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21 febrero 2008

Encinas y el arte de flotar

• Mercenarios en Cananea
• Las inconsistencias del Cisen...

Todas las cuestiones políticas, mi estimado, no son sino cuestiones de poder. Ocurrente fue el llamado de Felipe Calderón con motivo del aniversario de nuestra Carta Magna, de exhortar un pacto de la legalidad y del Estado de Derecho, cuando la realidad muestra que el significado de estos simpáticos términos es directamente proporcional a los niveles de impunidad demostrados en varios delicados ámbitos.

Por ponerle uno de esos ingenuos ejemplos, ahí tiene lo que está sucediendo (as we speak) en Cananea donde, a pesar de que la huelga ha sido ratificada en tres ocasiones como legítima, al interior de la mina se encuentran cerca de 35 traviesos personajes (ex policías) con el seductor objetivo de integrar a un grupo de mercenarios que acumularán 700 personas, mismas que se harán pasar por “trabajadores” inconformes con la huelga. La peligrosa táctica, my friend, es formar un contingente dentro de las instalaciones para ejercer el control, a madrazo limpio (qué, ¿hay de otra?) de los mineros con la absoluta complicidad de Grupo México de Germán Larrea y con la venia de la polémica STyPS.

No se necesita tener más de tres neuronas (que no sean motoras) para dilucidar que esta fiesta, de seguir como va, terminará muy, pero muy mal. Sobre todo porque continúan elementos de la PFP con todo y que el micrófono oficial se ha llenado de simulados discursos sobre el retiro de las fuerzas federales. Se ratifica nuevamente la impune complicidad con la empresa donde se está estirando, innecesariamente, una cuerda social que da señales alarmantes de desgaste.

Pero en el Gymboree federal este sugestivo contexto no parece estar entre sus prioridades donde hay interesantes contraseñas y cambio de luces sindicales que pronostican curiosos vientos... de cambio.

Y toda la deliciosa mezcla podría agarrar a Felipe Calderón con los dedos en la puerta si su operador estrella —obviamente no hablamos de Javier Lozano Alarcón— no se aplica resolviendo los interminables nudos marinos en algunos divertidos sindicatos que, aun cuando un par de líderes entrecruzan interesantes miradas con el chico superpoderoso en Bucareli, mantienen entre sí sus amplios vasos comunicantes donde la unidad es inquebrantable y la consigna es, no se me haga bolas mi estimado, cerrar filas alrededor de su autonomía y los derechos laborales.

El original calendario marca tiempos en este estupendo camino donde, en el colmo de la suerte (que no suele acompañar a the usual federal shitheads) paralelamente se desenvuelve el movimiento contra la reforma energética convocado por Andrés Manuel López Obrador que, con la entrevista en radio con Joaquín López-Dóriga, mandó a varios a la lámpara... pero sideral. Y ya se sabe el chistosito resultado de andar encarrerando al tabasqueño en una película que México ya vio... y vivió.

Súmele que las lacritas amarillas, que compiten por la dirigencia del partido del sol azteca, acordaron emitir un pronunciamiento conjunto contra la privatización del petróleo, los márgenes son, oficialmente, nulos.

Y sí, my friend, se están dando hasta con la cubeta de cara a su elección interna, donde Alejandro Encinas —candidato de López Obrador— no parece ambicionar una victoria sino, como siempre, flotar de la mano del tabasqueño. Quizá con eso de querer ser candidato... pero para el Estado de México, Encinas con una derrota podría tener su distintivo premio de consolación.

¿Me sigue?

Porque las señales electorales avisan que la dupla Alejandro-Andrés Manuel no las trae consigo. Habrá que ver con qué tentadora tenebra sale el segundo —no pierda de vista, porfa, una encerrona amarilla el día de hoy— para amortiguar un potencial golpe electoral... que, de suceder, será aprovechado para hacer, mediáticamente, leña del árbol caído en momentos energéticos claves.

En momentos donde se deben priorizar objetivos. En momentos donde las lacritas amarillas mostrarán si comprenden eso de que la unidad en este asunto hará la fuerza.

Veremos, my friend, si engloban el término del arte de la

real politik. O si siguen siendo... aldeanos.

Tic-tac. Tic-tac…

Por la Mirilla

Alguien debería informarle al cabecilla del Gymboree, Juan Camilo, que el muy atractivo informe que le presentó el Cisen alrededor del explosivo suceso del pasado viernes en la capital trae, digamos, varias inconsistencias sin un serio análisis de lo ocurrido.

Porque del otro lado lo que sobra es... parque y el que se ríe, se lleva.

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