Buscar este blog

04 enero 2008

Ejemplo de la censura en México: Carmen Aristegui es echada de W Radio por "incompatibilidad editorial"

Muchas de las cosas que se han expuesto con objetividad en México en los últimos meses es gracias a labor informativa que ha hecho Carmen Aristegui a quien sorpresivamente ya no le renovaron el contrato para seguir siendo la responsable del Hoy por hoy en las mañanas y suponemos en otras actividades dentro de W Radio. No es sorpresa, es más no esperen que otros comunicadores directa o indirectamente sean restringidos o de plano censurados pues el Estado está apostando por la dictadura, por reprimir y callar a todas las voces que pudieran expresar la verdad. Inclusive nosotros en Revoluciones estamos analizando la reforma electoral y lo que tenga relación con los medios electrónicos y concretamente en espacios en Internet que se supone también serían restringidos con las modificaciones a las leyes hechas recietemente por "nuestros legisladores"... no se sorprendan, mientras no seamos una sociedad organizada no vamos a poder frenar a esa ultraderecha que sí está organizada y si no salimos de marchitas, puras mentadas y puras protestas, sino damos un paso más bloqueando carreteras, aeropuertos y paralizando el país, si no damos ese paso y otros más, nos tememos que poco o nada podremos hacer para evitar la censura como se la han hecho a Aristegui y peor aún si nos esperamos hasta marzo próximo para oootra marcha me temo que a PEMEX ya nada más le estaríamos defendiendo el nombre porque el resto ya está siendo rápidamente privatizado ¿qué paso con la CND y esa solidaridad del "gobierno legítimo"?

Por “incompatibilidad editorial”, WRadio suspende el contrato a Carmen Aristegui

jenaro villamil

--Después de cinco años de estar al frente de la conducción y dirección informativa del matutino, la periodista fue informada de manera sorpresiva por los directivos de la estación que el contrato anual entre ella y WRadio no sería renovado, a menos de que aceptara ceder en materia de autonomía editorial

México, D.F., 3 de enero (apro).- Por “incompatibilidad editorial”, la empresa WRadio, sociedad entre Televisa y el consorcio español Prisa, decidió suspender a partir de este viernes el contrato con la periodista Carmen Aristegui, conductora del noticiario radiofónico Hoy por Hoy.

Después de cinco años de estar al frente de la conducción y dirección informativa del matutino, Aristegui fue informada de manera sorpresiva por los directivos de la estación que el contrato anual entre ella y WRadio no sería renovado, a menos de que aceptara ceder en materia de autonomía editorial.

“El modelo editorial que la empresa quiere no es compatible con el que yo he defendido, y la empresa decidió no renovar el contrato, después de cinco años de mi participación”, afirmó Aristegui, al ser consultada por Apro.

La abrupta salida de Aristegui se produce en el momento en que el noticiario cuenta con uno de los mayores índices de audiencia en la capital del país, según los reportes de INRA, y con uno de los niveles de credibilidad más altos, resultado de su cobertura informativa crítica, plural y consistente.

A través del espacio informativo que Aristegui condujo diariamente de las 6 a las 10 de la mañana, se realizó una cobertura crítica a la llamada Ley Televisa; se abrieron espacios para legisladores, políticos y analistas “incómodos” para los intereses del consorcio televisivo; se le dio seguimiento puntual a escándalos como el de la empresa Hildebrando, propiedad del cuñado del presidente Felipe Calderón; se ventilaron los polémicos audios entre Mario Marín y Kamel Nacif en contra de la periodista Lydia Cacho; se dio seguimiento puntual al caso del sacerdote Nicolás Aguilar, acusado de pederasta y protegido supuestamente por el cardenal Norberto Rivera; entrevistó a los tres coordinadores parlamentarios del Senado, en plena polémica de Televisa en contra de la reforma constitucional en materia electoral.

De acuerdo con observadores, el noticiario Hoy por Hoy de Aristegui se convirtió en uno de los referentes más importantes para la agenda informativa cotidiana. El alto grado de credibilidad era reconocido tanto por voceros empresariales, como dirigentes sociales, partidos políticos, incluyendo al excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

En su espacio informativo se dieron cita, semana a semana, analistas como Denisse Dresser, Lorenzo Meyer y José Antonio Crespo, y se conformó un equipo de reporteros de primer nivel.

El estilo Televisa

A pesar de la credibilidad y del alto nivel de audiencia, los directivos de Televisa no ocultaron, en público y en privado, su descontento con la autonomía editorial de Aristegui, sobre todo a partir de la cobertura realizada a la polémica Ley Televisa.

El acoso al espacio informativo de la periodista se inició poco después de que se aprobara este ordenamiento que la Suprema Corte de Justicia de la Nación consideró anticonstitucional en sus puntos medulares.

Por “problemas técnicos” se sacó de la señal televisiva de Sky, propiedad de Televisa, el noticiario de Aristegui. Nunca se restableció la señal.

La cobertura de Aristegui sobre el conflicto poselectoral del 2 de julio de 2006 se distinguió frente a la cerrazón y el exceso de editorialización de los noticiarios radiofónicos y televisivos. Fue de los pocos espacios, junto con el de José Gutiérrez Vivó, que informó de las movilizaciones y protestas de los simpatizantes de López Obrador, quien representaba oficialmente la segunda fuerza electoral.

A finales de 2006 se incrementaron los rumores sobre el posible divorcio entre WRadio y Aristegui. Informes internos de la empresa, revelan que intercedió en ese momento el periodista José Luis Cebrián, directivo de Prisa, quien les advirtió a sus socios de Televisa: “Si tocan a Carmen, tocan a Prisa”.

El distanciamiento fue público y abierto a raíz de la discusión de la reforma electoral. Aristegui no asistió a la audiencia del pasado 11 de septiembre en las instalaciones del Senado, que protagonizaron los principales conductores de televisión y radio de Televisa y las empresas radiofónicas.

En su colaboración editorial para el periódico Reforma, Aristegui expresó públicamente su desacuerdo con los argumentos de sus colegas, quienes consideraban que estas reformas constituían una amenaza para la libertad de expresión.

Mientras Televisa evitó las entrevistas con los senadores en sus otros espacios informativos, Aristegui tuvo a los tres principales coordinadores parlamentarios del Senado –Manlio Fabio Beltrones, del PRI; Santiago Creel, del PAN, y Carlos Navarrete, del PRD--, quienes explicaron los contenidos de la reforma.

“Ellos privilegiaron el ataque a las reformas y yo privilegié el contenido de estas reformas”, comentó en su momento Aristegui, para explicar su política editorial frente a las modificaciones a nueve artículos constitucionales que establecieron la prohibición absoluta de compra de tiempo-aire para fines político-electorales.

Los últimos rumores sobre la salida de Aristegui se produjeron con la llegada de Daniel Moreno, exdirectivo del “nuevo” Excélsior, a la dirección informativa de WRadio. Esta decisión modificó el acuerdo inicial que estableció la autonomía para los espacios informativos que originalmente condujeron Aristegui, Javier Solórzano y Carlos Loret de Mola.

De este trío original de periodistas, solamente quedaba Aristegui al frente de la emisión matutina. La suspensión de su contrato coincide, paradójicamente, con la difusión de spots en WRadio, en los que se reproducen declaraciones de la periodista que habla del renacimiento de la legendaria estación radiofónica.

Actualmente, Aristegui conduce un programa en CNN y, hasta ahora, no tiene ninguna otra oferta en las otras cadenas radiofónicas.

Sale Carmen Aristegui de W Radio por “incompatibilidad editorial”

Durante el último programa como conductora de la primera emisión de Hoy por Hoy, la periodista Carmen Aristegui señaló que por una "incompatibilidad editorial" abandona el noticiario de radio que venía transmitiendo desde enero de 2003.

El término de su contrato es el 6 de enero, pero el fin de las transmisiones llegó hoy, luego de que fracasaron las negociaciones entre la empresa y la periodista.

"De forma prácticamente automática se renovó el contrato con cláusulas específicas entre la empresa y la periodista, un contrato que ha incluido cosas importantes, entre otras, un espacio para la ética profesional, un código de ética que se estableció como un punto básico de relación entre una empresa y un comunicador", señaló la periodista.

Sin embargo, "se me notificó el deseo de la empresa de no querer renovar el contrato, por lo que se abrió un espacio de discusión sobre la posibilidad de continuar", dijo, y agregó que aunque hubo acercamientos para establecer un nuevo contrato, esto jamás se concretó.

"El modelo editorial que hemos practicado en W Radio es incompatible en todo caso con el modelo del noticiero, el modelo de dirección editorial que la propia empresa ha determinado", comentó.

En el programa Hoy por hoy, transmitido por W Radio (98.5 FM), Aristegui se despidió de su audiencia y sus colaboradores luego de cuatro años de trabajo en esa estación.

Recordó que por ese medio se transmitieron por primera vez noticias que dieron la vuelta al país y al mundo, como el escándalo de las llamadas telefónicas entre el gobernador de Puebla, Mario Marín, y el empresario textilero, Kamel Nacif.

Carmen Aristegui deja W Radio

CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión.com) — La periodista mexicana Carmen Aristegui anunció este viernes su salida del programa matutino “Hoy por Hoy” que transmite la cadena W Radio, propiedad del español Grupo PRISA y el mexicano Grupo Televisa.

“El día de ayer finalmente se me notificó que era una decisión tomada no renovar el contrato bajo ninguna nueva o actual circunstancia”, dijo Aristegui en los micrófonos del radio.

La comunicadora explicó que desde hace un lustro, cuando inició transmisiones en W Radio, el contrato laboral que la ligaba a la estación se renovaba automáticamente cada año, pero en diciembre pasado ya no sucedió así.

“La explicación esencial es que el modelo editorial que hemos practicado a lo largo de estos años en W Radio es incompatible con el modelo de noticiero, el modelo de dirección editorial que la propia empresa ha determinado, que ha experimentado en otros lugares y que le ha dado los resultados que la propia empresa desea precisamente para W Radio en México”, dijo Aristegui.

La periodista afirmó que el contrato con Radiópolis contenía un “punto básico” acerca de la “ética periodística”. La empresa “fue clara en que quería modificar el modelo de la dirección editorial”, dijo.

El sistema Radiópolis, participado al 50% por Grupo PRISA y su socio Televisa, es propietario de W Radio y cuenta con otras 70 estaciones que cubren el 90% del territorio mexicano, según información del propio PRISA.

Aristegui, que además de sus actividades de radio tiene un programa nocturno en la cadena de noticias CNN en Español y publica una columna semanal en el periódico Reforma, dijo que su programa en W Radio marcaba actualmente récord de audiencia.

“Nos estaremos viendo en el camino”, dijo Aristegui al despedirse, aunque no detalló si tiene otros proyectos en puerta.

Directivos de PRISA y Televisa no estuvieron disponibles de inmediato para comentar sobre el caso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El “starsystem” en la comunicación
A. GABRIELA G. BUENROSTRO
08 de enero del 2008

En La Jornada de hoy, Emir Olivares escribe una nota referente a la reacción de Javier Mérida, director de la W, y de Daniel Moreno, director de contenidos de la misma estación. “Mérida se dijo sorprendido de que diversos medios de comunicación y algunos personajes de la política manejaran la versión de que la salida de Aristegui se haya debido a un acto de censura”.
Asimismo, afirmó que tampoco seguirán apostándole al “starsystem”. Con esto quiere decir que ningún conductor debe estar por encima de la información y que pretende homologar los contenidos. Es decir, más de lo mismo. En todos los noticieros escucharemos las mismas noticias como ocurrió con el fallido proyecto ECO.
Amén de que existen opiniones que aseguran que los que hemos exagerado al reaccionar con molestia por la cancelación del noticiero dirigido por Carmen Aristegui porque, como argumentan, se trata de una situación de índole laboral en la que el patrón ya no está interesado en el trabajo de su empleado, cabría que nos imagináramos si, de haber sido el partido de oposición el que ganara las elecciones, Carmen continuaría, como cada mañana, al frente de su informativo.
Irrefutable es que la información debe ser la protagonista, pero nadie puede negar que es muy importante quién la da a conocer. No se trata, pues, sólo de repetir y aventar a diestra y siniestra hechos y datos. Se necesita de una guía que nos ayude a interpretarlos y el éxito de Carmen, en este sentido, es su don de interpretación.
El “starsystem”, ése que Mérida y demás directivos no quieren seguir, es el que prevalece especialmente en los medios electrónicos en donde desfila, todos los días, la bancada televisiva y radiofónico –también están en radio—que fue a hacer bola el 11 de septiembre del 2007 con la misión de defender el derecho a la libertad de expresión. En realidad, pretendieron defender las carteras de sus patrones.
¿De quién de aquellos que estuvieron ese día se puede decir que posee agudeza crítica, que es plural y valiente para tocar los temas que “nos duelen”? En este tenor, Carmen no era la “estrella” de Hoy por Hoy. Eran los hechos y el ojo avizor de Aristegui para tocar todas sus aristas.
Qué incómodo que insistiera, por ejemplo, en que la muerte de Ernestina Ascencio se debió al ataque brutal de gente del ejército y no a un “malestar gastrointestinal”, como se adelantó Calderón a declarar. Qué molesto que hablara con Sanjuana Martínez sobre los sacerdotes pederastas y la complicidad de Norberto Rivera. Qué lata que transmitiera extractos de los discursos de Andrés Manuel. Qué terrible que reuniera a tres representantes de los tres partidos que pugnaban por la presidencia en el 2006 en sus mesas de diálogo y opinión. Y qué atrevimiento el suyo dar a conocer la plática telefónica entre Nacif y Marín hablando del justo castigo que merecía Lydia Cacho por meterse en donde no debía. Aunque lo inconcebible fue la mañana en que dijo que la Ley Televisa era anticonstitucional.
Su pecado capital, escribir lo siguiente el 14 de septiembre del 2007, tres días después del ridículo que hicieron las pandillas Televisa, TV Azteca e Imagen ante los senadores: “Me preocupa el tufillo golpista que percibo en algunos de mis colegas. No comparto en modo alguno la idea de que esta reforma constitucional ponga en riesgo ni mi libertad, ni la de ningún ciudadano de este país, para expresar opiniones de ningún tipo. Sí creo que la reforma significa un paso trascendente para la vida democrática de México.
Esas son las razones de peso que levantaron ámpula y la pusieron en la mira de los dueños. Como dijo anoche María Amparo Casar en Primer Plano: “Muchas veces especulamos razonadamente. No es una cosa que imaginemos. En efecto, aquí a pesar de que el dios rating estaba del lado de Carmen Aristegui, el dios de la comercialización también estaba del lado de Carmen Aristegui, no se le renovó (el contrato)”.
Lo que es seguro es que no se le puede acusar de no haber sido plural, punzante, suspicaz y, por sobre todo, de haber puesto a pensar a la población, asunto que, por supuesto, no le conviene ni a un gobierno ni a un sistema mediático que quiere a una sociedad ignorante.