
• 15 de noviembre
Houston, Texas. Siempre hay, mi estimado, una mayoría de necios. Petróleos Mexicanos da señales, hace varias lunas, de evitar estar como epicentro de la controversia y el debate nacional. La divertida paraestatal es centro y ejemplo de corrupción, tráfico de influencias, delincuencia organizada, complicidad y negligencia. Su caída libre comenzó en el sexenio de Vicente Fox, donde sin mesura se utilizó cual burda caja chica.
Aunque con toda la maraña de entretenidos intereses foxistas y calderonistas, my friend, a Pemex le sonrió, y le sigue sonriendo, la fortuna y suerte gracias a los simpáticos precios del petróleo que han estado arriba de lo programado. Gracias a esto la caja chica de los amigos y familiares de Los Pinos en turno han hecho cuanta travesura les ha venido en gana.
La pregunta incómoda es: ¿en dónde fueron a parar los millones de dólares excedentes de los precios del petróleo? Fox y Gil Díaz fueron, digamos, parcos, ambiguos y ladinos en el manejo de la maravillosa cifra y su destino, aunque se sabe que mucho terminó en el inédito gasto corriente de un gobierno que resultó ser incompetente y caro que entre sus linduras creó un hoyo negro desde donde la cabañita acogedora & associates manejaron a discreción alguna espléndida partida... de la cual existen los caminos secretos y las siete llaves de la puerta.
Felipe Calderón juega con fuego al estarle picando los ojos a la pareja ex presidencial. Su necedad adobada de enviar mensajes amenazantes, en lugar de actuar apegado a la ley de la que tanto se llena la boca, le saldrá demasiado caro, sobre todo porque la original chachalaca guanjuatense da visos de querer cantar y cantar. Y el corrido electoral de 2006 está en su chart favorito de sus top ten. Y subestimar el hartazgo de Fox será un error, amable lector, pero subestimar la perversidad de Marta será, por mucho, una peligrosa apuesta.
Entre los dos gobiernos, sus similitudes y diferencias de las formas y el fondo, una cosa es cierta: Pemex es clave. Y Felipe no va a entrarle a ese toro por los cuernos porque también la suerte le sonríe con eso de los precios del petróleo y esa delgada línea roja de los excedentes petroleros que ya deben estar por arriba de los 20 mil millones de dólares en estos accidentados once meses.
El problemita del timing del accidente de la plataforma autoelevable Usumacinta donde 22 trabajadores perdieron la vida al omitirse las medidas preventivas, ante el anuncio del mal tiempo con rachas de viento de hasta 120 km/hr, presionan a Calderón para deslindar responsabilidades. Y como la época para aventar la mierda al ventilador es ideal, Oceanografía SA de CV y Ocean Mexicana, ambas relacionadas con los juniors Bribiesca y Guillermo Sahagún, la salpicadera, my friend, está siendo de pronóstico reservado porque con todo y que hay mucho ruido, jalar esa hebra es jugar a la ruleta rusa. And somebody’s gonna die.
Y no deja de ser curiosito que ante la tragedia por las lluvias en Tabasco, el lamentable caso de la Usumacinta no está en el radar mediático. No se habla de la responsabilidad del secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, quien debería estar al tanto de las pésimas condiciones en las que laboran esos trabajadores (el respetable tiene un dêja vú minero), no se dice nada del director de seguridad industrial en la zona marina de Pemex, Rogelio Morando Sedas, los funcionarios de la SCT y del puerto de Ciudad del Carmen donde todos, mi estimado, jugaron un rol fundamental en la fracasada cadena de mando donde se pudieron evitar las pérdidas humanas.
Pero la simpleza de Calderón (¿o será valemadrismo puro combinado con dosis de estupidez?) de declarar, días después de la tragedia, en la BMV, de la urgencia de meter el acelerador en el Congreso para las reformas pendientes, entre ellas la energética y laboral, devela no sólo su ya conocida prisa por evitar el frío legislativo de enero contagiado por las vacaciones de diciembre, sino los niveles de presión a los que está sometido.
Como si el mañana no existiera y su futuro fuera incierto.
Esa señal de que el tiempo se le agota, de que el tiempo lo alcanza, de que el tiempo lo persigue, my friend, es la que envía, permanentemente, Felipe Calderón... (¡¿?!)
Por la Mirilla
No olvide anotar en su calendario el 15 de noviembre para el estreno de la película del director Luis Mandoki y el productor Federico Arreola México: Fraude 2006.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario