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13 agosto 2008

CANASTA BÁSICA Y SEGURIDAD

ÍNDICE POLÍTICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ

Para Margarita, una hermana como espero no haya dos

¿CUÁL FUE LA reacción de "los mercados", tras el espectacular –de espectáculo, de show— "congelamiento de precios" anunciado por la Administración federal hace 55 días? Siento informarle que reaccionaron a la inversa de lo esperado, pues según la Procuraduría Federal del Consumidor, en los 45 días posteriores los precios de los productos básicos aumentaron 4%, a partir de que el señor Felipe Calderón y los capitostes de la Concamin salieran a los medios a mostrar tamaña generosidad.

Focalizados en temas de seguridad pública, los administradores han soslayado la crisis que afecta ya a los bolsillos de todos los mexicanos y que se refleja en la alarmante disminución del poder adquisitivo.

Todo ello mientras el Banco de México "premia" a los inversionistas con tasas de poco más del 8%, y los salarios de los trabajadores no rebasan incrementos del 4.5%.

El problema es grave. Y apenas la semana anterior fue soslayado por el ocupante de Los Pinos, quien al dar posesión al nuevo titular de una de sus dependencias, precisamente la de Economía, no dijo ni pío al respecto.

Y es que, de acuerdo con datos obtenidos por la Secretaria de la Hacienda Pública del Gobierno Legitimo se observa que durante los primeros 7 meses del presente año, el precio de 42 productos que componen la canasta básica registró un incremento del 11% con lo que el poder adquisitivo del salario mínimo durante la presente administración ha registrado una pérdida acumulada que asciende al 39% y que se acentuará durante los próximos meses, debido al incremento en los precios de prácticamente la totalidad de los energéticos, afectando con ello aún más el nivel de vida de toda la población.

Señala la dependencia a cargo de Mario DiConstanzo que, de acuerdo con información publicada por la Profeco, se observa que, en diciembre de 2006, el costo de "una canasta básica" de 42 productos se ubicó en 818.44 pesos, lo que significa que una persona que percibiera el salario mínimo tenía que destinar 134.81 horas de trabajo, es decir 16.8 días de trabajo (en jornadas de 8 horas), para adquirir estos productos, mientras que para el mes de julio del presente año, la misma persona tiene que destinar 187.7 horas de trabajo, es decir 23.4 días de trabajo (en jornadas de 8 horas) para adquirir la misma canasta de 42 productos básicos para su sustento.

Los datos pueden ser corroborados por cualquiera: entre enero y julio del presente año productos absolutamente básicos como el frijol han registrado incrementos del 17.65% al pasar el costo de un kilogramo de 17 pesos en enero a 20 pesos en julio, o bien la bolsa de 500 grs. de lenteja que pasó de 8 pesos a 9.10 pesos, o el arroz que se incrementó en 63.79% al pasar de 10.99 a 18.0 pesos el costo por kilogramo.

Lo mismo ha sucedido con el pan de caja que pasó de 21.10 a 22.50 es decir un incremento de 6.6%, o el pollo entero que paso de 25.30 a 30.00, lo que implicó un incremento de 18.58%. El huevo que paso de 15.99 a 17.90 la caja con 12 huevos, lo que significa un incremento de 11.9%, o como el aceite de cocina que registró un incremento de 50.9% al pasar el costo de un litro en enero de este año de 25.50 a 38.50 al mes de julio.

Cada vez más, los salarios de los trabajadores se devalúan. Y sus ahorros, depositados en Afores, se evaporan.

¿Qué sigue? ¿Más problemas de seguridad?

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