Por: Guadalupe Gómez Quintan
Enterada de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revisará tres amparos interpuestos y la posible liberación de algunos autores materiales de la matanza de 21 mujeres, cuatro de ellas embarazadas, 15 niñas y niños y 9 hombres indígenas en Acteal, Chiapas, la organización civil Las Abejas pregunta a las y los ministros si revisarán también las denuncias contra los autores intelectuales que diseñaron la guerra contrainsurgente en la entidad.
Estos autores intelectuales de la masacre, ocurrida el 22 de diciembre de 1997, son Ernesto Zedillo, Emilio Chuayffet, Julio César Ruiz Ferro, el general Renán Castillo y sus cómplices, dice Las Abejas, organización simpatizante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a la que pertenecía la mayoría de las víctimas, a 10 años y 7 meses de la masacre, señala un comunicado de Las Abejas.
Y pregunta también, en su calidad de 'testigos y sobrevivientes de Acteal', si la SCNJ analizará la responsabilidad internacional del Estado mexicano por la masacre, perpetrada por 87 hombres armados contra grupo de personas, la mayoría mujeres, incluidas embarazadas, y menores de edad que rezaban por la paz en Acteal, municipio de Chenalhó.
La Primera Sala de la SCNJ aceptó, el pasado 2 de julio, revisar los amparos solicitados por 24 de los sentenciados como responsables de la masacre de 45 personas, luego de que el Centro de Investigación y Docencia Económica revisó el juicio y apoyó a los presos en la impugnación de su sentencia definitiva por homicidio calificado, lesiones calificadas y portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
Las Abejas, como cada año en el aniversario de la matanza, reitera su demanda de justicia y señala que 'los encargados de la justicia mexicana y de los que planearon y diseñaron la guerra de contrainsurgencia quisieran ya no saber nada de la masacre de Acteal, de las mujeres violadas en Atenco, de las represiones y desapariciones en Oaxaca'.
Pero es entonces, afirma Las Abejas, cuando nosotros, las mujeres y los hombres verdaderos decimos hoy, como cada 22 del mes renovamos nuestra palabra, que la justicia se tiene que aplicar tarde o temprano, porque nos corresponde por derecho, así como también a los asesinos y autores intelectuales, lo merecen por razones de la humanidad y por ley.
La fuerza y el poder de nuestra palabra verdadera, dice el comunicado, resuenan hasta el fondo de aquellos oídos sordos, nuestras voces nada callarán, como nadie puede controlar los truenos que se escuchan salir en tiempo de lluvias.
Pero la sordera es tan grave, afirma Las Abejas, que a 10 años y 7 meses de la masacre en Acteal 'no vemos todavía el rostro de la verdadera justicia, sino al contrario, las autoridades encargadas de este caso están caminando hacia atrás'. En tzotzil dicen que el que no cumple su palabra y se raja es como un cangrejo, 'así vemos la justicia mexicana'.
Si no hemos dejado de insistir en la demanda de la justicia, no es porque nuestro corazón tenga odio y busque la venganza, como han tratado de interpretar los que no quieren que se haga la justicia, aclara la organización indígena.
Lo que buscamos como organización pacifista, justo como buscaron nuestras hermanas y hermanos masacrados el 22 de diciembre de 1997, es la no repetición de otro Acteal, así como de otras masacres contra los pueblos originarios de México.
Raíces y tragedias
No nos cansamos y lo volvemos a repetir: si no se va a las raíces se seguirán repitiendo en México estas tragedias, advierte la organización. Al ver las noticias recientes de jóvenes muertos por un operativo policíaco en una discoteca de la Ciudad de México y del entrenamiento en tortura a los policías de León, Guanajuato, vemos que nuestra insistente denuncia está justificada.
Todo lo que denunciamos, afirman, lo que manifestamos y protestamos, a los poderosos y a los gobernantes les molesta.
Por eso, el pasado 10 de julio intentaron cerrar y llevarse los equipos de transmisión de la Radio Ñomndaa (La Palabra del Agua), una radio comunitaria en Guerrero, cuyo delito es el de difundir su cultura, sus costumbres y tradiciones en su propia lengua, para informar hasta en las comunidades más aisladas y fomentar la solidaridad entre los pueblos.
Justicia falsa y podrida
En México y en Chiapas la democracia y la libertad que se ofrece, dice Las Abejas, es falsa y podrida. Porque cuando exigimos y defendemos algo por derecho, la respuesta es la represión, esto se ha demostrado en los hostigamientos militares contra las comunidades zapatistas.
Así mismo como sucedió con las y los habitantes de la comunidad de Cruztón, municipio de Carranza, quienes desde el pasado 18 de junio y que hasta la fecha no pueden trabajar su tierra porque la policía sigue allí.
Nos preocupa, señala el texto de Las Abejas, que si el gobierno no resuelve este problema, '¿de qué van a comer nuestros compañeros sin su tierra, si ellos no tienen dinero acumulado en el banco, porque son hombres y mujeres dignos y honestos que trabajan y comen de su sudor?'.
Estamos convencidos, concluye el comunicado, que las luchas son muchas, como la de la biodiversidad y nuestra lucha no tendrá límite, porque no la empezamos hace rato, porque viene desde los primeros Dioses, nuestros defensores, y así se tendrá que seguir.
Enterada de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revisará tres amparos interpuestos y la posible liberación de algunos autores materiales de la matanza de 21 mujeres, cuatro de ellas embarazadas, 15 niñas y niños y 9 hombres indígenas en Acteal, Chiapas, la organización civil Las Abejas pregunta a las y los ministros si revisarán también las denuncias contra los autores intelectuales que diseñaron la guerra contrainsurgente en la entidad.
Estos autores intelectuales de la masacre, ocurrida el 22 de diciembre de 1997, son Ernesto Zedillo, Emilio Chuayffet, Julio César Ruiz Ferro, el general Renán Castillo y sus cómplices, dice Las Abejas, organización simpatizante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a la que pertenecía la mayoría de las víctimas, a 10 años y 7 meses de la masacre, señala un comunicado de Las Abejas.
Y pregunta también, en su calidad de 'testigos y sobrevivientes de Acteal', si la SCNJ analizará la responsabilidad internacional del Estado mexicano por la masacre, perpetrada por 87 hombres armados contra grupo de personas, la mayoría mujeres, incluidas embarazadas, y menores de edad que rezaban por la paz en Acteal, municipio de Chenalhó.
La Primera Sala de la SCNJ aceptó, el pasado 2 de julio, revisar los amparos solicitados por 24 de los sentenciados como responsables de la masacre de 45 personas, luego de que el Centro de Investigación y Docencia Económica revisó el juicio y apoyó a los presos en la impugnación de su sentencia definitiva por homicidio calificado, lesiones calificadas y portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
Las Abejas, como cada año en el aniversario de la matanza, reitera su demanda de justicia y señala que 'los encargados de la justicia mexicana y de los que planearon y diseñaron la guerra de contrainsurgencia quisieran ya no saber nada de la masacre de Acteal, de las mujeres violadas en Atenco, de las represiones y desapariciones en Oaxaca'.
Pero es entonces, afirma Las Abejas, cuando nosotros, las mujeres y los hombres verdaderos decimos hoy, como cada 22 del mes renovamos nuestra palabra, que la justicia se tiene que aplicar tarde o temprano, porque nos corresponde por derecho, así como también a los asesinos y autores intelectuales, lo merecen por razones de la humanidad y por ley.
La fuerza y el poder de nuestra palabra verdadera, dice el comunicado, resuenan hasta el fondo de aquellos oídos sordos, nuestras voces nada callarán, como nadie puede controlar los truenos que se escuchan salir en tiempo de lluvias.
Pero la sordera es tan grave, afirma Las Abejas, que a 10 años y 7 meses de la masacre en Acteal 'no vemos todavía el rostro de la verdadera justicia, sino al contrario, las autoridades encargadas de este caso están caminando hacia atrás'. En tzotzil dicen que el que no cumple su palabra y se raja es como un cangrejo, 'así vemos la justicia mexicana'.
Si no hemos dejado de insistir en la demanda de la justicia, no es porque nuestro corazón tenga odio y busque la venganza, como han tratado de interpretar los que no quieren que se haga la justicia, aclara la organización indígena.
Lo que buscamos como organización pacifista, justo como buscaron nuestras hermanas y hermanos masacrados el 22 de diciembre de 1997, es la no repetición de otro Acteal, así como de otras masacres contra los pueblos originarios de México.
Raíces y tragedias
No nos cansamos y lo volvemos a repetir: si no se va a las raíces se seguirán repitiendo en México estas tragedias, advierte la organización. Al ver las noticias recientes de jóvenes muertos por un operativo policíaco en una discoteca de la Ciudad de México y del entrenamiento en tortura a los policías de León, Guanajuato, vemos que nuestra insistente denuncia está justificada.
Todo lo que denunciamos, afirman, lo que manifestamos y protestamos, a los poderosos y a los gobernantes les molesta.
Por eso, el pasado 10 de julio intentaron cerrar y llevarse los equipos de transmisión de la Radio Ñomndaa (La Palabra del Agua), una radio comunitaria en Guerrero, cuyo delito es el de difundir su cultura, sus costumbres y tradiciones en su propia lengua, para informar hasta en las comunidades más aisladas y fomentar la solidaridad entre los pueblos.
Justicia falsa y podrida
En México y en Chiapas la democracia y la libertad que se ofrece, dice Las Abejas, es falsa y podrida. Porque cuando exigimos y defendemos algo por derecho, la respuesta es la represión, esto se ha demostrado en los hostigamientos militares contra las comunidades zapatistas.
Así mismo como sucedió con las y los habitantes de la comunidad de Cruztón, municipio de Carranza, quienes desde el pasado 18 de junio y que hasta la fecha no pueden trabajar su tierra porque la policía sigue allí.
Nos preocupa, señala el texto de Las Abejas, que si el gobierno no resuelve este problema, '¿de qué van a comer nuestros compañeros sin su tierra, si ellos no tienen dinero acumulado en el banco, porque son hombres y mujeres dignos y honestos que trabajan y comen de su sudor?'.
Estamos convencidos, concluye el comunicado, que las luchas son muchas, como la de la biodiversidad y nuestra lucha no tendrá límite, porque no la empezamos hace rato, porque viene desde los primeros Dioses, nuestros defensores, y así se tendrá que seguir.
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