· El investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, Víctor Manuel Velasco, dijo que parece que empezó a partir de 2005
· En el planeta, en los últimos 12 mil años, se han registrado periodos cíclicos cálidos y fríos, por lo que el cambio climático es recurrente, aclaró
· Dictó la conferencia Un escenario inesperado de cambio climático: mini-era del hielo, en el Centro de Ciencias de la Atmósfera
Por los datos satelitales de que se dispone, parecería que a partir de 2005 comenzó un pequeño enfriamiento global terrestre, aseguró el investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, Víctor Manuel Velasco Herrera.
Al dictar la conferencia Un escenario inesperado de cambio climático: mini-era del hielo, efectuada en el salón de seminarios del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), expuso que en el planeta, en los últimos 12 mil años, se han registrado periodos cíclicos cálidos y fríos.
Es decir, aclaró el científico, el cambio climático es recurrente. Prueba de ello, fue la época de “calentamiento medieval”, donde Groenlandia se quedó sin hielo, que duró aproximadamente del año 950 al 1100 de la era común.
Hoy se registra un derretimiento de los polos, pero también tiene un aspecto natural que se ha presentado durante miles de años. No obstante, hoy alarma porque nunca se había observado, opinó.
Para entender la transformación del clima, recordó, sólo se tienen datos confiables de los últimos 20 años, que no pueden explicar los efectos de los anteriores 120 mil años.
En la historia se han registrado periodos como el Interglacial Eemiense, el penúltimo ciclo cálido que la Tierra ha experimentado, en el Cuaternario. Había entre dos y cuatro grados por encima de la temperatura actual. En tanto, el nivel del mar tenía entre cuatro y seis metros arriba del presente. “Si en estos momentos está subiendo, no debería haber preocupación, pero sin olvidar este dato”.
En el Holoceno, que es la época reciente, con mayor calor, hubo una baja abrupta de las temperaturas, conocida como el Younger, aunque no se sabe todavía a qué se debió. “Parece que uno de los factores fue el Sol”, refirió el investigador del Departamento de Ciencias Espaciales del IGf.
Hasta ahora, explicó, la actividad solar no se ha reconocido como una posible causa de enfriamiento. En esa época, el dióxido de carbono (CO2) estaba en aumento; en contraste, el metano, otro gas de efecto invernadero, disminuyó. Esa información debe entenderse para comprender qué pasa en la actualidad.
Al parecer, en estos tiempos el metano llegó a su máximo y posiblemente esté en descenso; hay que ver si se mantiene o disminuye. Por ello, se requieren “análisis más confiables”, abundó.
Asimismo, detalló el bachelor y master of Science por la Universidad Estatal de Jarkov, Ucrania, que el desprendimiento de los glaciares no llevará a un aumento en el nivel del mar.
De hecho, afirmó, en la última década, el nivel marítimo –que es complicado medir–, donde intervienen movimientos tectónicos y la sustracción de gas y petróleo del subsuelo –cuyos vacíos dejados son llenados por el agua–, ha variado cuatro centímetros; si continuara, en un siglo alcanzaría 40 centímetros.
A diferencia de las incertidumbres en torno al periodo cálido medieval, en la pequeña era del hielo –alrededor de los años 1500 a 1800–, se sabe que el río Támesis se congeló; en pleno verano, en Europa cayó nieve.
Cuando hay baja de temperaturas, como entonces, por alguna causa la actividad volcánica aumenta, señaló Víctor Manuel Velasco. De igual modo, cuando se incrementa, lo hace también la actividad del Sol, y cuando disminuye, los gradientes globales disminuyen.
Así ocurrió en 1980, con un alza por el incremento de CO2 y con el máximo de la actividad solar en un periodo de más de 100 años. De hecho, dijo, muchos indicadores muestran un lapso de 120 años.
En el máximo medieval, la contribución de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, era igual a cero; podría ser que haya tenido relación con el aumento de radiación del astro rey.
En la actualidad, sostuvo, hay eventos que nada tienen que ver con el calentamiento global, donde intervienen factores externos como el Sol, las erupciones volcánicas y la acción antropogénica. Por ello, es necesario distinguir qué tiene relación y dejar de culpar de todo a ese fenómeno, finalizó.
· En el planeta, en los últimos 12 mil años, se han registrado periodos cíclicos cálidos y fríos, por lo que el cambio climático es recurrente, aclaró
· Dictó la conferencia Un escenario inesperado de cambio climático: mini-era del hielo, en el Centro de Ciencias de la Atmósfera
Por los datos satelitales de que se dispone, parecería que a partir de 2005 comenzó un pequeño enfriamiento global terrestre, aseguró el investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, Víctor Manuel Velasco Herrera.
Al dictar la conferencia Un escenario inesperado de cambio climático: mini-era del hielo, efectuada en el salón de seminarios del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), expuso que en el planeta, en los últimos 12 mil años, se han registrado periodos cíclicos cálidos y fríos.
Es decir, aclaró el científico, el cambio climático es recurrente. Prueba de ello, fue la época de “calentamiento medieval”, donde Groenlandia se quedó sin hielo, que duró aproximadamente del año 950 al 1100 de la era común.
Hoy se registra un derretimiento de los polos, pero también tiene un aspecto natural que se ha presentado durante miles de años. No obstante, hoy alarma porque nunca se había observado, opinó.
Para entender la transformación del clima, recordó, sólo se tienen datos confiables de los últimos 20 años, que no pueden explicar los efectos de los anteriores 120 mil años.
En la historia se han registrado periodos como el Interglacial Eemiense, el penúltimo ciclo cálido que la Tierra ha experimentado, en el Cuaternario. Había entre dos y cuatro grados por encima de la temperatura actual. En tanto, el nivel del mar tenía entre cuatro y seis metros arriba del presente. “Si en estos momentos está subiendo, no debería haber preocupación, pero sin olvidar este dato”.
En el Holoceno, que es la época reciente, con mayor calor, hubo una baja abrupta de las temperaturas, conocida como el Younger, aunque no se sabe todavía a qué se debió. “Parece que uno de los factores fue el Sol”, refirió el investigador del Departamento de Ciencias Espaciales del IGf.
Hasta ahora, explicó, la actividad solar no se ha reconocido como una posible causa de enfriamiento. En esa época, el dióxido de carbono (CO2) estaba en aumento; en contraste, el metano, otro gas de efecto invernadero, disminuyó. Esa información debe entenderse para comprender qué pasa en la actualidad.
Al parecer, en estos tiempos el metano llegó a su máximo y posiblemente esté en descenso; hay que ver si se mantiene o disminuye. Por ello, se requieren “análisis más confiables”, abundó.
Asimismo, detalló el bachelor y master of Science por la Universidad Estatal de Jarkov, Ucrania, que el desprendimiento de los glaciares no llevará a un aumento en el nivel del mar.
De hecho, afirmó, en la última década, el nivel marítimo –que es complicado medir–, donde intervienen movimientos tectónicos y la sustracción de gas y petróleo del subsuelo –cuyos vacíos dejados son llenados por el agua–, ha variado cuatro centímetros; si continuara, en un siglo alcanzaría 40 centímetros.
A diferencia de las incertidumbres en torno al periodo cálido medieval, en la pequeña era del hielo –alrededor de los años 1500 a 1800–, se sabe que el río Támesis se congeló; en pleno verano, en Europa cayó nieve.
Cuando hay baja de temperaturas, como entonces, por alguna causa la actividad volcánica aumenta, señaló Víctor Manuel Velasco. De igual modo, cuando se incrementa, lo hace también la actividad del Sol, y cuando disminuye, los gradientes globales disminuyen.
Así ocurrió en 1980, con un alza por el incremento de CO2 y con el máximo de la actividad solar en un periodo de más de 100 años. De hecho, dijo, muchos indicadores muestran un lapso de 120 años.
En el máximo medieval, la contribución de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, era igual a cero; podría ser que haya tenido relación con el aumento de radiación del astro rey.
En la actualidad, sostuvo, hay eventos que nada tienen que ver con el calentamiento global, donde intervienen factores externos como el Sol, las erupciones volcánicas y la acción antropogénica. Por ello, es necesario distinguir qué tiene relación y dejar de culpar de todo a ese fenómeno, finalizó.
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