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31 enero 2008

Pesimismo en Davos

Eduardo Ibarra Aguirre | Utopía

Durante cinco días, 30 jefes de Estado, más de 110 ministros y cientos de directivos de las empresas más importantes del mundo, establecieron en los Alpes suizos sombríos pronósticos para la economía en 2008, mientras la amenaza de una recesión –dos trimestres de crecimiento negativo-- se cierne sobre Estados Unidos de América.

El mismísimo director general del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss Kahn diagnosticó que “Cualquiera sea la respuesta a una recesión, lo que está claro es que habrá una seria desaceleración –en EUA-- que requiere de una respuesta seria”.

Con lo anterior, Strauss estableció que el plan de reactivación económica por 145 mil millones de dólares y el espectacular recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal estadunidense de 0.75 por ciento –el mayor de emergencia en dos décadas--, con lo que quedó en 3.50 por ciento, el aislado e inepto George Walter Bush no responde a las exigencias de la elite política, financiera y empresarial de la aldea global al no “dar una respuesta seria” para enfrentar en forma anticipada la fuerte caída del crecimiento económico.

El contraste en Davos fue la nota diaria. El pesimismo reinó en los cinco días de deliberaciones y contrastó con el clima de años anteriores, cuando el fuerte crecimiento, la baja inflación y las grandes ganancias del millar de trasnacionales dueñas de la aldea, dominaban la fría y bella escena Suiza en la estación de esquí.

Tras el lunes negro bursátil, los banqueros y analistas estiman que pasará algún tiempo hasta que veamos un retorno a la normalidad en los mercados y la banca, como sostiene el presidente ejecutivo de Merrill Lynch, John Thain.

El número uno del banco holandés Rabobank, Bert Heemskerk, es más pesimista: “No hemos visto lo peor. No se han divulgado noticias de pérdidas que el sistema bancario europeo tenga que asumir”.

El extendido y creciente temor a una recesión estadunidense que arrastraría consigo a la economía mundial, una enorme volatilidad en los mercados financieros y la contracción del crédito han hecho mella en la confianza de la elite económica y política mundial.

En contrapartida, la cúpula gubernamental mexicana no se amilana como la cúpula financiera, empresarial y política del orbe.

Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, el maestro en economía por la Universidad de Harvard, sabe trabajar a contracorriente, le encanta la adversidad y los retos lo agigantan. Eso dice él. Y lo hace con una irresponsabilidad que en un país democrático provocaría una crisis política.

Seguramente sus homólogos de las economías industrializadas son unos pusilánimes que no saben disfrutar las aventuras con el patrimonio ajeno, como lo hace el gris secretario de Economía, Eduardo Sojo García-Aldape, quien como su jefe presume irresponsablemente:

“Ahora tenemos una situación diferente: los motores de la economía están dispuestos; contamos con el programa de infraestructura más grande de la historia, así como un programa de vivienda aún más ambicioso que el de 2007”.

“Los motores”, incluida la promoción de la actividad turística –85 por ciento proviene del país amenazado por la recesión-- y la diversificación de mercados –13 años después de suscrito el TLCAN-- son de juguete, para un cochecito infantil. Además, quién podrá comprar vivienda con el severo deterioro del poder adquisitivo del salario.

Se entiende que los gobernantes tiene la obligación de inyectar optimismo a la ciudadanía ante los retos y adversidades, pero no al punto clínico, propio del diván, de negar la realidad.

Acuse de recibo

“Me sumo a las felicitaciones por las 500”, dice el doctor Octavio Rodríguez Araujo… Mientras que la abogada Nora Ahumada Sánchez escribe: “Mi reconocimiento por esas 500 Utopías, que nos permiten a los lectores formarnos una opinión más clara de diversos temas. Con afecto desde su Tamaulipas”…

En tanto que Carmina Del Valle Rodríguez, promotora de ferias alimentarias, señala “Gracias por regalarnos tus Utopí­as”. Carlos Javier Ramírez Hernández, autor de Indicador Político, plantea: “Tarde pero seguro en la lista de felicitaciones por haber llegado a la maratónica cifra de 500 Utopías. Te agradezco la referencia a mi persona, pero en realidad todo el esfuerzo ha sido tuyo”…

Finalmente, Francisco Javier Portillo Ruiz, mejor conocido como Alán, apunta: “Felicitaciones por tu medio millón de utopías”… Sobre Torreón: censura y misoginia (21-I-08) pregunta Omar Elí Robles Olvera: “A ver...

me perdí: ¿Las despidió el director de la radiodifusora por presiones del presunto cacique? Luego. Reanudaron el programa. ¿En la misma estación? Finalmente: ¿No sería bueno que este Foro (CEPET) promoviera además cursos de ventas publicitarias para que todos aquellos que pretenden volar con sus propias alas, pudieran hacerlo a través de la publicidad comercial, sin depender de los convenios oficiales? La libertad de expresión, es lamentable, depende mucho de la independencia financiera”.

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