El día viernes las calles del perímetro A de la Ciudad de México amanecieron libres de puestos ambulantes a causa de un operativo coordinado por el gobierno del DF, quien apoyado por miembros de las fuerzas policiales locales, está realizando un programa de reubicación de los comercios informales. Dentro de estas acciones, destaca la implementación de los operativos y las sanciones que se pondrán a aquellos que infrinjan las nuevas normas. Éstas, a su vez, tienen como finalidad realzar el “atractivo turístico y la belleza del centro histórico capitalino”. (O en castellano, crearle más bisness al Slim).
Por el momento, los ambulantes serán reubicados en zonas que estimó el gobierno capitalino, lo que deja muestra de que, por un lado, el gobierno de la ciudad está cumpliendo con la promesa de “limpiar el centro histórico”, y por el otro, los comerciantes ambulantes están siendo colocados en nuevas zonas que, según se estima, propiciaran un mejor y más sano ejercicio de su actividad económica.
Las protestas no se hicieron esperar, sin embargo, esto da muestra de que es necesaria la organización social para que no sean sólo unas piezas movibles como fichas de ajedrez del gobierno de Marcelo Ebrad y traspasar el simple hecho de ser comerciantes a realmente convertirse en una sabes social que no sólo persiga el enriquecimiento personal sino un proyecto autogestivo que retome los principios del tianguis y de la construcción social basada en la cooperación mutua.
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