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Es indispensable un proyecto energético nacional, donde intervengan la UNAM, el IPN, la Universidad Autónoma Metropolitana, y los institutos Nacional de Investigaciones Nucleares y Eléctricas y otros, que colaboren junto con Pemex, para desarrollar e investigar lo referente a la extracción de hidrocarburos de aguas profundas y fuentes alternativas de energía de alta potencia, afirmó el investigador del Instituto de Física, Jorge Antonio Montemayor Aldrete.
En la ponencia México, supervivencia y soberanía, energéticos para el presente y el futuro lejano, apuntó que, con ello, se aportarían, en el mediano plazo, los sustitutos efectivos de los hidrocarburos, que están en proceso de lento agotamiento, así como los instrumentos, técnicas, accesorios, plantas piloto e instalaciones de capacidad media, indispensables para lograr esos objetivos.
Frente a la necesidad de recursos humanos especializados en el país en materia de energía, el académico de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, José Ángel Gómez Cabrera, propuso crear un Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico de Hidrocarburos en la Universidad Nacional.
En la sesión de ponencias libres del Debate Universitario sobre la Reforma Energética, moderada por el director del Instituto de Investigaciones Antropológicas, Carlos Serrano Sánchez, explicó que para que la industria petrolera nacional continúe siendo competitiva en el mundo, se necesita gente altamente capacitada, que sepa utilizar tecnología de punta en todas las operaciones.
Al abordar el tema Recursos humanos, investigación y tecnología en materia energética, expuesta en el auditorio Alfonso García Robles del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, aseveró que en la actualidad la carrera de Ingeniería Petrolera de la UNAM cuenta con más de mil alumnos, y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) tiene una matrícula similar; no obstante, esa cantidad es insuficiente para los grandes retos que enfrenta la industria nacional.
A su vez, el ingeniero químico, Víctor Bazán Perkins, aseguró que la generación de energía eléctrica y combustibles con recursos propios representaría para México una opción de competitividad económica, seguridad y desarrollo de múltiples cadenas productivas.
Al exponer La energía como asunto estratégico y público, señaló que la visión del país, en particular en esta materia, a largo plazo debería plantear la idea de alcanzar el suministro al menor costo posible y la reducción de emisiones de carbono, mediante la modernización de la infraestructura de esta industria.
El egresado de la UNAM, señaló que la iniciativa no considera la posibilidad del desarrollo de Pemex a futuro con recursos propios y técnicos mexicanos y especialistas de universidades y otras instituciones, como el Instituto Mexicano del Petróleo o la Universidad Nacional; por ello, aclaró, es necesario modificar el programa sectorial de energía.
Por otro lado, el académico universitario, Gerardo Herrera Torres, indicó que Pemex genera recursos suficientes para su desarrollo, pero la política actual lo debilita “deliberadamente”, porque los recursos obtenidos son canalizados a los estados y al gasto corriente.
Por este motivo, en la ponencia En riesgo la soberanía nacional, sostuvo que se requiere un cambio de política en dirección, recursos financieros y tecnológicos para buscar nuevos yacimientos, construir refinerías y modernizar la empresa en general, pero, concluyó, con manos mexicanas.
Facultad de Medicina
No será a través de privatizaciones, empobrecimiento de la capacidad nacional de investigación y desarrollo o por desmantelamiento de las instituciones energéticas, como se aprovecharán las fuentes alternativas para beneficio de la sociedad, alertó el maestrante en Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Zirahuén Villamar Nava.
Por el contrario, recalcó, el riesgo de seguir como hasta ahora, es “dinamitar” lo poco que resta de la cohesión social en el país. Abundó que todos los estudios sobre el futuro de la energía en el mundo, consignan un aumento considerable del uso de fuentes alternativas con diferencias particulares en proporciones y orígenes.
Egresados, estudiantes y académicos de la UNAM y otras instituciones educativas participaron con ponencias libres en las tres mesas vespertinas, moderadas por la directora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB), Guadalupe Curiel Defossé.
En la sede del auditorio Raoul Fournier Villada, de la Facultad de Medicina (FM), Ana Karen Aranda García, de la Facultad de Química, aseveró que la solución propuesta en la iniciativa de reforma, no ha sido del agrado de buena parte de la sociedad, pues la intervención de terceros para la extracción y procesamiento de hidrocarburos parece ser sólo una “máscara” para privatizar uno de los tesoros más preciados del país.
En la ponencia El petróleo y la reforma energética: ¿verdadera mina de oro?, sentenció que éste es el momento para que los mexicanos cambien su visión sobre el avance económico de la nación y piensen en una verdadera reforma energética, que contemple nuevas fuentes y no sólo la forma de explotar los pocos recursos de la paraestatal.
A su vez, el egresado de licenciatura y maestría de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, Pedro Antonio Martínez Núñez, presentó un Análisis comparativo de las reformas, en el que aseguró que en el texto constitucional se intenta introducir un concepto de áreas estratégicas para la industria petrolera que antes no existía.
En la ponencia Por una política energética integral al servicio de México, el estudiante del Posgrado de Ingeniería de la FI, Diego Pedrozo Acuña, aseguró que México posee los recursos necesarios para plantear una política energética independiente. “El suministro de energía es hoy un problema de seguridad nacional para todos los países del orbe y, en ese tenor, es donde el país debe reafirmarse como una nación soberana”.
Por ello, se requiere una reforma que asegure no convertir a la República en un ente dependiente del extranjero o fuente de energía, porque puede actuar en forma competitiva con la generación de fuentes alternas; una opción es la proveniente del oleaje y las mareas.
De hecho, señaló, países como Inglaterra y Estados Unidos han invertido en esa posibilidad, que significa que hay tiempo de convertirse en un generador de tecnología y conocimiento, en lugar de ser sólo un comprador.
El doctorante del Posgrado de Ciencias e Ingeniería de los Materiales de la UNAM, Rubén Vilchis Morales, expuso que la energía que se produzca en el futuro, deberá ser limpia y masiva, pero para ello, sería necesario contar con celdas de combustible de diversos tipos.
Al presentar la exposición El futuro de la generación de energía eléctrica, explicó que esa celda es un dispositivo que convierte un gas como el hidrógeno en eléctrica, sin intervención de trabajo mecánico alguno. Indicó que “México tiene la capacidad y el potencial para utilizar todas las fuentes de energía que estén a su disposición”. Cuenta con recursos técnicos y académicos, pero carece de suficiencia económica.
Es indispensable un proyecto energético nacional, donde intervengan la UNAM, el IPN, la Universidad Autónoma Metropolitana, y los institutos Nacional de Investigaciones Nucleares y Eléctricas y otros, que colaboren junto con Pemex, para desarrollar e investigar lo referente a la extracción de hidrocarburos de aguas profundas y fuentes alternativas de energía de alta potencia, afirmó el investigador del Instituto de Física, Jorge Antonio Montemayor Aldrete.
En la ponencia México, supervivencia y soberanía, energéticos para el presente y el futuro lejano, apuntó que, con ello, se aportarían, en el mediano plazo, los sustitutos efectivos de los hidrocarburos, que están en proceso de lento agotamiento, así como los instrumentos, técnicas, accesorios, plantas piloto e instalaciones de capacidad media, indispensables para lograr esos objetivos.
Frente a la necesidad de recursos humanos especializados en el país en materia de energía, el académico de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, José Ángel Gómez Cabrera, propuso crear un Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico de Hidrocarburos en la Universidad Nacional.
En la sesión de ponencias libres del Debate Universitario sobre la Reforma Energética, moderada por el director del Instituto de Investigaciones Antropológicas, Carlos Serrano Sánchez, explicó que para que la industria petrolera nacional continúe siendo competitiva en el mundo, se necesita gente altamente capacitada, que sepa utilizar tecnología de punta en todas las operaciones.
Al abordar el tema Recursos humanos, investigación y tecnología en materia energética, expuesta en el auditorio Alfonso García Robles del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, aseveró que en la actualidad la carrera de Ingeniería Petrolera de la UNAM cuenta con más de mil alumnos, y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) tiene una matrícula similar; no obstante, esa cantidad es insuficiente para los grandes retos que enfrenta la industria nacional.
A su vez, el ingeniero químico, Víctor Bazán Perkins, aseguró que la generación de energía eléctrica y combustibles con recursos propios representaría para México una opción de competitividad económica, seguridad y desarrollo de múltiples cadenas productivas.
Al exponer La energía como asunto estratégico y público, señaló que la visión del país, en particular en esta materia, a largo plazo debería plantear la idea de alcanzar el suministro al menor costo posible y la reducción de emisiones de carbono, mediante la modernización de la infraestructura de esta industria.
El egresado de la UNAM, señaló que la iniciativa no considera la posibilidad del desarrollo de Pemex a futuro con recursos propios y técnicos mexicanos y especialistas de universidades y otras instituciones, como el Instituto Mexicano del Petróleo o la Universidad Nacional; por ello, aclaró, es necesario modificar el programa sectorial de energía.
Por otro lado, el académico universitario, Gerardo Herrera Torres, indicó que Pemex genera recursos suficientes para su desarrollo, pero la política actual lo debilita “deliberadamente”, porque los recursos obtenidos son canalizados a los estados y al gasto corriente.
Por este motivo, en la ponencia En riesgo la soberanía nacional, sostuvo que se requiere un cambio de política en dirección, recursos financieros y tecnológicos para buscar nuevos yacimientos, construir refinerías y modernizar la empresa en general, pero, concluyó, con manos mexicanas.
Facultad de Medicina
No será a través de privatizaciones, empobrecimiento de la capacidad nacional de investigación y desarrollo o por desmantelamiento de las instituciones energéticas, como se aprovecharán las fuentes alternativas para beneficio de la sociedad, alertó el maestrante en Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Zirahuén Villamar Nava.
Por el contrario, recalcó, el riesgo de seguir como hasta ahora, es “dinamitar” lo poco que resta de la cohesión social en el país. Abundó que todos los estudios sobre el futuro de la energía en el mundo, consignan un aumento considerable del uso de fuentes alternativas con diferencias particulares en proporciones y orígenes.
Egresados, estudiantes y académicos de la UNAM y otras instituciones educativas participaron con ponencias libres en las tres mesas vespertinas, moderadas por la directora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB), Guadalupe Curiel Defossé.
En la sede del auditorio Raoul Fournier Villada, de la Facultad de Medicina (FM), Ana Karen Aranda García, de la Facultad de Química, aseveró que la solución propuesta en la iniciativa de reforma, no ha sido del agrado de buena parte de la sociedad, pues la intervención de terceros para la extracción y procesamiento de hidrocarburos parece ser sólo una “máscara” para privatizar uno de los tesoros más preciados del país.
En la ponencia El petróleo y la reforma energética: ¿verdadera mina de oro?, sentenció que éste es el momento para que los mexicanos cambien su visión sobre el avance económico de la nación y piensen en una verdadera reforma energética, que contemple nuevas fuentes y no sólo la forma de explotar los pocos recursos de la paraestatal.
A su vez, el egresado de licenciatura y maestría de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, Pedro Antonio Martínez Núñez, presentó un Análisis comparativo de las reformas, en el que aseguró que en el texto constitucional se intenta introducir un concepto de áreas estratégicas para la industria petrolera que antes no existía.
En la ponencia Por una política energética integral al servicio de México, el estudiante del Posgrado de Ingeniería de la FI, Diego Pedrozo Acuña, aseguró que México posee los recursos necesarios para plantear una política energética independiente. “El suministro de energía es hoy un problema de seguridad nacional para todos los países del orbe y, en ese tenor, es donde el país debe reafirmarse como una nación soberana”.
Por ello, se requiere una reforma que asegure no convertir a la República en un ente dependiente del extranjero o fuente de energía, porque puede actuar en forma competitiva con la generación de fuentes alternas; una opción es la proveniente del oleaje y las mareas.
De hecho, señaló, países como Inglaterra y Estados Unidos han invertido en esa posibilidad, que significa que hay tiempo de convertirse en un generador de tecnología y conocimiento, en lugar de ser sólo un comprador.
El doctorante del Posgrado de Ciencias e Ingeniería de los Materiales de la UNAM, Rubén Vilchis Morales, expuso que la energía que se produzca en el futuro, deberá ser limpia y masiva, pero para ello, sería necesario contar con celdas de combustible de diversos tipos.
Al presentar la exposición El futuro de la generación de energía eléctrica, explicó que esa celda es un dispositivo que convierte un gas como el hidrógeno en eléctrica, sin intervención de trabajo mecánico alguno. Indicó que “México tiene la capacidad y el potencial para utilizar todas las fuentes de energía que estén a su disposición”. Cuenta con recursos técnicos y académicos, pero carece de suficiencia económica.
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