El Estado rehén
La reunión fue para presentar los resultados de un estudio patrocinado por el Banco Mundial, sede México, sobre "Gobernabilidad Democrática en México", que lleva como subtítulo "más allá de la Captura del Estado y la Polarización Social". El estudio fue coordinado por Yasuhiko Matsuda, especialista en Gestión Pública del BM y por especialistas de ese banco en muchas disciplinas. También contó con la participación de servidores públicos, de dirigentes sindicales y políticos y de prestigiados académicos mexicanos.
En poco más de 100 páginas, y con un buen número de gráficas que facilitan el vaciado de los datos, el libro resume en cinco capítulos los principales obstáculos que los expertos encontraron para explicar el escaso desarrollo que hemos tenido en nuestro país, sobre todo desde que empezó la llamada transición democrática. El estudio reconoce que a medida que el país se democratizó, los ciudadanos están asumiendo un papel más activo en la toma de decisiones sobre el futuro de su sociedad y la hegemonía priista fue remplazada por instituciones democráticas basadas en la división de poderes y mayores controles y contrapesos. La competencia política se ha incrementado en todos los niveles de gobierno y existe un mayor acceso a la información gubernamental.
Las elecciones competidas, se señala, han llevado a un cambio en la dirección de las políticas públicas en algunos sectores; se destacan el mayor gasto en educación y salud. Sin embargo, señala que sigue siendo una asignatura pendiente mejorar la calidad de los servicios educativos y de salud que son más deficientes para los que menos tienen, lo que causa mayor desigualdad.
Los temas de mayor preocupación son los mismos que hoy en día causan desasosiego en la sociedad. Afirman que la competencia política ha provocado así mismo la aparición o el fortalecimiento de nuevos grupos de interés, como son los sindicatos del sector público y de algunas élites económicas. "Estos grupos median y a veces capturan la relación entre el liderazgo político y los ciudadanos en general... lo que afecta el suministro de bienes y servicios públicos... en especial en lo relacionado a la habilidad para atacar u obstaculizar funciones o fuentes de ingreso que son clave para el Estado, o atacar la capacidad de comprar apoyo político con su influencia financiera". Cualquier semejanza con la que sucede con los monopolios, sindicales o económicos del país, no es una mera coincidencia.
El estudio refiere además las restricciones a la competitividad de la economía; las reformas políticas que se requieren para la gobernabilidad y señala que, en todo caso, de lograr los consensos, las medidas no son fáciles de aplicar precisamente porque los grupos de interés, empresariales, sindicales, políticos y ahora delincuenciales, han tomado de rehén al Estado y limitado su capacidad de maniobra.
El documento intenta ser positivo sobre el futuro, pero no deja mucho lugar para el optimismo. Los retos que enfrenta el Estado mexicano son enormes y escaso el poder para remover los obstáculos a su desarrollo.
Una lectura objetiva de éste y de otros trabajos recientes, cuidando el sesgo que pudiera tener el Banco patrocinador, nos puede ayudar a ubicar mejor a los grupos de interés que con el poder alcanzado en años de debilidad estatal actúan para cuidar sus intereses y no siempre lo hacen con la ley en la mano.
El optimismo que contagia a todos los Presidentes en cuanto llegan al poder, no impide que sea cierto que "lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no termina de nacer", como señala un epígrafe del estudio.
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