
Luego de unas semanas en que parecía no ocurrir nada en la UNAM, y escudados en el poder mediático desplegado por sus pares; quienes suspiraban por la rectoría de la universidad tuvieron un pasmo mayor en su antiuniversitario camino de auto-elogios, inserciones pagadas y apoyos ficticios orquestados por ellos mismos y por sus auspiciantes .
Por primera vez desde hace décadas existe la posibilidad de que un hombre probo e intachable asuma la rectoría de la Universidad Nacional. Al aceptar la propuesta de su candidatura, el Dr. Luís Javier Garrido está dando una nueva lección de dignidad, acción y consecuencia de innegable alcance histórico a todos los universitarios. Y es por eso que muchos sectores inmediatamente le han correspondido con su entusiasmo. De ahí que los quince miembros del conciliábulo antidemocrático llamado Junta de Gobierno estén en un aprieto de cara a la comunidad universitaria.
Producto de los efectos generados por la aceptación de esta candidatura, contrario a sus prácticas y para sorpresa de todos, por noticia La Jornada (2/10/2007) se supo que la Junta de Gobierno eventualmente estaría dispuesta a escuchar el proyecto de universidad del Dr. Garrido ( sería un error no hacerlo dicen, forzados por la situación); ante lo que inmediatamente surge la dudad de si luego de esa audiencia podrán justificar una elección diferente, dado que claramente los otros ocho candidatos, todos de corte neoliberal, ha demostrado con sus palabras y sus hechos ser enemigos de la universidad pública y gratuita, algunos de ellos carentes de la virtud de la prudencia y todos, abiertamente obsecuentes ante las fuerzas que amenazan a la UNAM.
Ante esta candidatura por ejemplo, ¿Como podrán obviar el hecho de que el Dr. Garrido sea el primero y único candidato que haya invitado a los otros ocho a que debatan ante la comunidad sus proyectos; que los hagan públicos y a su vez reafirmen su calidad de universitarios?, ¿Como obviar este hecho, si el debate de las ideas es la principal fuente de riqueza académica, intelectual y cultural de que se nutre la universidad?, ¿No es este, otro alto símbolo intelectual más: que sería injustificable ignorar para la llamada Junta de Gobierno?, ¿Que decir a los universitarios después de no ser electo el Dr. Luís Javier Garrido, ¿Como van a decirle a los universitarios que su nuevo rector no quiso exponer sus ideas antes de asumir un liderazgo de esa naturaleza?
Ante el panorama autoritario y oscuro que pende sobre la vida de la universidad y del país, resulta igualmente claro para la comunidad universitaria, que el Dr. Garrido es el único de los candidatos que reúne (de sobra) los méritos que necesita tener el nuevo recto de la universidad más importante de Latinoamérica. Su eventual potencionador del aprendizaje. La docencia, la investigación, la conservación del conocimiento y la difusión de la cultura, no solo por ser él mismo un ejemplo intachable de todo ello, sino sobre todo y acaso más importante, por que ese rectorado indudablemente se constituiría a su vez como un gran dique, infranqueable, de inteligencia y dignidad pera todas aquellas fuerzas empeñadas en la destrucción de la UNAM, empezando por las del medieval, pueril, infecto, pequeño, y usurpador Gobierno Federal del Yunque.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario