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21 agosto 2008

Hasta besamanos tuvo el informe de Ruth

Cobijada por panistas, ignorada por perredistas, Ruth Zavaleta rindió su último informe como presidenta de la Cámara de Diputados.

El Día del Presidente quedó definitivamente sepultado en el Palacio de San Lázaro, pero la diputada Ruth Zavaleta proclamó ayer el Día de la Presidenta para rendir su informe anual de actividades, bajo el cobijo de la clase política del PAN y el contrastante vacío de los principales líderes de su partido, el PRD.

“Podría ser que en lugar del Día del Presidente, sea hoy el Día de la Presidenta”, dijo.

A la despedida de Zavaleta como presidenta de la Cámara de Diputados asistieron Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón (a quien Ruth llamó “estimada amiga”), y la canciller Patricia Espinosa, con la representación del Presidente de la República, así como los legisladores panistas Santiago Creel, presidente de la Cámara de Senadores, y Héctor Larios, coordinador de Acción Nacional en San Lázaro.

En la supuestamente superada práctica del elogio, Creel expresó reiteradamente “el compromiso de Ruth con la institucionalidad”, más allá de los partidos políticos, mientras Larios remachó:

“Ruth Zavaleta no solamente cumple su palabra que empeña en un acuerdo, sino que también tenía, contra muchas dificultades, la decisión y la disponibilidad de cumplir su palabra empeñada cuando protestó cumplir y hacer cumplir la ley y en la política ese es un tema central”.

En primera fila, frente al templete montado en el vestíbulo del Palacio Legislativo, Margarita Zavala, funcionarios y legisladores panistas respaldaban con aplausos los cumplidos a Ruth.

Por el PRD, solamente el senador René Arce y el diputado local Víctor Hugo Círigo tuvieron asiento en la fila uno; atrás de ellos, sus correligionarios y también legisladores Octavio Martínez y Susana Monreal, y más allá, la ex lideresa nacional perredista Rosario Robles.

La ausencia de Guadalupe Acosta, Carlos Navarrete y Javier González Garza, así como la del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, opacó la presencia de la evidente minoría perredista en el acto al que Zavaleta convocó a 500 invitados especiales, entre ellos el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, quien finalmente canceló por su compromiso con la Conferencia Nacional de Gobernadores.

El coordinador del PRI en San Lázaro, Emilio Gamboa, tampoco asistió a la ceremonia, por atender la reunión plenaria de su bancada en Ixtapan de la Sal, pero envió como representante al nuevoleonés Juan Manuel Parás, con un mensaje de admiración a la institucionalidad de Zavaleta.

En su turno, la perredista calificó la rendición de su informe final de actividades de un “acto de rebeldía” y después de refrendar su convicción para llegar a un acuerdo con todas las fuerzas políticas sobre la reforma de Pemex, arremetió contra la izquierda radical, sin mencionar nombre alguno.

El nuevo ritual en la Cámara de Diputados terminó, sin embargo, como en el pasado, con la salutación antiguamente llamada “besamanos” y una larga fila para tomarse la foto con la diputada presidenta en su día.

Fuente: Fernando Damián / Milenio

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