* El académico del Instituto de Geología de la UNAM, Dante Jaime Morán Zenteno, participó en el Debate Universitario sobre la Reforma Energética
* Elba Escobar, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, advirtió que los riesgos de trabajar en aguas profundas son mayores y costosos
* En la época actual, el futuro y la supervivencia están en manos de científicos y tecnólogos, dijo Susana Gómez, del IIMAS
* El investigador del Centro de Geociencias, Jordi Tritlla Cambra, mencionó que las soluciones al sistema petrolero son difíciles y onerosas
La reforma energética no contempla, en ninguno de sus rubros, el desarrollo tecnológico de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuando en México se requiere una estrategia para incrementar la investigación científica en la materia, porque la actual es casi nula a causa de los escasos apoyos económicos, afirmó el investigador del Instituto de Geología (IGl) de la UNAM, Dante Jaime Morán Zenteno.
En el Debate Universitario sobre la Reforma Universitaria, subrayó que el panorama de la investigación científica y el desarrollo tecnológico en el ámbito petrolero es sumamente pobre, pues el presupuesto asignado es de sólo 39 millones de dólares a cargo del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).
Esa cantidad, informó, resulta insuficiente comparada con lo que se le invierte a otras industrias estatales en otros países como Petrobras, que recibe 881 millones de dólares al año en investigación; British Petroleum, 495 millones de dólares; algunas privadas como Exxon Mobil, 733 millones, y Shell, 885 millones de dólares. Ante ello, la posibilidad de que Pemex pueda superar este rezago resulta poco prometedor.
El director del Instituto de Biotecnología (IBt), Carlos Federico Arias Ortiz, moderó la mesa Exploración y explotación en materia petrolera-II, donde fungió como relator el titular del IGl, Gustavo Tolson Jones.
En el auditorio Raoul Fournier Villada de la Facultad de Medicina (FM), la investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL), Elba Escobar Briones, advirtió que los riesgos de trabajar en aguas profundas son mayores y costosos. Sólo se han realizado 100 proyectos en esas zonas desde hace cinco años, que apenas duplica el esfuerzo iniciado a finales del siglo pasado.
A la fecha –precisó en su ponencia expuesta ante la mesa por Dante Jaime Morán–, aproximadamente el 12 por ciento de la producción total de crudo y 25 por ciento de la de gas se generan en el mar. Se estima que la dependencia de estos recursos se incrementará cada año, conforme declinan las reservas existentes en el continente. En términos de importancia estratégica y valor económico, especificó, en la actualidad la exploración de recursos petroleros de aguas profundas se desarrolla por 10 empresas.
El avance en estas áreas, consideró Elba Escobar, será afectado por factores de progreso técnico y de naturaleza distinta como la fluctuación mundial de precios del petróleo y el sistema regulatorio, sujeto a presión política, entre otros.
A su vez, la integrante del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), Susana Gómez Gómez, subrayó que en la actualidad el planeta sabe que el futuro y la supervivencia está en manos de científicos y tecnólogos, que pueden contribuir a combatir la contaminación de aguas y aire, desarrollar alternativas de alimentos a bajo costo y, en especial, obtener energía más limpia y renovable.
La especialista consideró que es momento de formar a los jóvenes, capaces de resolver problemas complejos, que involucran nuevas matemáticas, computación de alto rendimiento y la modelación de problemas de gran complejidad. Con el apoyo de la industria, indicó, se puede asegurar el futuro del país, para alargar el periodo de explotación de recursos petroleros y crear tecnologías alternativas, que no pongan en riesgo el abasto alimentario y el medio ambiente.
Asimismo, abundó, se busca estudiar y resolver situaciones características de México, como los yacimientos fracturados y de triple porosidad, que abren la oportunidad de tener impacto nacional e internacional, que ayude en la época “del fin de los recursos petroleros”.
El investigador del Centro de Geociencias (CGEO), Jordi Tritlla Cambra, mencionó que el sistema petrolero es complejo y, por lo tanto, las soluciones necesarias para aprovecharlo son difíciles y costosas, además que requieren respuestas pluridisciplinarias. Por ello, se precisa que los diferentes grupos de investigación se unan en un macroproyecto.
Como investigadores, concluyó, se averigua por dónde pasa el crudo, si hay hidrocarburos, con qué presión y a qué temperatura, lo que sirve para realizar modelos matemáticos y hacer simulaciones dentro de la exploración petrolera, con el fin de determinar las zonas más importantes para realizar la explotación.
* Elba Escobar, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, advirtió que los riesgos de trabajar en aguas profundas son mayores y costosos
* En la época actual, el futuro y la supervivencia están en manos de científicos y tecnólogos, dijo Susana Gómez, del IIMAS
* El investigador del Centro de Geociencias, Jordi Tritlla Cambra, mencionó que las soluciones al sistema petrolero son difíciles y onerosas
La reforma energética no contempla, en ninguno de sus rubros, el desarrollo tecnológico de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuando en México se requiere una estrategia para incrementar la investigación científica en la materia, porque la actual es casi nula a causa de los escasos apoyos económicos, afirmó el investigador del Instituto de Geología (IGl) de la UNAM, Dante Jaime Morán Zenteno.
En el Debate Universitario sobre la Reforma Universitaria, subrayó que el panorama de la investigación científica y el desarrollo tecnológico en el ámbito petrolero es sumamente pobre, pues el presupuesto asignado es de sólo 39 millones de dólares a cargo del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).
Esa cantidad, informó, resulta insuficiente comparada con lo que se le invierte a otras industrias estatales en otros países como Petrobras, que recibe 881 millones de dólares al año en investigación; British Petroleum, 495 millones de dólares; algunas privadas como Exxon Mobil, 733 millones, y Shell, 885 millones de dólares. Ante ello, la posibilidad de que Pemex pueda superar este rezago resulta poco prometedor.
El director del Instituto de Biotecnología (IBt), Carlos Federico Arias Ortiz, moderó la mesa Exploración y explotación en materia petrolera-II, donde fungió como relator el titular del IGl, Gustavo Tolson Jones.
En el auditorio Raoul Fournier Villada de la Facultad de Medicina (FM), la investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL), Elba Escobar Briones, advirtió que los riesgos de trabajar en aguas profundas son mayores y costosos. Sólo se han realizado 100 proyectos en esas zonas desde hace cinco años, que apenas duplica el esfuerzo iniciado a finales del siglo pasado.
A la fecha –precisó en su ponencia expuesta ante la mesa por Dante Jaime Morán–, aproximadamente el 12 por ciento de la producción total de crudo y 25 por ciento de la de gas se generan en el mar. Se estima que la dependencia de estos recursos se incrementará cada año, conforme declinan las reservas existentes en el continente. En términos de importancia estratégica y valor económico, especificó, en la actualidad la exploración de recursos petroleros de aguas profundas se desarrolla por 10 empresas.
El avance en estas áreas, consideró Elba Escobar, será afectado por factores de progreso técnico y de naturaleza distinta como la fluctuación mundial de precios del petróleo y el sistema regulatorio, sujeto a presión política, entre otros.
A su vez, la integrante del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), Susana Gómez Gómez, subrayó que en la actualidad el planeta sabe que el futuro y la supervivencia está en manos de científicos y tecnólogos, que pueden contribuir a combatir la contaminación de aguas y aire, desarrollar alternativas de alimentos a bajo costo y, en especial, obtener energía más limpia y renovable.
La especialista consideró que es momento de formar a los jóvenes, capaces de resolver problemas complejos, que involucran nuevas matemáticas, computación de alto rendimiento y la modelación de problemas de gran complejidad. Con el apoyo de la industria, indicó, se puede asegurar el futuro del país, para alargar el periodo de explotación de recursos petroleros y crear tecnologías alternativas, que no pongan en riesgo el abasto alimentario y el medio ambiente.
Asimismo, abundó, se busca estudiar y resolver situaciones características de México, como los yacimientos fracturados y de triple porosidad, que abren la oportunidad de tener impacto nacional e internacional, que ayude en la época “del fin de los recursos petroleros”.
El investigador del Centro de Geociencias (CGEO), Jordi Tritlla Cambra, mencionó que el sistema petrolero es complejo y, por lo tanto, las soluciones necesarias para aprovecharlo son difíciles y costosas, además que requieren respuestas pluridisciplinarias. Por ello, se precisa que los diferentes grupos de investigación se unan en un macroproyecto.
Como investigadores, concluyó, se averigua por dónde pasa el crudo, si hay hidrocarburos, con qué presión y a qué temperatura, lo que sirve para realizar modelos matemáticos y hacer simulaciones dentro de la exploración petrolera, con el fin de determinar las zonas más importantes para realizar la explotación.
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