban entre 20 mil y 40 mil dólares por el trabajo.
En junio de 2005, la Interpol presentó un informe en Lima (Perú) sobre la relación de los “coyotes” mexicanos con la mafia china y los yakuza japoneses para trasladar asiáticos indocumentados a suelo estadounidense. Entre las tres organizaciones controlarían unos 15 mil millones de dólares, de acuerdo con la policía internacional.
Una extensión de las Tríadas sería la responsable de controlar el tráfico de los sin papeles desde Honduras a Estados Unidos a través de México.
En marzo pasado, la policía española desbarató en Madrid una célula ligada a las Tríadas que se dedicaba a mover ciudadanos chinos irregulares a países como México, Canadá y Sudáfrica. Integrantes de las Tríadas enviaban desde China montos superiores a los 150 mil euros para sufragar compras de boletos aéreos y alojamiento.
Cuando la policía española intervino, estaba por producirse una operación que involucraba a ocho mujeres, cuyo destino era la capital mexicana, a cambio de 20 mil euros.
Gayraud explica que China ha exportado el fenómeno de las Tríadas desde hace mucho tiempo. “Las Tríadas han seguido la emigración de la población china en el extranjero. Es por eso que todas las comunidades chinas alrededor del mundo, principalmente en los barrios chinos, están contaminadas. Por eso es que las Tríadas se han asentado en Estados Unidos desde el siglo XIX en las costas este y oeste”, dice.
Aún no queda claro si el caso del chino naturalizado mexicano Zhenli Ye Gon, que explotó en marzo de 2007 cuando la policía incautó 200 millones de dólares en su casa de Lomas de Chapultepec, sería una muestra de la hipotética presencia de las Tríadas en México.
Ye Gon, actualmente preso en una cárcel estadounidense, habría pasado por actividades comunes a la mafia china, como el trasiego de pseudoefedrina para la producción de estupefacientes, lavado de dinero mediante el juego –era asiduo a casinos de Las Vegas– y venta de piratería, pues su primera labor comercial habría sido el comercio de textiles importados de su país natal.
Ye Ning, abogado defensor en Estados Unidos de Ye Gon –cuyos antecedentes en China aún son desconocidos– representaría a miembros de la secta Falún Gong, proscrita por el gobierno de Beijing. Tal señalamiento parte de un hecho: defiende, junto con otros cinco abogados, a Wang Bo, sentenciada a cinco años de cárcel por pertenecer a esa agrupación.
Gayraud advierte al respecto: “Uno no puede estigmatizar a todos los criminales chinos como miembros de las Tríadas, pero puede ser sólo un simple grupo criminal chino, y no una organización tradicional; una red criminal temporal que tiene una ‘actividad del crimen organizado’ pero que no es una Tríada”.
Bajo perfil
En su libro, el profesor francés caracteriza a las mafias –sea la Camorra italiana, las Tríadas Chinas o las bandas albanesas– por su perfil discreto y clandestino. Si algo no les gusta es llamar la atención y, por eso, es difícil estimar la magnitud real del fenómeno.
Sin embargo, las autoridades chinas saben del tamaño del reto. “Las autoridades chinas son muy conscientes del poder y la existencia de las Tríadas. Lo notamos durante los meses previos a la reunificación con Hong Kong: las autoridades chinas enviaron públicamente claros mensajes a las ‘sociedades secretas’ para obtener su colaboración durante la transición. Las autoridades chinas necesitaron tanto de la neutralidad de las Tríadas como de su dinero (inversiones)”, recuerda Gayraud.
El gobierno chino ha emprendido una fuerte represión en contra de las Tríadas. En septiembre de 2003 detuvo a unas 9 mil personas en una operación de las policías de Beijing, Macao y Hong Kong. En junio de 2005 capturó a mil 616 integrantes de la mafia en un operativo llamad “Sol deslumbrante”, que duró 11 días.
Una de las mayores preocupaciones actuales de la administración china es la corrupción, que se cuece al calor del fuego intenso del desarrollo económico.
Una encuesta revelada en julio pasado por la ONG Trace International reveló que China es el tercer país en intentos de soborno, detrás de Rusia e India. El 85 por ciento de estas tentativas fue solicitado por funcionarios estatales, como policías y jueces.
“Como lo han demostrado todos los análisis e investigaciones, y las autoridades chinas son ahora muy conscientes del problema, la corrupción de las autoridades por las Tríadas son una amenaza real para el futuro”, enfatiza Gayraud.
Una de las mayores dificultades para las autoridades de Beijing es cómo detectar el dinero sucio en negocios legales, traslado que Du Yousheng, alias “Míster Du”, supo ejecutar muy bien en su época.
Du Yousheng, nacido en 1887 y máximo dirigente de la Tríada “La banda verde”, lucraba en Shanghai, bajo dominio francés en los albores del siglo XX, con la extorsión, la piratería y la venta ilegal de estupefacientes.
Fundó su propio banco –The Chung Wai Bank–, dirigió la Bolsa de Valores de Shanghai y la Asociación General de Comerciantes. Fue miembro honorario de la Policía y la Cruz Roja china e, irónicamente, presidente de la Liga contra el Opio.
En 1937, huyó a Hong Kong, donde mantuvo sus actividades mafiosas. Murió en 1951 y su cuerpo fue trasladado el año siguiente a Taiwán, donde se le dio un trato casi de héroe nacional, por haber sido uno de los colaboradores más estrechos de Chiang Kai-shek, fundador de la isla.
(apro).- La mafia china –mejor conocida como las Tríadas– está en el seno de la historia del gigante asiático. Sus orígenes, que se remontan al siglo XVIII en el monasterio de los Shaolín, están rodeados de una aureola casi mítica. Hoy, tres siglos más tarde, sus actividades están envueltas en el hermetismo, lo que parece venirles de maravilla ante el despertar económico de China.
“Las Tríadas en Hong Kong y Taiwán han estado siempre inmersas en la economía capitalista”, afirma, en entrevista con Apro, Jean-François Gayraud, autor del libro El G9 de las mafias en el mundo (Editorial Tendencias, 2007), obra que realiza un amplio análisis de las agrupaciones mafiosas en el mundo.
La base de las Tríadas se localiza en el sureste de China, en la región de Fujian –llamada “la Sicilia china” –, Hong Kong y Taiwán. Estas organizaciones se dedican al tráfico de drogas, de armas y de personas, la prostitución, el juego legal e ilegal, la piratería de películas y música, la extorsión, la usura y el secuestro, actividades cuyo equivalente financiero se desconoce.
“Se concentran en la costa este (de China), porque es su base histórica y natural y porque éste es el lugar donde se hace dinero como resultado del boom económico. Repentinamente, los miembros de las Tríadas que fueron obstruidos en Taiwán, Macao y Hong Kong han tenido la oportunidad de viajar e invertir en la China continental. Entonces, su crecimiento en el continente sólo ha seguido y a veces precedido la expansión económica. Han sido grandes inversores en la costa este de China y han ayudado tanto como se han beneficiado de esa expansión”, explica, vía correo electrónico, Gayraud, comisario de policía de Francia y doctor en Derecho, considerado uno de los mayores especialistas del fenómeno mafioso.
Actualmente, los principales clanes de las Tríadas son Sun Yee On (Nueva virtud y paz), surgida en Cantón en 1919 y cuya base se encuentra en Hong Kong. Cuenta con unos 50 mil miembros y, según Gayraud, sería el clan más poderoso del mundo. Le sigue Sap Sze Wui (14 Kilates), que debe su nombre a su cuartel general en Cantón –la calle 14 Po Wah Road. Su sede está en Hong Kong y tendría también unos 50 mil miembros.
Luego está Wo Chi Tau (el cártel-confederación de la Armonía o el cártel-federación Wo), con base en Hong Kong, y cuenta con unos 30 mil integrantes.
Muerto el rey…
La historia de esta mafia no está exenta de los intensos vaivenes de China, como lo relata en su obra el experto galo. Las primeras rebeliones de estas agrupaciones en contra de los emperadores datan de 1708 en Zhejiang y 1787 en Formosa (hoy Taiwán).
También participaron en las revueltas de los Taipings y los Boxers (boxeadores que formaron una sociedad secreta para promover un movimiento antioccidental en China desde 1895, que culminó cinco años después con un levantamiento en contra de las representaciones diplomáticas en Beijing). Una fuerza internacional, comandada por los alemanes, sofocó la revuelta. Su última rebelión se habría producido hacia 1892.
Los ingleses llamaron “tríadas” en el siglo XIX a los grupos mafiosos. Su símbolo es un triángulo que representa las relaciones entre el cielo, la tierra y el hombre. Los chinos las denominan “sociedades negras” o hei seguí o la Asociación-Sociedad del Cielo y la Tierra (Tian-dihui).
Hacia mediados del siglo XIX, poco después de que Hong Kong obtuvo la soberanía, los ingleses se percataron de la magnitud del fenómeno y emitieron una ordenanza para su supresión que resultó infructuosa.
Los ingleses emplearon sus servicios en las dos guerras del Opio, a mediados del siglo XIX y cuyo objetivo era abrir el mercado chino al alcaloide procedente de India.
Además, las Tríadas participaron activamente en la caída del emperador a manos de Sun Yat-sen en 1911, lo que dio paso al surgimiento de la República. Aportaban armas y dinero, eran un canal para difundir las ideas revolucionarias entre el campesinado y eliminaban e intimidaban a opositores políticos.
Yat-sen dirigía la Tríada de las Tres Armonías, una de las más grandes del país.
Así como el triunfo del comunismo en 1949 obligó a la mafia a replegarse fuera de las fronteras chinas –se concentró en Hong Kong, Taiwán, Macao, Singapur y Tailandia–, los cambios acelerados y la liberalización económica de China que inició a partir de 1978 la han traído de regreso al continente. Su retorno se redondeó con el traspaso a manos chinas de Hong Kong en 1997 y Macao en 1999.
Si a inicios del siglo pasado las Tríadas aglutinaban a unos 35 millones de personas, hoy esa cantidad es desconocida. Datos extraoficiales indican que sólo en Hong Kong hay unos 50 grupos, con aproximadamente 300 mil miembros. La Tríada 14 Kilates, cuyo cuartel general está en la península de Kowloon, es la más peligrosa.
La conexión fantasma
México se ha convertido en puente para el paso ilegal de miles de inmigrantes en ruta hacia Estados Unidos, incluyendo ciudadanos chinos. Llegan por avión desde Europa o vía Panamá, cuyo canal atrae a cientos de embarcaciones de todo el mundo.
En 1994, las autoridades estadounidenses informaron que aproximadamente 100 mil chinos ingresaban al año de forma clandestina a ese territorio. Los traficantes, presumiblemente vinculados a las Tríadas, cobraban entre 20 mil y 40 mil dólares por el trabajo.
En junio de 2005, la Interpol presentó un informe en Lima (Perú) sobre la relación de los “coyotes” mexicanos con la mafia china y los yakuza japoneses para trasladar asiáticos indocumentados a suelo estadounidense. Entre las tres organizaciones controlarían unos 15 mil millones de dólares, de acuerdo con la policía internacional.
Una extensión de las Tríadas sería la responsable de controlar el tráfico de los sin papeles desde Honduras a Estados Unidos a través de México.
En marzo pasado, la policía española desbarató en Madrid una célula ligada a las Tríadas que se dedicaba a mover ciudadanos chinos irregulares a países como México, Canadá y Sudáfrica. Integrantes de las Tríadas enviaban desde China montos superiores a los 150 mil euros para sufragar compras de boletos aéreos y alojamiento.
Cuando la policía española intervino, estaba por producirse una operación que involucraba a ocho mujeres, cuyo destino era la capital mexicana, a cambio de 20 mil euros.
Gayraud explica que China ha exportado el fenómeno de las Tríadas desde hace mucho tiempo. “Las Tríadas han seguido la emigración de la población china en el extranjero. Es por eso que todas las comunidades chinas alrededor del mundo, principalmente en los barrios chinos, están contaminadas. Por eso es que las Tríadas se han asentado en Estados Unidos desde el siglo XIX en las costas este y oeste”, dice.
Aún no queda claro si el caso del chino naturalizado mexicano Zhenli Ye Gon, que explotó en marzo de 2007 cuando la policía incautó 200 millones de dólares en su casa de Lomas de Chapultepec, sería una muestra de la hipotética presencia de las Tríadas en México.
Ye Gon, actualmente preso en una cárcel estadounidense, habría pasado por actividades comunes a la mafia china, como el trasiego de pseudoefedrina para la producción de estupefacientes, lavado de dinero mediante el juego –era asiduo a casinos de Las Vegas– y venta de piratería, pues su primera labor comercial habría sido el comercio de textiles importados de su país natal.
Ye Ning, abogado defensor en Estados Unidos de Ye Gon –cuyos antecedentes en China aún son desconocidos– representaría a miembros de la secta Falún Gong, proscrita por el gobierno de Beijing. Tal señalamiento parte de un hecho: defiende, junto con otros cinco abogados, a Wang Bo, sentenciada a cinco años de cárcel por pertenecer a esa agrupación.
Gayraud advierte al respecto: “Uno no puede estigmatizar a todos los criminales chinos como miembros de las Tríadas, pero puede ser sólo un simple grupo criminal chino, y no una organización tradicional; una red criminal temporal que tiene una ‘actividad del crimen organizado’ pero que no es una Tríada”.
Bajo perfil
En su libro, el profesor francés caracteriza a las mafias –sea la Camorra italiana, las Tríadas Chinas o las bandas albanesas– por su perfil discreto y clandestino. Si algo no les gusta es llamar la atención y, por eso, es difícil estimar la magnitud real del fenómeno.
Sin embargo, las autoridades chinas saben del tamaño del reto. “Las autoridades chinas son muy conscientes del poder y la existencia de las Tríadas. Lo notamos durante los meses previos a la reunificación con Hong Kong: las autoridades chinas enviaron públicamente claros mensajes a las ‘sociedades secretas’ para obtener su colaboración durante la transición. Las autoridades chinas necesitaron tanto de la neutralidad de las Tríadas como de su dinero (inversiones)”, recuerda Gayraud.
El gobierno chino ha emprendido una fuerte represión en contra de las Tríadas. En septiembre de 2003 detuvo a unas 9 mil personas en una operación de las policías de Beijing, Macao y Hong Kong. En junio de 2005 capturó a mil 616 integrantes de la mafia en un operativo llamad “Sol deslumbrante”, que duró 11 días.
Una de las mayores preocupaciones actuales de la administración china es la corrupción, que se cuece al calor del fuego intenso del desarrollo económico.
Una encuesta revelada en julio pasado por la ONG Trace International reveló que China es el tercer país en intentos de soborno, detrás de Rusia e India. El 85 por ciento de estas tentativas fue solicitado por funcionarios estatales, como policías y jueces.
“Como lo han demostrado todos los análisis e investigaciones, y las autoridades chinas son ahora muy conscientes del problema, la corrupción de las autoridades por las Tríadas son una amenaza real para el futuro”, enfatiza Gayraud.
Una de las mayores dificultades para las autoridades de Beijing es cómo detectar el dinero sucio en negocios legales, traslado que Du Yousheng, alias “Míster Du”, supo ejecutar muy bien en su época.
Du Yousheng, nacido en 1887 y máximo dirigente de la Tríada “La banda verde”, lucraba en Shanghai, bajo dominio francés en los albores del siglo XX, con la extorsión, la piratería y la venta ilegal de estupefacientes.
Fundó su propio banco –The Chung Wai Bank–, dirigió la Bolsa de Valores de Shanghai y la Asociación General de Comerciantes. Fue miembro honorario de la Policía y la Cruz Roja china e, irónicamente, presidente de la Liga contra el Opio.
En 1937, huyó a Hong Kong, donde mantuvo sus actividades mafiosas. Murió en 1951 y su cuerpo fue trasladado el año siguiente a Taiwán, donde se le dio un trato casi de héroe nacional, por haber sido uno de los colaboradores más estrechos de Chiang Kai-shek, fundador de la isla.
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