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23 febrero 2008

Más de 10,000 personas asisten al funeral del Pastor y agente del SWAT asesinado

Hemos visto la muerte de cantantes, políticos, empresarios, en la mayoría de las ocasiones por accidentes o asesinatos. Las circunstacias que envuelven la muerte de una persona dicen mucho sobre lo que fue y pudo haber sido su vida. En Revoluciones no me he cansado de insistir que debemos ser agentes de cambio, que para ello no necesitamos estar duro y dale con los problemas macro, sino más bien, necesitamos atender los pequeños detalles en nuestra comunidad para comenzar a trazar la ruta hacia la grandeza. Este personaje que falleció recientemente en los Estados Unidos es un héroe "anonimo" pero que hizo la revolución genuina en su medio y como pudo, basado en el amor, lo cual yo les he dicho necesitamos con urgencia si queremos de verdad impactar a México... de nada nos va servir defender el petróleo sino defendemos el hogar y a nuestros vecinos, sería vano poner en la presidencia a un candidato del pueblo o de izquierda si no existe una renovación espiritual y moral en nuestra sociedad. Esta noticia me impacto y me reta a ser un hombre que haga el bien a los demás para poder de ese modo revolucionar mi medio ¿qué harás TU después de leer la siguiente noticia? Pon atención:

Aunque el funeral del agente Randal Simmons pretendía celebrar su dedicación a proteger al más débil, su ayuda al más necesitado y un reconocimiento a su legado comunitario, los más de 10 mil asistentes no pudieron evitar el llanto por su muerte.

Simmons era mucho más que policía del grupo elite del Equipo Especial de Rescate (SWAT), pues en su tiempo libre era pastor en una iglesia de Carson, mentor para menores de edad en riesgo de caer en las pandillas y ayudaba de su propio bolsillo a quien lo necesitara.

El policía murió la semana pasada en el enfrentamiento con un joven de 20 años de edad que mató a sus familiares en Winnetka.

El funeral estaba programado para las 11:00 a.m. Sin embargo, los asistentes comenzaron a llenar la gigantesca iglesia en el sur de Los Ángeles desde dos horas antes.

Entre las primeras personas que llegaron temprano a darle el último adiós al policía estaban los niños que él ayudó.

Unos 1,500 menores llegaron al servicio funeral vistiendo playeras blancas con su fotografía, mientras miles de sus colegas policías de Los Ángeles portaban con mucho orgullo el uniforme que Simmons vistió.

La ceremonia inició unos minutos más tarde de lo que estaba programada con la bienvenida del pastor Alton Trimble, quien subrayó que estaban ahí para celebrar la vida y obra de Simmons.

Los pasajes de la Biblia que hablan sobre la importancia de tener una vida llena de bendiciones ayudando al prójimo, fueron leídos por sus amigos Sterling Ivery y Lee Candle.

La oración de la ceremonia estuvo a cargo de otro policía, Kenneth Crawford. "Dios padre, venimos a ti para pedirte por tu hijo que fue un héroe… él fue un padre, un amigo, un esposo, un pastor. Fue padre para quienes no tenían padre y dio esperanza para quienes habían perdido la esperanza…", dijo Crawford.

A pesar de que las lágrimas no se escuchan cuando ruedan por el rostro, sí se percibían los suspiros y las gargantas y narices ocupadas tratando de contener el llanto que escapaba principalmente cuando Shelly Pruitt cantó Knocking on Heaven’s Door (Tocando a la puerta del cielo).

El alcalde Antonio Villaraigosa dijo durante la ceremonia que "se siente mucho y duele" el vacío que Simmons deja en el cuerpo policial, en la comunidad y en su familia.

"Recuerdo la noche que hablé con Lisa [esposa de Simmons]. Ella me dijo que Randy era el hombre más maravilloso que ha conocido en su vida", dijo Villaraigosa, quien no pudo evitar que se le quebrara la voz mientras hablaba del hombre que durante el verano pasado estuvo asignado a cuidar a la hija del alcalde.

"Yo sé que nuestras palabras son insignificantes comparadas con la pérdida que están sintiendo, lo único que puedo decirles es que ustedes están en nuestras oraciones y en nuestros corazones. Ustedes tienen nuestra eterna gratitud por compartirlo con nosotros", agregó el alcalde.

William Bratton, jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), también dirigió unas palabras a los asistentes y señaló la oportunidad que tienen los agentes de policía de enfrentarse a los malos y proteger a los débiles.

"Simmons vivió durante 27 años bajo este modelo [proteger y servir]", señaló Bratton.

El funeral duró un poco más de dos horas. En ese tiempo, su hijo, Matthew Simmons, de 17 años, habló sobre las enseñanzas de su padre.

"Le doy gracias a Dios por darme un padre que me enseñara a rezar, a hacer siempre lo mejor… él hizo siempre todo lo que pudo en su vida. Ser cristiano no era una religión, sino la forma en que él vivía su vida. Te amo, papá, y te veré en el cielo", dijo el joven Matthew, manteniendo la serenidad y pausando al hablar.

Su compañero James Hart les dijo a los familiares de Simmons que la familia del LAPD los cuidarán y protegerán como él hubiese deseado.

Simmons es el primer agente del grupo elite policial asesinado en un operativo desde su creación hace más de 30 años.

El policía fue enterrado en una ceremonia privada alrededor de las 3:30 p.m. en el Cementerio de Crenshaw.

Fuente: www.laopinion.com

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