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23 enero 2008

Tu le crees a Porfirio?

Muñoz Ledo: a prueba, la unidad de la izquierda

“En el Frente Amplio Progresista (FAP) realizamos el esfuerzo por evitar la ruptura de la izquierda, como políticos profesionales y hombres de convicciones”, aseguró Porfirio Muñoz Ledo, coordinador del grupo

Juan Arvizu Arrioja El Universal Miércoles 23 de enero de 2008

El esfuerzo por evitar la ruptura de la izquierda lo realizamos en el Frente Amplio Progresista (FAP), como políticos profesionales y hombres de convicciones, dice el coordinador del grupo, Porfirio Muñoz Ledo.

Por ello, llama a resolver las diferencias internas, a fin de que no haya más sospechas mutuas de que “algunos están cooperando por debajo del agua con el otro lado”.

Está a prueba, admite, el trato de hermanos que se deben los que tienen las ideas de la izquierda y se oponen al gobierno de Felipe Calderón.

Lamenta que tras su llegada a la coordinación del FAP —brazo político de Andrés Manuel López Obrador—, “envidias y malquerencias de dentro se combinan y se embonan con argumentos de la derecha”.

De la distancia entre López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, dice:

“A mí me gustaría que por ser quien es y por ser hijo de quien es, (Cuauhtémoc Cárdenas) que se pronunciara muy claramente en el asunto del petróleo. Ese puede ser el cimiento de nuestra unidad”, sugiere.

En entrevista en su oficina de la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos (CENCA) para la Reforma del Estado, Muñoz Ledo, expone: “Nosotros esperamos su propuesta”.

Cuauhtémoc Cárdenas se refería el pasado lunes, en entrevista con este diario, al apoyo a candidatos a la presidencia del PRD. A su vez, Porfirio Muñoz Ledo hace mención al tema básico de la industria petrolera.

—¿Cárdenas no está en el FAP?

—Como miembro del PRD, sí.

—Pero no participa.

—No pertenece a la coordinación, porque él está un poco retirado de la política directa.


Muñoz Ledo habla enfático, rápido, sin emoción de fondo. Así agrega, 20 años después sobre Cárdenas, su compañero de proyecto en 1988:

—No ha tenido contacto con Andrés; nosotros tampoco hemos tenido contacto con él.

La agenda de Porfirio Muñoz Ledo ha de ser como un caldero en el que bullen los temas, las citas, los personajes, las ideas, el tiempo que vive el político. Su oficina es una olla exprés.

Telefonemas e instrucciones a sus colaboradores ocurren en paralelo a sus respuestas al periódico. El sol de mediodía calienta el lugar, de suyo hirviente. Desde su escritorio se ve, como un fantasma, parte del Monumento a la Revolución.

—¿Se resquebraja el FAP?

—Necesitamos resolver malos entendidos. Hubo averías en el fuselaje, muy fuertes. Algunos legisladores se sumaron a la propuesta del PRI y del PAN de disolver las coaliciones. Es como si estoy casado y digo: “¡qué se acabe el matrimonio!”

Se refiere a la posición que impulsó el coordinador del PRD en el Senado, Carlos Navarrete, al reformar el código electoral, que enfureció al PT y Convergencia, integrantes del frente.

—A la izquierda nos convienen las coaliciones, candidaturas comunes y fusiones.

Recuerda que hay “un fin superior”:

—Combatir rotundamente el modelo económico y político, propuesto por el gobierno.

—¿Para ello el FAP tiene un “pacto de sangre”, de estar unidos o se van a ir acomodando?

—Esas son formas primarias de hacer política: la pandilla, el sindicato.

Y subraya:

—Nosotros necesitamos manejarnos por valores y principios, no por complicidades.

El político con prisa siempre, a quien le critican su paso por el arcoiris de posiciones, regresa al hilo de su comentario:

—Ah (también necesitamos), el compromiso firme de mantenernos unidos de aquí al 2009, y de seguir adelante después al 2012.

Sólo que señala cuatro condiciones:

—Necesitamos un programa y una estrategias precisos, así como resolver las diferencias internas, por una vía de transparencia.

Explica entonces cómo acabar con el fantasma de las sospechas mutuas entre las filas que conforman el Frente Amplio Progresista:

—Para acabar con sospechas (de que algunos trabajan para “el otro lado”), lo más probatorio es la conducta de cada quien.

Remata:

—Ha habido sospechas. Hay que eliminarlas, como en cualquier sociedad humana, comenzando por el matrimonio.

Y cerró su portafolios y se fue a otra parte de la ciudad de México.

1 comentario:

Unknown dijo...

Más allá de las virtudes que pueda tener "don Porfirio" lo que sucede con él es algo que sucede casi con toda la vieja escuela de la política mexicana: visten los colores que mejor les conviene vestir. En lo personal no conozco como es Porfirio Muñoz Ledo, solo sabemos de él por lo que los medios han dicho a lo largo de su trayectoria, también por acciones y hechos que el ante la gente ha hecho y para tener una atinada opinión sobre él tendríamos que profundizar un poco más... pero a ojo de buen cubero, así por puro sentido común, podemos inferir que Muñoz Ledo no es y no será la mejor opción para coordinar el denominado FAP... que dicho sea de paso ¿para que existe el FAP y de que ha servido? Esa es otra de las cosas que podríamos cuestionar, en modo propositivo, nunca condenando o satanizando a la gente pues eso es irse a los extremos e irse a los extremos en estos momentos perjudica la causa justa que todos defendemos.

Atte. Ciudadano Samuel