Una breve reflexión histórica: una mañana, un ex compañero de la escuela primaria de Gandhi se acercó a pedirle una cita. Hizo un hueco en su apretada agenda y lo recibió con alegría para rememorar viejos tiempos. El hombre le dijo a Gandhi: “Vine con mi hijo pequeño, quiero que me ayudes; el niño come muchos dulces y no me hace caso, aunque le digo que le va a hacer daño”.
Gandhi le respondió: “Con mucho gusto, vuelve la próxima semana con tu hijo a esta misma hora y hablaré con él”.
El hombre le contestó: “Pero si ya estamos aquí... llevo más de tres horas esperando para verte”.
Y Gandhi le dijo: “Yo también como muchos dulces, pienso pasar una semana sin comerlos para tener autoridad moral ante tu hijo”.
Lo anterior me hizo pensar en el PRD.
Guillermo Zambrano / Miami R:
Mmmm. Uno de los problemas del PRD –y son muchos– es que le sobran malandrines y le faltan Gandhis.
Enrique Galvan Ochoa / Dinero / La Jornada / marzo 2008
IMAGEN: por el enmscarado en el exilio, lienzo al oleo, 11" x 9" (Nueva York: 2008)
Gandhi le respondió: “Con mucho gusto, vuelve la próxima semana con tu hijo a esta misma hora y hablaré con él”.
El hombre le contestó: “Pero si ya estamos aquí... llevo más de tres horas esperando para verte”.
Y Gandhi le dijo: “Yo también como muchos dulces, pienso pasar una semana sin comerlos para tener autoridad moral ante tu hijo”.
Lo anterior me hizo pensar en el PRD.
Guillermo Zambrano / Miami R:
Mmmm. Uno de los problemas del PRD –y son muchos– es que le sobran malandrines y le faltan Gandhis.
Enrique Galvan Ochoa / Dinero / La Jornada / marzo 2008
IMAGEN: por el enmscarado en el exilio, lienzo al oleo, 11" x 9" (Nueva York: 2008)
1 comentario:
Que buena reflexión acerca de gandhi.
Tu blog esta super shido, un saludo.
Publicar un comentario