* La “astringencia” de recursos a la paraestatal, originó la situación deplorable en que se encuentra, indicó el contralor general de la UNAM, Raúl Robles
* El profesor de la FES Aragón, Irán Lagos Chávez, afirmó que hay tecnología en el Instituto Mexicano del Petróleo, pero no se le apoya económicamente
* Rafael Rodríguez Nieto, profesor de carrera de la FI, propuso reintegrar a Pemex en un sólo organismo para que sea más eficiente
* El integrante del IIJ, Alfredo Sánchez Castañeda, consideró que uno de los principales obstáculos para la reforma de Pemex son las relaciones laborales
Petróleos Mexicanos necesita reformarse, pero la iniciativa actual no plantea la reestructuración pertinente, afirmó el contralor general de la UNAM, Raúl Robles Segura.
La “astringencia” de recursos que experimenta la paraestatal, originó la situación deplorable en que se encuentra, subrayó en la mesa Organización, administración y relaciones laborales de Petróleos Mexicanos, moderada por el director de la Facultad de Arquitectura, Jorge Tamés y Batta, y relatada por la titular de la Facultad de Contaduría y Administración, María Antonieta Martín Granados.
Lo más preocupante de la iniciativa es el nombramiento de los cuatro consejeros independientes, dos de tiempo completo, que serían designados por el Ejecutivo federal, agregó en el auditorio Alfonso García Robles del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, donde comentó que los aspectos laborales son los “ausentes” de las iniciativas, a pesar de que deberían ser pivotes de la misma.
Por su parte, el profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, Irán Lagos Chávez, afirmó que los intentos por reformar a Pemex bajo una visión neoliberal no son nuevos. Por ello, fue dividido en subsidiarias, “para abrir el paso a los intentos privatizadores”.
La iniciativa para la reforma de operación de la paraestatal, opinó el universitario, es ahistórica, inmediatista, pragmática, parcializada, vaga y privilegia al capital privado y extranjero. De aceptarse, se tendrá una industria más subordinada a los lineamientos de las grandes potencias y corporativos.
Además de la cuestión laboral, no se “toca” al Instituto Mexicano del Petróleo, fundado en 1965 para desarrollar investigación científica básica y aplicada, y formar a científicos en el ramo, entre otros objetivos.
De tal modo, no existe el intento de fortalecer a esa institución, que debería estar vinculada con Pemex para la gestión tecnológica. La iniciativa argumenta que no hay tecnología y que hay que comprarla, a pesar de que hay elementos para que se desarrolle en el país, puntualizó.
En tanto, Rafael Rodríguez Nieto, profesor de carrera de la Facultad de Ingeniería (FI), recordó que Petróleos Mexicanos se forma por cuatro subsidiarias: Exploración y Producción, Petroquímica Básica, Petroquímica Secundaria y Refinación, así como por una Dirección General.
En ese sentido, el experto propuso reintegrar a Pemex en un sólo organismo para que sea más eficiente, evitar duplicidades, disminuir la carga burocrática y administrativa y, así, reducir sus gastos de operación.
Asimismo, su Consejo de Administración se conforma por representantes designados por el Ejecutivo y otros nombrados por el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. Ante este hecho, planteó la necesidad de que sea el Congreso el que nombre a la mayoría de integrantes y “se facilite que los hidrocarburos sean realmente del pueblo mexicano, como se establece en la Constitución”.
En su ponencia, el integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), Alfredo Sánchez Castañeda, consideró que uno de los principales obstáculos para la reforma de Pemex son las relaciones laborales “perversas” que se han generado en el seno de la paraestatal, a costa del Estado, de las finanzas públicas, la transparencia y la democracia sindical.
Es indispensable, concluyó, erradicar las prácticas de corrupción, evaluar los programas de productividad y mesurar las subcontratación que, en ocasiones, implica violaciones a los derechos laborales.
* El profesor de la FES Aragón, Irán Lagos Chávez, afirmó que hay tecnología en el Instituto Mexicano del Petróleo, pero no se le apoya económicamente
* Rafael Rodríguez Nieto, profesor de carrera de la FI, propuso reintegrar a Pemex en un sólo organismo para que sea más eficiente
* El integrante del IIJ, Alfredo Sánchez Castañeda, consideró que uno de los principales obstáculos para la reforma de Pemex son las relaciones laborales
Petróleos Mexicanos necesita reformarse, pero la iniciativa actual no plantea la reestructuración pertinente, afirmó el contralor general de la UNAM, Raúl Robles Segura.
La “astringencia” de recursos que experimenta la paraestatal, originó la situación deplorable en que se encuentra, subrayó en la mesa Organización, administración y relaciones laborales de Petróleos Mexicanos, moderada por el director de la Facultad de Arquitectura, Jorge Tamés y Batta, y relatada por la titular de la Facultad de Contaduría y Administración, María Antonieta Martín Granados.
Lo más preocupante de la iniciativa es el nombramiento de los cuatro consejeros independientes, dos de tiempo completo, que serían designados por el Ejecutivo federal, agregó en el auditorio Alfonso García Robles del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, donde comentó que los aspectos laborales son los “ausentes” de las iniciativas, a pesar de que deberían ser pivotes de la misma.
Por su parte, el profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, Irán Lagos Chávez, afirmó que los intentos por reformar a Pemex bajo una visión neoliberal no son nuevos. Por ello, fue dividido en subsidiarias, “para abrir el paso a los intentos privatizadores”.
La iniciativa para la reforma de operación de la paraestatal, opinó el universitario, es ahistórica, inmediatista, pragmática, parcializada, vaga y privilegia al capital privado y extranjero. De aceptarse, se tendrá una industria más subordinada a los lineamientos de las grandes potencias y corporativos.
Además de la cuestión laboral, no se “toca” al Instituto Mexicano del Petróleo, fundado en 1965 para desarrollar investigación científica básica y aplicada, y formar a científicos en el ramo, entre otros objetivos.
De tal modo, no existe el intento de fortalecer a esa institución, que debería estar vinculada con Pemex para la gestión tecnológica. La iniciativa argumenta que no hay tecnología y que hay que comprarla, a pesar de que hay elementos para que se desarrolle en el país, puntualizó.
En tanto, Rafael Rodríguez Nieto, profesor de carrera de la Facultad de Ingeniería (FI), recordó que Petróleos Mexicanos se forma por cuatro subsidiarias: Exploración y Producción, Petroquímica Básica, Petroquímica Secundaria y Refinación, así como por una Dirección General.
En ese sentido, el experto propuso reintegrar a Pemex en un sólo organismo para que sea más eficiente, evitar duplicidades, disminuir la carga burocrática y administrativa y, así, reducir sus gastos de operación.
Asimismo, su Consejo de Administración se conforma por representantes designados por el Ejecutivo y otros nombrados por el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. Ante este hecho, planteó la necesidad de que sea el Congreso el que nombre a la mayoría de integrantes y “se facilite que los hidrocarburos sean realmente del pueblo mexicano, como se establece en la Constitución”.
En su ponencia, el integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), Alfredo Sánchez Castañeda, consideró que uno de los principales obstáculos para la reforma de Pemex son las relaciones laborales “perversas” que se han generado en el seno de la paraestatal, a costa del Estado, de las finanzas públicas, la transparencia y la democracia sindical.
Es indispensable, concluyó, erradicar las prácticas de corrupción, evaluar los programas de productividad y mesurar las subcontratación que, en ocasiones, implica violaciones a los derechos laborales.
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