Ahora que todos se ponen la camiseta China y se preparan para entrar en un estado de letargo olímpico (mientras a los alrededores nos siguen privatizando el petróleo, subiendo los precios, negándonos la salud entre otras ‘ gracias '), mucho se habla de esta nación.
Sin embargo, entre los grandes problemas del país más habitado del mundo, y del que no estamos muy alejados de tener en nuestra ciudad, es el de la contaminación.
Los días en China desde hace muchos años son grises ya que ni siquiera el sol logra tener la claridad de la que todavía nosotros podemos gozar (todavía en algunas partes).
Beijin se ha cubierto aún más por esta capa gris en los últimos días cuando el flujo de personas ha aumentado considerablemente por lo que se vieron obligados a sacar de circulaciones a millones de vehículos (entre ellos más de 300 mil camiones de carga), así como el cierre inmediato de aquellas fábricas que emanaban más contaminantes (esas dos acciones de manera temporal).
Esta situación es tan grave la situación que incluso el Comité Olímpico Internacional planteó la posibilidad de aplazar las competencias atléticas si la contaminación continúa.
Pese a las acciones desesperadas por tener unas ‘Olimipiadas Limpias', la masa gris que cubre la ciudad no se disipa y parece no querer irse.
Es momento que reflexionemos realmente sobre el estado de la ciudad que queremos para nuestra vida y la de quienes nos siguen pues vamos muy cerca de vivir lo que está sucediendo en China.
Sin embargo, entre los grandes problemas del país más habitado del mundo, y del que no estamos muy alejados de tener en nuestra ciudad, es el de la contaminación.
Los días en China desde hace muchos años son grises ya que ni siquiera el sol logra tener la claridad de la que todavía nosotros podemos gozar (todavía en algunas partes).
Beijin se ha cubierto aún más por esta capa gris en los últimos días cuando el flujo de personas ha aumentado considerablemente por lo que se vieron obligados a sacar de circulaciones a millones de vehículos (entre ellos más de 300 mil camiones de carga), así como el cierre inmediato de aquellas fábricas que emanaban más contaminantes (esas dos acciones de manera temporal).
Esta situación es tan grave la situación que incluso el Comité Olímpico Internacional planteó la posibilidad de aplazar las competencias atléticas si la contaminación continúa.
Pese a las acciones desesperadas por tener unas ‘Olimipiadas Limpias', la masa gris que cubre la ciudad no se disipa y parece no querer irse.
Es momento que reflexionemos realmente sobre el estado de la ciudad que queremos para nuestra vida y la de quienes nos siguen pues vamos muy cerca de vivir lo que está sucediendo en China.
Fuente: Machete Arte
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