La inflación de alimentos podría multiplicar el porcentaje de la población mexicana que vive en estado de pobreza extrema de 20% a 27.6%, alerta el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Economistas del BID consideraron que las autoridades económicas del país tendrían que incrementar la producción agrícola y facilitar las condiciones para que los pobres mejoren sus ingresos, para evitar esta situación.
En un análisis, la multilateral proyecta que el sector público tendría que redirigir 2% del PIB del gasto público para evitar la agudización de la pobreza por la emergencia alimentaria.
Reconoce que los países de América Latina que tienen recargada su alimentación en la importación de granos de consumo básico, son los que más están sufriendo de la escalada mundial de precios.
Sin embargo, detalla, el común denominador de los países es la dieta de su población pobre, que sin distinción ha tenido que suprimir el consumo de arroz, frijol, maíz, trigo y productos elaborados con estos granos, por el encarecimiento de sus precios.
México, destaca, no es un importador de todos los granos, pero sí se han trasladado las presiones internacionales a los precios finales de estos alimentos, lo que ha reducido más la canasta de consumo de las familias de escasos recursos.
Según la muestra de 19 países, el aumento de precios puede incrementar el registro de población de América Latina en pobreza extrema de 71 millones a 97 millones.
Fuente: Yolanda Morales
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