Michel Porcheron
Rebelión
Traducido para Rebelión por Juan Vivanco
Ante un sistema bancario mundial al borde de la asfixia (1), el miércoles 12 de diciembre los diarios occidentales anunciaron que los bancos centrales de los principales países industrializados habían puesto en marcha una vasta operación conjunta en los mercados de crédito para tratar de calmar las tensiones crecientes creadas por la crisis de las famosas hipotecas de alto riesgo (subprimes).
La Reserva Federal usamericana, el Banco Central Europeo (BCE), el Banco Nacional Suizo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Canadá anunciaron una serie de medidas técnicas para inyectar liquidez —dinero fresco— en el sistema interbancario. Algo que no se había visto desde los atentados del 11 de septiembre de 2000, comentó el diario francés Le Monde (13 de diciembre).
Pero sólo 24 horas después de que se anunciara esta inyección de unos 64.000 millones de dólares de liquidez suplementaria, la confusión persistía. La iniciativa no tuvo el efecto esperado en los mercados. Los mercados financieros temen sobre todo dos cosas: la desestabilización del sistema bancario mundial y la propagación de la crisis a la economía real (2). Bailan al son de la crisis de los ya insoslayables subprimes, los famosos créditos inmobiliarios otorgados en USA a hogares que se han declarado insolventes y han llevado a la quiebra a muchos bancos prestamistas. Cuando los expertos mencionan esta crisis hablan del efecto mariposa (efecto considerable originado por una crisis mínima o lejana) de los subprimes que recuerda, por si hiciera falta, los límites del voluntarismo político.
Cómo pueden amenazar a la economía mundial las tribulaciones de los pequeños propietarios usamericanos ¿Cómo se ha llegado a esta situación? ¿Serán eficaces estas medidas de los bancos centrales en unas circunstancias diferentes, con una inflación que se mantiene en un nivel alarmante? Es poco probable.
Un simple euro para obtener 1,4967 dólares (el 23 de noviembre, en las plazas asiáticas), nueva marca histórica; la divisa norteamericana nunca había estado tan débil. En un suelto de portada de sus páginas de Economía, el diario francés Le Figaro (21 de noviembre) señala en primer lugar que «la economía estadounidense inquieta». Según el diario, cunde el temor de que USA entre en recesión. El billete verde ha caído a su cotización más baja desde hace más de treinta años.
Este hundimiento se relaciona estrechamente con la crisis inmobiliaria usamericana, que afecta a los bancos y las grandes agencias de crédito hipotecario, «auténticos pulmones financieros» del país (Le Figaro, 22 de noviembre).
De momento, la Reserva Federal (banco central) ha anunciado que el crecimiento en USA podría quedar por debajo del 2 % en 2008, en vez del 2,5 % previsto.
Pero conviene aclarar que, paradójicamente, el hundimiento del billete verde y el alza del oro negro tienen el mismo origen: los recortes de tipos de interés en USA, tres desde mediados de agosto. En efecto, desde el 16 de agosto el euro ha ganado un 10,6 % y el barril un 37 %. El alza de este último es inducida por los fondos especulativos (los famosos hedge funds), «que han pasado a ser protagonistas del mercado del oro negro» (Le Monde, 23 de noviembre).
¿Cuánto bajará la divisa usamericana? No parece que nada pueda detener su retroceso hasta 1,50 dólares por euro. «Deploramos los cambios repentinos en los mercados de cambio», declaró el 20 de noviembre el presidente del Eurogrupo (grupo de los ministros de Hacienda de la zona euro), Jean-Claude Juncker. Le Figaro señala que el número dos de la refinanciación hipotecaria, Freddie Mac, anunció el 20 de noviembre unas pérdidas de 2.000 millones de dólares en el tercer trimestre, «a causa de la proliferación de suspensiones de pago de los hogares, y señal suplementaria de que la crisis vinculada a las hipotecas de riesgo sigue causando víctimas». Este anuncio revela la gravedad de la situación en el mercado inmobiliario usamericano y en su sistema de crédito (3).
Las entidades financieras han perdido como mínimo 200.000 millones de dólares en la desbandada de los subprimes, esos créditos inmobiliarios concedidos, recordemos, a familias demasiado pobres para reembolsarlos. El impacto indirecto ascendería a 1,8 billones de dólares, según el banco neoyorquino Goldman Sachs.
Por otro lado, cunden las muestras de desconfianza ante un dólar debilitado. Como en China, que el 26 de noviembre decidió pagar en euros (y no en dólares, moneda a la que está anclada su divisa, el yuan) un gigantesco contrato de 7.000 millones de euros firmado con Areva, cuya directora es la francesa Anne Lauvergeon (entrega de dos centrales nucleares y de su combustible). «Otra puñalada a la posición de la moneda americana como referencia internacional» (Le Figaro, 23 de noviembre).
La fábrica europea de aviones Airbus también está en dificultades debido a la debilidad del dólar. Calcula que va a tener «pérdidas enormes» debido a los efectos de cambio, declaró Thomas Enders, directivo de Airbus. En India, a la entrada de monumentos históricos como el Taj Mahal, los turistas que pagan en billetes verdes ya no son bienvenidos. Los indios prefieren una moneda más sólida… la rupia india.
El dólar se tambalea en su peana El pasado 16 de noviembre Le Figaro, poco dado a alegrarse de los apuros usamericanos, hacía un análisis alarmante con el título: El mundo entero da la espalda al dólar débil. El periodista especializado Georges Quioc escribía que «el dólar se tambalea en su peana internacional» y ponía ejemplos concretos que afectan, según él, «a los expatriados estadounidenses, a los turistas, a los asalariados rusos, a los trabajadores inmigrantes del Golfo e incluso a las top models…». Los miembros de la OPEP, que ven cómo se reducen sus ingresos de exportación —con el barril de oro negro en su apogeo (4) en dólar constante (99,29 en Nueva York el 20 de noviembre)—, los people (antes llamados jet o high society) y los países emergentes (antes llamados Tercer Mundo) también buscan alternativas al billete verde.
Actualmente los miembros de la OPEP están divididos. Venezuela propone sustituir el dólar por una cesta de divisas. Otros están a favor de mantener el dólar como moneda de facturación, pero valorando el petróleo con arreglo a un conjunto de monedas. Veamos un ejemplo, tomado de un cálculo de la OPEP: el precio en dólares del barril aumentó en septiembre cerca de un 9 % con respecto al mes anterior, pero sólo un 6,5 % con respecto a una cesta de monedas que comprende el dólar, el yen, la libra esterlina y el franco suizo.
Cabe destacar que Irán ha decidido cobrar el petróleo en euros, yenes u otras divisas, pero no en dólares. Y Venezuela ha optado también por el euro, pese a ser a la vez cliente y abastecedor de USA. Aunque de momento Arabia Saudí, aliada de USA y actor dominante del cártel, con la cuarta parte de las exportaciones de la OPEP, contemporiza, en la región del golfo Pérsico se ha encendido la alarma. Dubai busca soluciones al problema que supone la paridad fija de su moneda con el billete verde. Miles de obreros emigrantes que trabajan en la construcción en Dubai, señala G. Quioc, protestaron airadamente a principios de mes. Reclaman una subida de sueldos. ¿Por qué? Según el Banco Mundial, estos emigrantes mandan 20.000 millones de dólares anuales a sus familias de Pakistán, India o Bangladés. Con la caída del billete verde y el dirham, el poder de compra de las transferencias disminuye. En los países de la región trabajan 700.000 extranjeros sólo en la construcción, es decir, el 17,50 % de la población.
En Rusia, según Le Figaro —que recuerda que sus ciudadanos, como en otros países, están cambiando masivamente dólares por rublos—, el 80 % de las nóminas se pagan en rublos y sólo el 15 % en billetes verdes, según un estudio de la agencia de selección de personal Ancor. En 2005 cerca del 45 % de los sueldos se pagaban en rublos y el 44 % en dólares. Hablar de dólares también es hablar de las fortunas de las modelos o los famosos de la farándula. Según la revista brasileña Veja, la modelo Gisele Bündchen, de 27 años, que gana 33 millones de dólares anuales, ha pedido que le paguen en euros por una campaña de Procter & Gamble, empresa usamericana con sede en Cincinnati. Pero su moneda preferida es el real brasileño, cuyo valor se ha duplicado con respecto al dólar desde que Lula llegó a la presidencia en 2003, siempre según Georges Quioc.
Por último, los usamericanos que están fuera del país, como los turistas, también son víctimas del dólar débil. De momento, concluye Le Figaro, un cambio de moneda en las estadísticas internacionales o en el comercio mundial todavía es prematuro, según los economistas. «Pero a fin de cuentas es el principio del fin de la supremacía del dólar como referencia internacional», insiste uno de ellos.
Según los expertos, el 21 de noviembre de 2007 las bolsas mundiales se tambalearon más que de costumbre a causa de la combinación dólar débil-barril caro. En los anales bursátiles esa fecha se recordará como un «miércoles negro». Los medios financieros internacionales están cada vez más nerviosos.
No obstante, y esto no es contradictorio, por ahora un dólar débil es bueno para USA… El pasado agosto las exportaciones usamericanas, muy favorecidas, crecieron un 12,8 % en un año, y las importaciones sólo un 3 % (Le Monde, 21 de octubre). Por otro lado, y también por ahora, Washington no tiene dificultad para importar los capitales que necesita. Según, entre otros, el economista de Harvard que preside el NBER (National Bureau of Economic Research), Martin Feldstein, el único acicate del crecimiento usamericano es la debilidad del dólar. El único factor que podría inducir a las autoridades monetarias a frenar la bajada del dólar sería, como es bien sabido, el peligro de inflación vinculada, por ejemplo, al alza de los precios de las materias primas.
Al mismo tiempo, las empresas europeas pasan apuros para exportar. El euro es demasiado fuerte. Por primera vez esto ha afectado a las exportaciones alemanas —principal motor económico del país—, que se creían a cubierto. Es evidente que en Europa se van a tomar medidas serias contra un euro «demasiado fuerte». «Frente al dólar, el yen o el yuan, el euro es la única moneda del mundo que no está sometida a una autoridad política», escribía el 19 de noviembre en La Tribune el francés Louis Gallois, presidente del Consorcio europeo de Aeronáutica y Defensa (EADS). Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, considera que «el euro fuerte se ha convertido en un problema».
Existen muchas posibilidades de que Europa presente un frente monetario unido, lo que podría cambiar la relación de fuerzas frente a USA.
Mientras tanto los especialistas de las operaciones de cambio en los bancos (los cambistas) «apuestan sobre seguro». Adoradores del becerro de oro, con sus maniobras y especulaciones ponen el peligro el sistema financiero mundial.
Según la mayoría de los expertos occidentales, la acción concertada de los principales bancos centrales para inyectar liquidez en el mercado de crédito no dio frutos visibles. Las Bolsas se hundieron, como indicaba el diario Le Monde, citando varias fuentes, un día después del 12 de diciembre.
Los inversores dudan de que esta medida saque a los bancos del atolladero de los subprimes, señala el Financial Times. La decisión de los bancos centrales llega tarde y refleja un nerviosismo, sigue diciendo el FT. La solución, según algunos analistas, sería más bien una regulación más estricta del sector bancario en general. Otros, en cambio, creen que esa sería una «mala política». Por otro lado, el riesgo inflacionista no se descarta por completo, como recuerda el WSJ. El temor de los inversores de que los bancos centrales no consigan sacar de la crisis a los bancos no se disipará con las declaraciones del Banco de Inglaterra, que habla de un «círculo vicioso», como recoge el Guardian.
Mientras la inflación siga amenazando, no cabe pensar en una bajada de los tipos de interés básico, herramienta tradicional de los bancos centrales. De modo que la solución de la crisis no está a la vuelta de la esquina. Como comenta el semanario francés L’Express, «decididamente, aún no hemos superado la crisis de los subprimes».
Notas (1) Lo recuerda el semanario francés L’Express: evidentemente, los primeros afectados son los bancos usamericanos. En las últimas semanas los directivos de Merryl Lynch y Citigroup, los mayores entes financieros usamericanos, se han visto obligados a dimitir a causa de las pérdidas abultadas de ambos grupos. Los bancos suizos, muy internacionalizados, también están entre los primeros afectados: UBS, en dificultades, tuvo que recurrir a un fondo estatal de Singapur para salir del apuro. Los bancos británicos, muy dependientes de USA, también están en primera línea. Las tribulaciones del banco Northern Rock, casi en situación de quiebra, son emblemáticas: han provocado reacciones de pánico entre sus clientes, un fenómeno desconocido desde la crisis de 1929.
(2) ¿Puede afectar la crisis de la esfera financiera a la economía real? Por ahora el peligro es limitado, según los analistas, aunque añaden que las señales de alarma se están encendiendo una tras otra. Especialmente en USA, la crisis bursátil tiene una repercusión directa sobre la moral de las familias y podría, por extensión, frenar el consumo. Con un peligro de recesión que, en una situación de hundimiento del dólar, es cada vez más real, añade L’Express. Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se declaraba «convencido» el viernes 14 de diciembre de que el crecimiento de Europa «se frenará» a causa de la crisis financiera actual.
(3) 1,4 millones es el número de familias usamericanas que pueden perder su casa en 2008, según un informe de la asociación de alcaldes (US Conference of Majors) publicado por la firma Global Insight. Años de financiación desordenada del sector inmobiliario han desembocado, al reventar el mercado, con la crisis financiera llamada de los subprimes. Los precios inmobiliarios bajarán este año un 16 % en California (el estado más poblado), que perderá 3.000 millones de dólares de impuestos inmobiliarios locales. En total, el valor del sector inmobiliario en USA se reduciría 1,2 billones de dólares. El crédito crunch, originado en USA, podría arrojar al infierno de los insolventes a un tercio de los suscriptores británicos de préstamos inmobiliarios, 5,5 millones, que tendrán dificultades para reembolsarlo. Mintel, una asesoría sobre comportamientos de consumo, ha echado cuentas: de 16,5 millones de prestatarios, 1,5 millones pertenecen a la categoría subprime, es decir, de alto riesgo para los acreedores. El Council of Mortgage Lenders, citado por Le Figaro (30 nov.), predice que en el cuarto trimestre de 2008 habrá 45.000 embargos.
(4) Según Ali Ahani, embajador de Irán en Francia, el alza del barril es especulativa y sólo beneficia a los majors. «Esta subida del precio del petróleo» declara en el último número del semanario Challenges «no tiene nada que ver con el nivel de producción de la OPEP, son los especuladores quienes la provocan (…) Mientras Exxon Mobil, Chevron y Total se embolsan miles de millones, la bajada del dólar reduce nuestros ingresos».
Michel Porcheron es un periodista francés. Ha trabajado para la agencia France Presse y luego como periodista independiente. Actualmente reside en Cuba, donde trabaja para Granma Internacional; también colabora en las páginas Cubarte, Rebelión, Tlaxcala, etc.
Rebelión
Traducido para Rebelión por Juan Vivanco
Ante un sistema bancario mundial al borde de la asfixia (1), el miércoles 12 de diciembre los diarios occidentales anunciaron que los bancos centrales de los principales países industrializados habían puesto en marcha una vasta operación conjunta en los mercados de crédito para tratar de calmar las tensiones crecientes creadas por la crisis de las famosas hipotecas de alto riesgo (subprimes).
La Reserva Federal usamericana, el Banco Central Europeo (BCE), el Banco Nacional Suizo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Canadá anunciaron una serie de medidas técnicas para inyectar liquidez —dinero fresco— en el sistema interbancario. Algo que no se había visto desde los atentados del 11 de septiembre de 2000, comentó el diario francés Le Monde (13 de diciembre).
Pero sólo 24 horas después de que se anunciara esta inyección de unos 64.000 millones de dólares de liquidez suplementaria, la confusión persistía. La iniciativa no tuvo el efecto esperado en los mercados. Los mercados financieros temen sobre todo dos cosas: la desestabilización del sistema bancario mundial y la propagación de la crisis a la economía real (2). Bailan al son de la crisis de los ya insoslayables subprimes, los famosos créditos inmobiliarios otorgados en USA a hogares que se han declarado insolventes y han llevado a la quiebra a muchos bancos prestamistas. Cuando los expertos mencionan esta crisis hablan del efecto mariposa (efecto considerable originado por una crisis mínima o lejana) de los subprimes que recuerda, por si hiciera falta, los límites del voluntarismo político.
Cómo pueden amenazar a la economía mundial las tribulaciones de los pequeños propietarios usamericanos ¿Cómo se ha llegado a esta situación? ¿Serán eficaces estas medidas de los bancos centrales en unas circunstancias diferentes, con una inflación que se mantiene en un nivel alarmante? Es poco probable.
Un simple euro para obtener 1,4967 dólares (el 23 de noviembre, en las plazas asiáticas), nueva marca histórica; la divisa norteamericana nunca había estado tan débil. En un suelto de portada de sus páginas de Economía, el diario francés Le Figaro (21 de noviembre) señala en primer lugar que «la economía estadounidense inquieta». Según el diario, cunde el temor de que USA entre en recesión. El billete verde ha caído a su cotización más baja desde hace más de treinta años.
Este hundimiento se relaciona estrechamente con la crisis inmobiliaria usamericana, que afecta a los bancos y las grandes agencias de crédito hipotecario, «auténticos pulmones financieros» del país (Le Figaro, 22 de noviembre).
De momento, la Reserva Federal (banco central) ha anunciado que el crecimiento en USA podría quedar por debajo del 2 % en 2008, en vez del 2,5 % previsto.
Pero conviene aclarar que, paradójicamente, el hundimiento del billete verde y el alza del oro negro tienen el mismo origen: los recortes de tipos de interés en USA, tres desde mediados de agosto. En efecto, desde el 16 de agosto el euro ha ganado un 10,6 % y el barril un 37 %. El alza de este último es inducida por los fondos especulativos (los famosos hedge funds), «que han pasado a ser protagonistas del mercado del oro negro» (Le Monde, 23 de noviembre).
¿Cuánto bajará la divisa usamericana? No parece que nada pueda detener su retroceso hasta 1,50 dólares por euro. «Deploramos los cambios repentinos en los mercados de cambio», declaró el 20 de noviembre el presidente del Eurogrupo (grupo de los ministros de Hacienda de la zona euro), Jean-Claude Juncker. Le Figaro señala que el número dos de la refinanciación hipotecaria, Freddie Mac, anunció el 20 de noviembre unas pérdidas de 2.000 millones de dólares en el tercer trimestre, «a causa de la proliferación de suspensiones de pago de los hogares, y señal suplementaria de que la crisis vinculada a las hipotecas de riesgo sigue causando víctimas». Este anuncio revela la gravedad de la situación en el mercado inmobiliario usamericano y en su sistema de crédito (3).
Las entidades financieras han perdido como mínimo 200.000 millones de dólares en la desbandada de los subprimes, esos créditos inmobiliarios concedidos, recordemos, a familias demasiado pobres para reembolsarlos. El impacto indirecto ascendería a 1,8 billones de dólares, según el banco neoyorquino Goldman Sachs.
Por otro lado, cunden las muestras de desconfianza ante un dólar debilitado. Como en China, que el 26 de noviembre decidió pagar en euros (y no en dólares, moneda a la que está anclada su divisa, el yuan) un gigantesco contrato de 7.000 millones de euros firmado con Areva, cuya directora es la francesa Anne Lauvergeon (entrega de dos centrales nucleares y de su combustible). «Otra puñalada a la posición de la moneda americana como referencia internacional» (Le Figaro, 23 de noviembre).
La fábrica europea de aviones Airbus también está en dificultades debido a la debilidad del dólar. Calcula que va a tener «pérdidas enormes» debido a los efectos de cambio, declaró Thomas Enders, directivo de Airbus. En India, a la entrada de monumentos históricos como el Taj Mahal, los turistas que pagan en billetes verdes ya no son bienvenidos. Los indios prefieren una moneda más sólida… la rupia india.
El dólar se tambalea en su peana El pasado 16 de noviembre Le Figaro, poco dado a alegrarse de los apuros usamericanos, hacía un análisis alarmante con el título: El mundo entero da la espalda al dólar débil. El periodista especializado Georges Quioc escribía que «el dólar se tambalea en su peana internacional» y ponía ejemplos concretos que afectan, según él, «a los expatriados estadounidenses, a los turistas, a los asalariados rusos, a los trabajadores inmigrantes del Golfo e incluso a las top models…». Los miembros de la OPEP, que ven cómo se reducen sus ingresos de exportación —con el barril de oro negro en su apogeo (4) en dólar constante (99,29 en Nueva York el 20 de noviembre)—, los people (antes llamados jet o high society) y los países emergentes (antes llamados Tercer Mundo) también buscan alternativas al billete verde.
Actualmente los miembros de la OPEP están divididos. Venezuela propone sustituir el dólar por una cesta de divisas. Otros están a favor de mantener el dólar como moneda de facturación, pero valorando el petróleo con arreglo a un conjunto de monedas. Veamos un ejemplo, tomado de un cálculo de la OPEP: el precio en dólares del barril aumentó en septiembre cerca de un 9 % con respecto al mes anterior, pero sólo un 6,5 % con respecto a una cesta de monedas que comprende el dólar, el yen, la libra esterlina y el franco suizo.
Cabe destacar que Irán ha decidido cobrar el petróleo en euros, yenes u otras divisas, pero no en dólares. Y Venezuela ha optado también por el euro, pese a ser a la vez cliente y abastecedor de USA. Aunque de momento Arabia Saudí, aliada de USA y actor dominante del cártel, con la cuarta parte de las exportaciones de la OPEP, contemporiza, en la región del golfo Pérsico se ha encendido la alarma. Dubai busca soluciones al problema que supone la paridad fija de su moneda con el billete verde. Miles de obreros emigrantes que trabajan en la construcción en Dubai, señala G. Quioc, protestaron airadamente a principios de mes. Reclaman una subida de sueldos. ¿Por qué? Según el Banco Mundial, estos emigrantes mandan 20.000 millones de dólares anuales a sus familias de Pakistán, India o Bangladés. Con la caída del billete verde y el dirham, el poder de compra de las transferencias disminuye. En los países de la región trabajan 700.000 extranjeros sólo en la construcción, es decir, el 17,50 % de la población.
En Rusia, según Le Figaro —que recuerda que sus ciudadanos, como en otros países, están cambiando masivamente dólares por rublos—, el 80 % de las nóminas se pagan en rublos y sólo el 15 % en billetes verdes, según un estudio de la agencia de selección de personal Ancor. En 2005 cerca del 45 % de los sueldos se pagaban en rublos y el 44 % en dólares. Hablar de dólares también es hablar de las fortunas de las modelos o los famosos de la farándula. Según la revista brasileña Veja, la modelo Gisele Bündchen, de 27 años, que gana 33 millones de dólares anuales, ha pedido que le paguen en euros por una campaña de Procter & Gamble, empresa usamericana con sede en Cincinnati. Pero su moneda preferida es el real brasileño, cuyo valor se ha duplicado con respecto al dólar desde que Lula llegó a la presidencia en 2003, siempre según Georges Quioc.
Por último, los usamericanos que están fuera del país, como los turistas, también son víctimas del dólar débil. De momento, concluye Le Figaro, un cambio de moneda en las estadísticas internacionales o en el comercio mundial todavía es prematuro, según los economistas. «Pero a fin de cuentas es el principio del fin de la supremacía del dólar como referencia internacional», insiste uno de ellos.
Según los expertos, el 21 de noviembre de 2007 las bolsas mundiales se tambalearon más que de costumbre a causa de la combinación dólar débil-barril caro. En los anales bursátiles esa fecha se recordará como un «miércoles negro». Los medios financieros internacionales están cada vez más nerviosos.
No obstante, y esto no es contradictorio, por ahora un dólar débil es bueno para USA… El pasado agosto las exportaciones usamericanas, muy favorecidas, crecieron un 12,8 % en un año, y las importaciones sólo un 3 % (Le Monde, 21 de octubre). Por otro lado, y también por ahora, Washington no tiene dificultad para importar los capitales que necesita. Según, entre otros, el economista de Harvard que preside el NBER (National Bureau of Economic Research), Martin Feldstein, el único acicate del crecimiento usamericano es la debilidad del dólar. El único factor que podría inducir a las autoridades monetarias a frenar la bajada del dólar sería, como es bien sabido, el peligro de inflación vinculada, por ejemplo, al alza de los precios de las materias primas.
Al mismo tiempo, las empresas europeas pasan apuros para exportar. El euro es demasiado fuerte. Por primera vez esto ha afectado a las exportaciones alemanas —principal motor económico del país—, que se creían a cubierto. Es evidente que en Europa se van a tomar medidas serias contra un euro «demasiado fuerte». «Frente al dólar, el yen o el yuan, el euro es la única moneda del mundo que no está sometida a una autoridad política», escribía el 19 de noviembre en La Tribune el francés Louis Gallois, presidente del Consorcio europeo de Aeronáutica y Defensa (EADS). Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, considera que «el euro fuerte se ha convertido en un problema».
Existen muchas posibilidades de que Europa presente un frente monetario unido, lo que podría cambiar la relación de fuerzas frente a USA.
Mientras tanto los especialistas de las operaciones de cambio en los bancos (los cambistas) «apuestan sobre seguro». Adoradores del becerro de oro, con sus maniobras y especulaciones ponen el peligro el sistema financiero mundial.
Según la mayoría de los expertos occidentales, la acción concertada de los principales bancos centrales para inyectar liquidez en el mercado de crédito no dio frutos visibles. Las Bolsas se hundieron, como indicaba el diario Le Monde, citando varias fuentes, un día después del 12 de diciembre.
Los inversores dudan de que esta medida saque a los bancos del atolladero de los subprimes, señala el Financial Times. La decisión de los bancos centrales llega tarde y refleja un nerviosismo, sigue diciendo el FT. La solución, según algunos analistas, sería más bien una regulación más estricta del sector bancario en general. Otros, en cambio, creen que esa sería una «mala política». Por otro lado, el riesgo inflacionista no se descarta por completo, como recuerda el WSJ. El temor de los inversores de que los bancos centrales no consigan sacar de la crisis a los bancos no se disipará con las declaraciones del Banco de Inglaterra, que habla de un «círculo vicioso», como recoge el Guardian.
Mientras la inflación siga amenazando, no cabe pensar en una bajada de los tipos de interés básico, herramienta tradicional de los bancos centrales. De modo que la solución de la crisis no está a la vuelta de la esquina. Como comenta el semanario francés L’Express, «decididamente, aún no hemos superado la crisis de los subprimes».
Notas (1) Lo recuerda el semanario francés L’Express: evidentemente, los primeros afectados son los bancos usamericanos. En las últimas semanas los directivos de Merryl Lynch y Citigroup, los mayores entes financieros usamericanos, se han visto obligados a dimitir a causa de las pérdidas abultadas de ambos grupos. Los bancos suizos, muy internacionalizados, también están entre los primeros afectados: UBS, en dificultades, tuvo que recurrir a un fondo estatal de Singapur para salir del apuro. Los bancos británicos, muy dependientes de USA, también están en primera línea. Las tribulaciones del banco Northern Rock, casi en situación de quiebra, son emblemáticas: han provocado reacciones de pánico entre sus clientes, un fenómeno desconocido desde la crisis de 1929.
(2) ¿Puede afectar la crisis de la esfera financiera a la economía real? Por ahora el peligro es limitado, según los analistas, aunque añaden que las señales de alarma se están encendiendo una tras otra. Especialmente en USA, la crisis bursátil tiene una repercusión directa sobre la moral de las familias y podría, por extensión, frenar el consumo. Con un peligro de recesión que, en una situación de hundimiento del dólar, es cada vez más real, añade L’Express. Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se declaraba «convencido» el viernes 14 de diciembre de que el crecimiento de Europa «se frenará» a causa de la crisis financiera actual.
(3) 1,4 millones es el número de familias usamericanas que pueden perder su casa en 2008, según un informe de la asociación de alcaldes (US Conference of Majors) publicado por la firma Global Insight. Años de financiación desordenada del sector inmobiliario han desembocado, al reventar el mercado, con la crisis financiera llamada de los subprimes. Los precios inmobiliarios bajarán este año un 16 % en California (el estado más poblado), que perderá 3.000 millones de dólares de impuestos inmobiliarios locales. En total, el valor del sector inmobiliario en USA se reduciría 1,2 billones de dólares. El crédito crunch, originado en USA, podría arrojar al infierno de los insolventes a un tercio de los suscriptores británicos de préstamos inmobiliarios, 5,5 millones, que tendrán dificultades para reembolsarlo. Mintel, una asesoría sobre comportamientos de consumo, ha echado cuentas: de 16,5 millones de prestatarios, 1,5 millones pertenecen a la categoría subprime, es decir, de alto riesgo para los acreedores. El Council of Mortgage Lenders, citado por Le Figaro (30 nov.), predice que en el cuarto trimestre de 2008 habrá 45.000 embargos.
(4) Según Ali Ahani, embajador de Irán en Francia, el alza del barril es especulativa y sólo beneficia a los majors. «Esta subida del precio del petróleo» declara en el último número del semanario Challenges «no tiene nada que ver con el nivel de producción de la OPEP, son los especuladores quienes la provocan (…) Mientras Exxon Mobil, Chevron y Total se embolsan miles de millones, la bajada del dólar reduce nuestros ingresos».
Michel Porcheron es un periodista francés. Ha trabajado para la agencia France Presse y luego como periodista independiente. Actualmente reside en Cuba, donde trabaja para Granma Internacional; también colabora en las páginas Cubarte, Rebelión, Tlaxcala, etc.
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