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| Foto: BBC |
Apoyaremos cualquier decisión de la población de esos territorios “en conexión con el estatus de la ONU, de la convención internacional de 1966 y del Acta Final de Helsinki de 1975 sobre la seguridad y cooperación en Europa”, afirmó.
Moscú no sólo respaldará, sino que servirá de garante ya sea en el Cáucaso o en el mundo de tal decisión, apuntó Medvedev, tras reunirse aquí con los líderes abjaso, Serguei Bagapah, y suroseta, Eduard Kokoity, quienes firmaron un plan de alto al fuego de seis puntos.
Para el ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, cualquier plan de arreglo de los conflictos en Georgia que contenga las palabras “integridad territorial” será un insulto para abjasos y surosetas.
Creo necesario evitar las referencias a la integridad territorial de Georgia porque obligar a los osetas y abjasos a aceptar la lógica de que se les puede devolver al estado georgiano es imposible, indicó.
El pasado jueves, tropas georgianas atacaron Tsjinvali, la capital suroseta, con saldo, según las autoridades de esa república separatista, de unos dos mil muertos, casi todos civiles, tras lo cual Moscú reforzó so contingente de mantenimiento de paz en la región.
Por su lado, el ejército ruso entregará esta jornada a la policía georgiana el control de la ciudad de Gori, a unos 90 kilómetros de Tiflis y la más cercana al territorio suroseta.
Los militares tienen órdenes de recoger todas las armas y municiones abandonadas por las tropas georgianas durante su retirada, declaró el general ruso Viacheslav Borisov.
Fuentes de la cancillería de Georgia indicaron, por su lado, que las fuerzas rusas regresaron a la ciudad portuaria de Poti, luego de haber iniciado un repliegue esta misma jornada.
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